“Nadie habla de futuro y entre todos lo debemos construir”
En la conferencia final de las Primeras Jornadas de debate Universitario “Argentina hacia el Bicentenario”, el filósofo Tomás Abraham, entregó un análisis de la situación sociopolítica de nuestro país de cara al segundo centenario de la revolución fundacional.
La ponencia de Tomás Abraham desarrollada en las Primeras Jornadas de debate Universitario “Argentina hacia el Bicentenario” en la Facultad de Ciencias Políticas y RR.II, posibilitó una reflexión aguda sobre el estado actual de la política y la sociedad en Argentina.
Desarrollo de la democracia en Argentina
“La historia de la democracia argentina en el último cuarto de siglo ha fracasado en muchos sentidos. Las propuestas de una mejora de calidad institucional mostraron su inoperancia, en lo moral y en lo ético. Existió mucha hipocresía. La racionalidad histórica nos tira abajo. El único presidente votado dos veces y que gobernó durante años, es ahora un maldito. Esta historia marcó que comprometerse con un comportamiento político resulta dificultoso en nuestro país”
Funciones y roles de los intelectuales en política
“Qué puede hacer un intelectual para relacionarse con los políticos”.
Muchos no saben qué hacer.
Hay que plantear caminos para que puedan tener dos características al mismo tiempo y que trabajen juntos. El intelectual no tiene que trabajar como asesor, el intelectual no tiene que asesorar, tiene que encontrar su función. Hasta ahora hay un privilegio de vivir en el vació, donde puede idear mundos y criticar a los políticos. Cómo salir de la gratuidad y trabajar juntos, debería ser una cuestión a desarrollar.
Un intelectual es cualquier persona que en una sociedad ejerce una función (médico empresario, estudiante) y que piensa acerca de su práctica y la relación de su quehacer en el medio que está vinculado. Piensa su propia práctica. No basta sólo la práctica para ponerse a pensar en ella.
Complejidad actual y voluntad política
“El mundo actual es muy complejo, no es un mundo para el Che Guevara. Ustedes son futuros intelectuales que tienen que romperse el alma para adquirir conocimientos en un mundo de mercado competitivo donde para conseguir un puesto hay diez candidatos. Y deben brindar un servicio calificado para comer y dar comer. Deben ofrecer algo. Esa tarea no es meramente técnica o profesional, sino también de supervivencia. No sé si hay otro mundo más que ese. Se produce lo que se vende. Y se hace política social con lo que se capta vía fiscal y luego se lo distribuye. Ese es el mundo. Hay un mundo nuevo, como el chino o el ruso donde el capitalismo adquiere otras vías llamadas autoritarias y que están funcionando. Es lo que mejor está funcionando. Eso es lo que nosotros no queremos”
“El proceso de democratización que va de la mano con un proceso de igualación social, distribución, no solamente requiere de una voluntad emancipadora de igualar sino que también requiere otras cuestiones importantes. Requiere plata, acumulación de capital que es estatal pero no es fundamentalmente estatal. Existen muchos problemas, se deben atraer capitales privados que muchas veces son corporativos, se debe hacerlos convivir con un estado débil y que al mismo tiempo no sea sometido.”
“Actualmente hay desafíos complejos que exigen aprendizaje. Lo de atrás no sirve para proyectarnos hoy. La gran diferencia que observo en la comparación entre un centenario y el otro es que en el centenario de 1910, el famoso centenario oligárquico, se hablaba de futuro. Allí se hablaba de eso. Nosotros, en el bicentenario, perdimos ese tiempo verbal”.
Educación
“No nos creemos ni nosotros mismos. Tenemos una sociedad cínica y deprimida. Por eso se requiere un enorme trabajo sobre nosotros mismos. Un trabajo educativo cultural y político con aquellos que nos ayudan a creer. Pero educativo en serio, no de una educación liberal y lírica. Me refiero a una vinculada al esfuerzo de estudiar botánica. En la cual hoy nadie se hace cargo. Debemos enseñar cosas necesarias y no tener un secundario que es un desierto, donde los pibes no saben escribir y no creen en nada porque no hay futuro. Eso lo vamos a tener que inventar.”
Si no hay futuro, eso es un gran problema y un gran desafío a la vez. Argentina necesita de nuevas generaciones muy formadas y con la capacidad de crearlo. Nosotros, los viejos, no servimos porque somos anacrónicos y llevamos cadenas de frustración ya que siempre hemos perdido.
Problemas y necesidades argentinas
“Se necesita de una colaboración determinante. Hay que pensar en Argentina, en sus problemas serios. Nos encontramos siempre con permanentes dilemas y es muy complicado gobernar este país de esta manera. No es lícito criticar todo el tiempo hay que demostrar que se puede gobernar mejor. Hay mucha oposición que se dedica a hacer esto. En esa retórica no creemos más nada. Con esfuerzo y trabajo se puede hacer cosas en un terreno de progresismo. Eso lo tenemos que construir. Eso es lo que había en el centenario anterior.”
“Hace 100 años se hablaba de inclusión política ahora de inclusión social. Es un país distinto donde en lugar de hablar de inclusión social habría que decir pobreza permanente. Crear trabajo, distribuir, capitalizarnos, que cada ciudadano tenga todos sus derechos, eso es un desafío de gigantes. Hay que avanzar en este camino, que recién estamos empezando a caminar.”
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 5 meses
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