Sorpresivo giro
Por Mariano De Vedia | LA NACION
La Armada dio marcha atrás con la decisión de pasar
a retiro obligatorio al capitán de fragata Marcelo Toulemonde, que había sido
sancionado "por no controlar a su esposa ", que intervino a los
gritos durante un acto presidido por Cristina Kirchner.
Según pudo saber LA NACION de fuentes castrenses, la
decisión fue adoptada la semana pasada por el jefe de la Armada, almirante
Jorge Godoy, luego de recibir el informe de la Junta Superior de
Calificaciones, que analizó el pedido de reconsideración y la documentación
presentados por el marino.
La repercusión alcanzada por el polémico pase a
retiro de Toulemonde, que tomó estado público por una nota publicada en este
diario el 24 de noviembre, excedió a la fuerza y obligó al almirante Godoy a
constituir una junta especial para revisar el caso.
Por considerarlos "nulos de nulidad
absoluta", basándose en nuevos elementos de juicio, el jefe naval dejó sin
efecto el pase a retiro y la sanción por desobediencia que se le había impuesto
al capitán de fragata a mediados de este año, cuando concurrió sin autorización
de sus superiores al Ministerio de Defensa para averiguar por qué se frenaba el
trámite administrativo de su ascenso al grado superior.
Toulemonde había sido pasado a retiro luego de
recibir un apercibimiento y sucesivas sanciones a raíz de que su esposa, la
ingeniera Mónica Liberatori, reaccionó en un discurso de la presidenta Cristina
Kirchner en el Colegio Militar y gritó para reivindicar al coronel Argentino
del Valle Larrabure, secuestrado por el ERP en agosto de 1974 y muerto después
de un año de cautiverio.
La reunión de los jefes navales que reconsideró el
caso se celebró el lunes 5 de este mes en la máxima reserva.
El resultado fue
notificado al marino la semana última, al ser citado para una reunión con el
director general de Personal de la Armada, vicealmirante Alvaro José Martínez.
Si bien se le quitaron las sanciones y se dio marcha
atrás con el retiro, queda pendiente la definición de la situación de revista
del marino y su eventual destino.
A ello se suma la posibilidad de que, al
quedar "limpio" su legajo, se reactive en la propia Armada el pedido
de ascenso retroactivo, que había sido denegado por el Ministerio de Defensa.
Ante una consulta de LA NACION, voceros de la
cartera que conduce Arturo Puricelli indicaron: "se trata de un tema
administrativo que sustancia la Armada con sus tiempos y reglamentos". En
tanto, fuentes de la fuerza naval explicaron que no se iba a brindar
información oficial porque "es un tema interno y no hay nada que declarar".
La reserva del caso Toulemonde llevó, incluso, al
jefe de la Armada a no admitir un pedido que había planteado la diputada
nacional Patricia Bullrich (Unión por Todos), que integra la Comisión de
Defensa de la Cámara baja, para presenciar la reunión de la junta constituida
por los altos jefes navales para reconsiderar la situación de Toulemonde.
No obstante, según pudo saber LA NACION, en un
diálogo que Godoy mantuvo con la diputada Bullrich, el jefe de la Armada
admitió que había sido "un error" la sanción impuesta al capitán por
los dichos de su esposa.
"Existe una clara actitud discriminatoria y
notoriamente tendenciosa de parte de quienes sancionaron al capitán Toulemonde
por los dichos de su esposa", escribió la legisladora Bullrich, en una
carta dirigida al ministro Puricelli, que tampoco cursó respuesta.
La diputada consideraba preocupante que "en la
Argentina del siglo XXI no se comprenda que las libertades individuales deben
ser protegidas" y que el Estado pueda "juzgar a una persona por los
actos de otra"
CALVARIO
"Vivimos
un calvario de persecuciones", había relatado a LA NACION la señora
Liberatori de Toulemonde, cuya reacción frente al discurso que la presidenta
Cristina Kirchner pronunció en el Colegio Militar el 22 de diciembre de 2007
fue el origen de una sucesión de represalias contra el oficial naval, que llegó
hasta la decisión de disponer el retiro forzoso.
En ese
acto egresaba como guardiamarina el hijo mayor del marino sancionado, Agustín
Toulemonde. Otro hijo, Matías, también siguió la carrera naval y se graduó con
el mejor promedio a fines de 2009, ocasión en que la propia Presidenta de la
Nación le entregó el sable de egresado.
Tras
aquel incidente, Toulemonde fue relevado de la jefatura del Arsenal Naval de
Mar del Plata y el Ministerio de Defensa le imputó una serie de
responsabilidades en supuestas averías en el Buque Hidrográfico Puerto Deseado
y el presunto incumplimiento de tareas de control y supervisión del buque, que
finalmente fueron desestimadas.
"Todas
las sanciones, incluso la de desobediencia por intentar ver el expediente en el
Ministerio de Defensa, calificada de gravísima, quedaron sin efecto y
teóricamente el legajo de Marcelo estaría intacto y en condiciones de ser
considerado para un futuro ascenso", interpretó su esposa Mónica, ante una
consulta que le hizo
LA
NACION
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