Según la consultora Finsoport, la Argentina enfrenta una situación crítica de su deuda pública debido a "una gestión absolutamente torpe en materia financiera”.
“Bajo estos conocidos parámetros, una crisis de la deuda pública es un hecho inesperado, exclusivo de la Argentina, dentro del continente latinoamericano y que sólo obedece a una gestión absolutamente torpe en materia financiera, que ha privilegiado consignas políticas de vuelo bajo poniendo al país en una situación que afecta no sólo el crédito público internacional, sino muy especialmente el acceso de las empresas argentinas a financiamiento externo", explica el estudio.
CIUDAD DE
BUENOS AIRES (Urgente24) -
La Argentina enfrenta una situación crítica de
su deuda pública debido a "una gestión
absolutamente torpe en materia financiera", según publicó en un informe este miércoles
(21/11) la consultora Finsoport.
El análisis sostiene que la relación entre la
deuda y el PBI es del orden del 40%, lo cual considera que es "una
proporción baja en comparación con otros momentos históricos y muy similar a la
de otros países de América Latina".
"Bajo estos conocidos parámetros, una crisis
de la deuda pública es un hecho inesperado, exclusivo de la Argentina, dentro
del continente latinoamericano y que sólo obedece a una gestión absolutamente
torpe en materia financiera, que ha privilegiado consignas políticas de vuelo
bajo poniendo al país en una situación que afecta no sólo el crédito público
internacional, sino muy especialmente el acceso de las empresas argentinas a
financiamiento externo", explica el estudio.
El informe además indicó que la deuda pública
argentina creció alrededor de un 40% desde su renegociación, y explica que ese
aumento ha sido en gran parte "merced a aportes de diversos organismos del
Estado y del Banco de la Nación Argentina, y fundamentalmente del Banco Central
de la República Argentina".
En este sentido, la consultora advirtió sobre
"un rasgo reciente" que va adquiriendo el crecimiento de la deuda, que
es "un descenso de la relación entre el crecimiento de las reservas y el
aumento de la deuda pública".
Además, detalló que los compromisos de pago de la
deuda en moneda extranjera en 2013 ascienden a 6.153 millones de dólares, que se
dividen en partes similares entre intereses y amortizaciones de capital.
"Esta cifra no debería representar una
situación crítica. Pero fiscalmente el gobierno no logra, desde hace tiempo,
acumular el superávit fiscal para acceder a las reservas internacionales del
Banco Central sin inundar el balance de dicha institución con un cúmulo de
títulos públicos a largo plazo que quedarán como herencia de futuros
gobiernos", explicó.
Asimismo, sostiene que "el deterioro de las
relaciones financieras con el exterior y la pérdida de competitividad de la
economía generaron primero la crisis cambiaria del año pasado, que implicó una
abundante pérdida de reservas".
Sin embargo, proyectó que para el cierre de
este año "probablemente habrá una caída adicional de las reservas del orden
de los U$S 3.800 millones", pese a las múltiples restricciones impuestas
sobre el mercado.
Según su visión, la caída de reservas podría
"cesar" en el 2013 debido a un mejor desempeño de las exportaciones por
la recuperación de las ventas agropecuarias al exterior y a Brasil, entre otros
factores, aunque condicionó esa situación a que el gobierno "no agrave el
clima de desconfianza que existe en todos los mercados hacia nuestro
país".
"Es una oportunidad que no debería perderse.
De lo contrario, la sangría de reservas del Banco Central no podría ser
compensada por suficientes ingresos del exterior", finalizó.
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