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Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 10 de enero de 2010

La programación sectaria y el proceso de formación

Sabemos que toda experimentación con la conducta humana siempre despierta gran interés y si bien hay cuestiones que distan mucho del origen de su estudio o comprobación, porque nunca estarán totalmente resueltas, de igual forma suelen emplearse, siempre serán avaladas por los grupos sectarios para aplicarlas, objetando o adaptando dichas cuestiones si para sus objetivos resultaran efectivas.

Skinner consideró que la conducta se forma a través de una serie de aproximaciones sucesivas, por el refuerzo selectivo de ciertas conductas y no de otras; así la conducta es elevada gradualmente hacia la pauta deseada.
En el entrenamiento con animales, demostró la llamada “formación” (shaping): comenzaba por privarlos de alimentos y alterar su dieta, hasta que pesaran el 80% de su peso normal; utilizaba además ruidos secos para que asociara con el recipiente que lo alimentaría. Este “entrenamiento por depósito” comenzaría la “formación”.
No es necesario aclarar que esta privación alimentaria y el empleo de cánticos, sonidos monótonos, música constante previamente preparada, es empleada por numerosos grupos sectarios.

Cuando se instruye a un sujeto, toda vez que éste, diga una palabra y el
”experimentador” acote algo durante el encuentro, el sujeto dirá cada vez una mayor cantidad de palabras similares a las acotadas y cuando cese la expresión, declinará la frecuencia; un simple refuerzo de conducta condicionada.
Así demostró el efecto del refuerzo sobre la conducta humana y la llamó “condicionamiento verbal”

Sabemos que al ingresar a una secta,los sujetos aparentemente hablan espontáneamente como si se tratara de una situación de experimentación skinneriana.
El “interlocutor” (líder o reclutador) dirigirá esta conversación (aparentemente espontánea) y expresará interés y aprobación, por ejemplo ante una opinión de la vida íntima del emisor.
Si el interlocutor-adiestrador no reacciona ante otras expresiones, la “opinión” se hará cada vez más frecuente durante la conversación, condicionamientos verbales que, como cualquier técnica de entrenamiento, modificará la conducta verbal reforzando la respuesta buscada y no otra.
Esto depende de la habilidad del interlocutor y de la frecuencia de los encuentros, pero siempre será importante para fijar la utilización de términos exclusivos de la secta, conceptos u opiniones que se desean instaurar desechando aquellos que no serán útiles, por ej. la verdadera historia personal del individuo o sus anteriores creencias.

Por otro lado los sujetos que se dejan inferir por refuerzos verbales aducen, en mayor o menor medida, que de alguna forma se consideran influenciados pero experimentan la sensación de estar dirigiendo ellos mismos sus reacciones; y así, parcialmente inconciente, el sujeto permite que se siga operando en él.

Normalmente sería importante considerar si el sujeto reaccionó a este procedimiento condicionante.
Obviamente en las sectas será importante descartar este paso porque jamás respetarán el hecho de que la persona no tenga conciencia del proceso que se ejerce sobre su conducta.
En ocasiones esto nos dificulta determinar con precisión el grado de influencia del líder o del grupo.

El refuerzo puede producir la conducta que se propone el “experimentador”, fortalecerla para que se produzca en el momento adecuado (si ocurre frecuentemente y es reforzada ocurrirá más frecuentemente) y además producir una conducta de la que ni si quiera tiene una idea anticipada.
Cada conducta se reforzará así continuamente dentro de un círculo vicioso, un funcionamiento automático del refuerzo.
Por ello los llamados telefónicos continuos, mensajes y/o correos de gente del grupo, reuniones y encuentros constantes, imágenes, objetos, lecturas, etc.

Es oportuno aclarar que para Skinner, gran parte de las creencias del hombre dependen probablemente del aprendizaje supersticioso, aprendizaje no planeado que se concreta mediante un refuerzo accidental.

La conducta supersticiosa se aprende por frecuencia, de otras personas y de circunstancias “casuales”.
Cuando la gente cree que su fe en ellas fue validada por la experiencia de otros, sigue la pauta de aprendizaje descrita.
Por ej., cada vez que se visite al sanador y luego se produzca un resultado laboral favorable, ante una próxima situación similar, volverá a visitar al sanador; y si él a su vez afirma que el éxito fue producto de la visita, aplicará la “convicción”, entonces la conducta se reforzará.
Los líderes y reclutadores sectarios cambian el refuerzo y las relaciones específicas de las que depende para hacerlo depender directamente de objetivos preestablecidos.

El trabajo de Skinner, “profeta” de la aplicación de la ciencia a los problemas humanos, también incluye la descripción de una “comunidad utópica” que llamó Walden ll, en la cual los principios del aprendizaje se utilizarían para crear una forma más ideal de organización social:
-¿Qué hace una persona que no nos agrada y qué desearíamos que hiciera?

Una vez establecido esto, podríamos ocuparnos de extinguir las conductas indeseables y reforzar las deseables.
De alguna manera es el fundamento de las técnicas psicoterapéuticas de modificación de conducta, pero en las sectas toda aplicación es a la inversa.
Tal vez por esto muchos grupos sectarios requieran de psicólogos y profesionales de la conducta humana, como si así se avalara “programar” al otro para extinguir en él lo no deseado y permitiera continuar el camino de la “experimentación humana”

Una “educación programada” que no fue restringida tan solo a pruebas de laboratorio con animales, que se demostró como la forma de tratar la “conducta anormal” reducida al agrado, desagrado, rechazo o aceptación ¿de quienes?
Criticada, considerada y aplicada en su tiempo, dio origen a especulaciones acerca de la organización de la sociedad con énfasis en el control preciso (preciado para algunos) de la conducta individual.

La modificación de la conducta se presta a críticas por su carácter superficial, pero las sectas sólo se interesan por los resultados en la superficie.

Todo cuanto se investiga supuestamente es para facilitar cierto progreso, pero termina aplicándose a la inversa para destruir el desarrollo, queda entonces el interrogante:
- ¿El proceso de formación y la programación sectaria son una coincidencia casual o el primero es inspiración para la segunda?

Mara Martinoli
http://apgargentina,blogspot.com

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