"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 23 de julio de 2014

"Ahora es cuando..."

Durante la crisis del 2001/2002, la multinacional Chevron encabezó un lobby económico que pretendía obtener un fideicomiso de la Argentina, quien entregaría la Patagonia para que nuestros acreedores pudieran cobrarse con la explotación de sus riquezas...
Hoy Chevron es la dueña de Vaca Muerta con un contrato "secreto" que nadie en la oposición reclama "conocer"
Con la excusa de un nuevo "default", prolijamente ejecutado a dos puntas (por los "fondos buitre" y por el gobierno K), HOY, más que nunca esa perspectiva vuelve al plano de lo inmediatamente posible

ANTECEDENTES:
1. la Real Cédula de Reino Unido que a principios del siglo XX declaró que el territorio patagónico era una dependencia de las "Faklands";
2. Pedido de reconocimiento de la "Nación Mapuche" ante la ONU (1982);
3.-Directiva estratégica del Comité Central del PC Chino de 1973, considerando a la Patagonia como "res nullius" y sujeta a ocupación.
Hoy en plena ejecución, con Cristina de ejecutora (estrategia que tuvo la adecuada respuesta nacional en el discurso del Presidente Perón del 14/2/1974)
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"The New York Times" plantea en su tapa la idea de una Patagonia independiente
El influyente diario estadounidense publicó ayer un artículo de su corresponsal en Buenos Aires, Larry Rohter, titulado: "Algunos en Argentina ven la secesión como una respuesta a la crisis económica". Considera el periodista que, con la profundización de la crisis económica argentina, aumentó el resentimiento de los habitantes patagónicos hacia Buenos Aires.
Advierte entonces que "la autonomía política, integración regional y hasta la secesión son abiertamente discutidas como posibles soluciones" y que la Patagonia se convertiría en "un país escasamente poblado pero próspero".

The New York Times
NEUQUEN, Argentina -
Durante años esta ciudad pequeña de 250.000 habitantes se enorgullecía de ser "la puerta a la Patagonia". Pero en estos días es también el centro de un movimiento creciente para separar esta región, rica en minerales y petróleo, del desastre económico que es el resto de la Argentina.
Por esa crisis profunda, los servicios públicos han sido recortados abruptamente para los patagónicos, a pesar de que la propia generosidad de su región continúa generando ingresos para el gobierno central. Como resultado, un resentimiento antiguo hacia Buenos Aires se intensificó, y la autonomía política, la integración regional e incluso la secesión están siendo discutidas abiertamente como soluciones.
"Lo que está ganando espacio es una búsqueda de soluciones", dijo Gerardo Mario de Jong, director del programa de estudios regionales en la Universidad del Comahue.
"La gente se está cuestionando el concepto de un único centro de poder nacional al que muchos de nosotros culpamos por nuestros problemas".

Una Patagonia independiente estaría escasamente poblada pero sería una nación próspera.
A pesar de que menos del 5% de los 37 millones de argentinos viven en la Patagonia, la región cuenta con casi la mitad del territorio nacional, muchas de sus reservas de agua potable, y poder hidroeléctrico y el 80% del petróleo y gas natural.
Tradicionalmente, el resentimiento hacia el gobierno federal es especialmente fuerte en la Patagonia, que se ve a sí misma como una hijastra descuidada por el resto del país.
La región era administrada como un territorio federal, sus residentes incapaces de elegir sus propios gobernadores y legisladores, hasta los años "50.
Mucho del deseo de un cambio en las relaciones con el resto de la Argentina ha sido provocado por la reciente propuesta de fusionar las dos provincias ubicadas más al norte de la Patagonia, Neuquén y Río Negro.
Como una señal de lo severo que es el colapso económico del país, la localidad de Carmen de Patagones, el condado más sureño de la quebrada provincia de Buenos Aires, está buscando terminar esa afiliación para unirse a la nueva provincia.
Nominalmente la unión de ambas provincias, que sería sujeta a un plebiscito, es simplemente una medida económica para reducir la burocracia y el gasto. Pero como la revista Parlamentaria advirtió recientemente, "Hay también sectores que advierten sobre la posibilidad de que ciertas provincias se estén agrupando como un primer paso hacia una eventual independencia de Argentina".

Eduardo Amadeo, el vocero del Presidente Eduardo Duhalde, descartó esa especulación calificándola de "completa idiotez".
Dijo que la movida para fusionar las provincias fue "un proyecto estratégico e inteligente que es un ejemplo para todo el país en términos de hacer mejor uso de los recursos".
Describió la idea de que la crisis económica argentina está perjudicando injustamente a la Patagonia como "no basada en datos objetivos".
"Si ustedes ven la recaudación impositiva, los niveles de desempleo y el salario promedio, verán que la Patagonia no es la región que más sufrió", dijo.
"De hecho, está en la mejor posición relativa".

Como en el resto de la Argentina, la mayoría de los residentes de la Patagonia son de ascendencia española o italiana.
Pero la Patagonia tiene un mayor porcentaje de europeos de otros orígenes, yugoslavos, galeses, alemanes y franceses. Jorge Sobisch, el gobernador, tiene ascendencia croata.
No es claro si esto es un factor importante, pero los habitantes de la Patagonia se consideran a sí mismos diferentes de los demás argentinos por la topografía de la región, su lejanía y por el hecho de que la mayor parte de la inmigración comenzó a principios del siglo pasado.

