Ari Paluch Periodista
Recién llegado desde Albany donde debió cruzarse con el gobernador Paterson, con quien mantiene por estas horas una polémica en torno a si este debe presentarse o no para las elecciones del año entrante, Barack Obama se bajó del Air Force One.
Por la tarde grabó una entrevista con David Letterman en la que pidió disculpas a la gente de la ciudad de Nueva York.
Terminada la nota donde volvió a defender su proyecto de reforma de salud que no incluye a indocumentados, Mr President se fue a jugar al básquet con amigos a una cancha ubicada en una iglesia cercana.
A diferencia de Cristina y la izquierda vernácula que le dice que no a Terrabusi, el moreno por lo menos se conduele de los pobres automovilistas, más allá de que su gentileza no sirvió en nada en las horas en la que la ciudad colapsó, especialmente en el Midtown.
La presencia de un centenar de celebridades como presidentes, reyes y primeros ministros, junto a sus respectivos equipos de seguridad, sumado a manifestaciones de protesta o adhesión, depende de quien se tratara, hizo de Manhattan durante tres días una réplica superadora de la recordada Autopista del Sur de Cortázar.
Puestos a escoger automovilistas y peatones, no sabían que era peor si los embotellamientos o el ulular de las sirenas que permanentemente atronaban entre el Central Park y el Downtown.
En medio del caos de tránsito generado por las presencias estelares de quienes asisten a una nueva Asamblea General de la ONU, figuras como Chávez, Khadafy y el presidente iraní Ahmadinejad, se llevaron la principal cobertura de la media local. El bolivariano se mostró orgulloso por el operativo de engaño por él pergeñado, que permitió que su discípulo Zelaya volviera a Honduras, Chávez se mofó de Micheletti a quien llama ‘Gorileti‘, y comentó sus travesuras acompañado de Evo Morales, a Oliver Stone, quien sonreía de manera cómplice.
En su alocución en la ONU, Chávez elogió al cineasta, volvió a promocionar a Galeano y gritó, constitución Bolivariana en mano que en Sudamérica hay una revolución.
Volviendo a Khadafy, algunas frases como “estaríamos contentos y felices si Obama se quedara para siempre como presidente de los EE.UU.” y “la gripe A fue creada en un laboratorio, después se les fue de cause y ahora está fuera de control porque lo que realmente se quiso hacer es usarla como un arma militar”, fueron la comidilla de la prensa local y sirvieron para renovarle la membresía al “club de los locos”.
Su compañero, el otro Mad Men, como gustan llamarlo por aquí, es el mencionado Mahmoud Ahmadinejad quien definió a la ONU como “un títere de los países occidentales" y que fue objeto de varias protestas durante su presencia en la gran manzana.
A todo esto crece la psicosis por temor a nuevos atentados.
Esta semana luego de que se habló de un complot que Al Qaeda estaría preparando contra los transportes públicos de este país en la estación de buses de la calle 42, conocida como Port Authority, un bolso olvidado por un pasajero, generó una evacuación gigantesca que derivó en que por varios minutos la terminal se viera paralizada.
Tal vez no tan paralizada sigue la economía, más allá que se anuncia ‘la llegada de la partida’ de la crisis, el desempleo sigue alto y una larga cola de aspirantes a un par de posiciones en el Madison Square Garden hizo pensar que quienes se acumulaban en la fila, lejos de pugnar por un puesto de trabajo, procuraban tickets para ver un recital de los sesenta que alguna vez allí hiciera Elton John o para volver a ver la ‘pelea del siglo’ que protagonizarán en el Madison Joe Frazier y Muhamad Alí.
Luego de que la temporada de venta de artículos escolares para el inicio de clases estuviera por debajo de lo esperado, los principales supermercados rompieron el almanaque y ya exhiben productos navideños en pleno septiembre, con temperaturas en la calle más propias de agosto que del gélido diciembre.
A todo esto, más allá de los esfuerzos de nuestra Presidenta para defender en la Universidad de Nueva York su peculiar ‘Ley de Medios’, aquí estos no se muestran muy convencidos y algunos siguen llamándola ‘Ley mordaza’, afortunadamente la que no está amordazada es nuestra Presidenta que hizo gala del supuesto crecimiento de la economía de su país, aunque tuvo el tino de no compararla con Disneylandia.
De todos modos, no sería extraño que el día que el ‘congelado’ Walt resucite, contrate a los dibujantes del INDEC, que tienen más fantasía e imaginación que los de Orlando.
Mientras que Nueva York se despedía de la 64´ Asamblea General de las Naciones Unidas, la emoción se mudaba de estado, en Pittsburgh, Pennsylvania, los globofólicos de turno se enfrentan a la policía en medio de una lluvia de gases como muestra de repudio a la reunión del G-20, del que nuestro país forma parte.
Mitchelle Obama tendrá a su cargo entretener a las esposas de los presidentes, menos mal que no viajó Néstor, sino hubiera tenido que tomar el té y jugar a la canasta con diecinueve primeras damas. A todo esto, preocupados por los incidentes previamente mencionados, allegados a la Presidenta, manifestaron su temor por la lluvia de gases, pero aclararon que estos no fueron subsidiados por el estado argentino.
Hecha la aclaración, me doy por satisfecho y concluyo mi relato.
Se me va el vuelo de Lan, hasta la semana que viene.
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
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