Hoy se cumplen 15 años de la desaparición física de René Favaloro, posiblemente el último argentino abnegado.
Su muerte fue causada por la realidad de una sociedad que como Neptuno devora a sus mejores hijos.
La tragedia de su desaparición se regenera permanentemente entre nosotros, y se repite en el olvido, no sólo de aquello que lo llevó a quitarse la vida sino de sus valores, de sus principios, de su conducta y de su acción en bien de la sociedad.
Quizás recordamos lo que hizo, su contribución a la ciencia o qué lo llevó a tomar tan drástica y trágica decisión.
Si en nuestra existencia no hay lugar para el recuerdo de quienes nos hicieron bien y contribuyeron a formarnos como personas y como país es porque estamos lejos de merecernos su pertenencia y su valía.
Elias Domingo Galati
Su muerte fue causada por la realidad de una sociedad que como Neptuno devora a sus mejores hijos.
La tragedia de su desaparición se regenera permanentemente entre nosotros, y se repite en el olvido, no sólo de aquello que lo llevó a quitarse la vida sino de sus valores, de sus principios, de su conducta y de su acción en bien de la sociedad.
Quizás recordamos lo que hizo, su contribución a la ciencia o qué lo llevó a tomar tan drástica y trágica decisión.
Si en nuestra existencia no hay lugar para el recuerdo de quienes nos hicieron bien y contribuyeron a formarnos como personas y como país es porque estamos lejos de merecernos su pertenencia y su valía.
Elias Domingo Galati
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