En una encuesta de mayo, el 53% de la gente que respondió dijo que quería una Patagonia independiente.
El sentimiento por la separación fue más fuerte entre la gente joven, el grupo con el mayor nivel de desempleo, de los cuales 78% dijeron que apoyarían una secesión.
"Si comparamos el área norte del Río Colorado con el área hacia el sur, veremos que ya tenemos dos países separados", dijo Elfo Kruteler, un profesor de Francés y artista del lugar, en referencia a los límites naturales de la Patagonia.
"Se llevan todo de aquí, nuestro petróleo y gas, madera y minerales, y no nos dan nada a cambio excepto problemas".

El gobernador Sobisch se negó a hablar de una secesión pero dijo que una nueva relación entre la Patagonia y Buenos Aires es esencial.
"¿Por qué deberíamos ser prisioneros de un sistema que es ineficiente y concentra todo el poder en la capital?" se preguntó en una entrevista.
A pesar de los reclamos de Sobisch y de otros dirigentes locales, las autoridades en Buenos Aires están claramente preocupadas sobre un posible desmembramiento del país y la pérdida del ingreso que esto podría causar.
Según un civil que enseña en una institución militar, uno de los problemas que las fuerzas armadas argentinas han comenzado a examinar es cómo reaccionar en el caso de que la Patagonia o cualquier otra región intente separarse.
Esas preocupaciones pueden ser alentadas por la debilidad obvia y cada vez más creciente del presidente Duhalde, quien anunció en julio que planeaba dejar su cargo en marzo, con nueve meses de anticipación. Desde que asumió en enero, Duhalde ha sido forzado repetidamente a hacer concesiones políticas a los 23 gobernadores, especialmente los 14 de su propio partido Peronista.

"Imaginemos si George Bush tuviera que negociar con los gobernadores de California, Nueva York, Texas y Florida cada vez que quisiera hacer algo", dijo Carlos Escudé, un comentarista político en Buenos Aires. "Esta es una situación que es totalmente irregular y nunca fue prevista por nuestra Constitución".

Amadeo, el vocero presidencial, admitió que Duhalde lidera "un gobierno de transición que no fue elegido por el voto popular sino por una asamblea especial, y como tal tiene que negociar con los gobernadores y el Congreso".
Pero también dijo que la Argentina es "un país con una fuerte y profundamente arraigada tradición de federalismo" y una Constitución que predice y alienta la regionalización.
La debilidad del gobierno central ha llevado al país hacia instancias de abierto desafío por parte de las provincias.
A pesar de la orden de Duhalde de detener la emisión de nuevas monedas, un paso que tomó para satisfacer las demandas del FMI, la provincia patagónica de Chubut anunció en junio que estaba emitiendo bonos que serían usados como una moneda paralela.

Los habitantes de la Patagonia tienden a verse como víctimas de "una integración incompleta y un subdesarrollo inducido", para citar el título de un libro nuevo.
"Siempre somos los olvidados aquí abajo", se quejó Alicia Rosa, de 54 años, cuya familia fue una de las pioneras que migró aquí un siglo atrás.
"Todo está medido por la cantidad de votos, y como no representamos esa mayoría, todos los gobiernos en el poder en Buenos Aires nos abandonaron e ignoraron".
Al mismo tiempo, hay una creciente convicción de que el control de las riquezas regionales está pasando a las manos de intereses extranjeros, sin que Buenos Aires haga ningún esfuerzo para defender la soberanía nacional.
La compañía de ropa Benetton, la dueña de más de dos millones de acres de estancias con ovejas, es ahora el mayor terrateniente de la región, y otros extranjeros como el multimillonario americano Ted Turner, compró ranchos y complejos de ski.

Sumado al resentimiento local, dos de las compañías petroleras más grandes en la Patagonia también tienen dueños extranjeros. Una, un monopolio gubernamental que era el empleador más grande de la región hasta que fue privatizada en los "90, está en manos españolas; la otra, privada pero debilitada por la crisis actual, está siendo vendida a la empresa estatal brasileña Petrobrás.
La Patagonia está incluso inundada de rumores que indican que el gobierno federal está pensando en vender los parques nacionales para obtener desesperadamente los necesitados ingresos.
De acuerdo a esas historias, la Argentina también renunciaría a sus reclamos por partes de la Antártida y permitirían a las tropas americanas instalarse en Tierra del Fuego a cambio de la refinanciación de la deuda pública de $141 mil millones, después de que declarara el default en diciembre.

Las autoridades en Buenos Aires han desmentido repetidamente esas nociones calificándolas de absurdas. Pero los legisladores provinciales en Chubut rechazaron formalmente "la posibilidad de ceder territorio nacional bajo ninguna circunstancia para cancelar deudas públicas".
"Cuando una familia está endeudada, vende un lavarropa o un televisor, algo de lo que puede prescindir", dijo Rubén Reveco, editor de una revista de historia patagónica.
"Porque se encuentran tan distantes de los centros de poder, los habitantes de la Patagonia sienten que están en una posición similar en relación al resto del país".
Larry Roht
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Envío del señor Roberto Castellano

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