Me refiero concretamente a la discriminación que implica el hecho de que la pena correspondiente al delito de homicidio , y más aún en el caso de que este fuese perpetrado con premeditación, alevosía, y asociación ilícita, es muy superior a la que se aplica (si es que alguna vez se aplica) a los profesionales que mancillan la dignidad de su profesión del "arte de curar" usando de sus conocimientos para la mercenaria faena del "arte de matar"
Entiendo que las penas previstas por la ley para los profesionales actuantes en estos casos deben ser por lo menos exactamente iguales a las aplicables para el caso de víctimas adultas.
Santiago Floresa
Juncal al 1800
Capital Federal

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