Por: Rubén Lasagno
La impostura del
presidente Alberto Fernández en el acto de Ensenada donde pretendieron dar un
mensaje de unidad, tan unidos que no respetaron el distanciamiento social, ni
la colocación del barbijo, ni los DNU que firma el propio mandatario, es la
imagen patética del rejunte convalidada y representada en la práctica, por el “Pata”
Medina y sus hijos tratando de acercarse a Alberto para que lo indulte.
La imagen del presidente sentado, blandiendo el dedo para reafirmar sus palabras, el viento que le revolvía los escasos pelos que le quedan, la cara regordeta coloreada por el nerviosismo de su actuación, la voz destemplada y por momentos temblorosa, mientras a su lado la vicepresidente enmascarada con barbijo, un poncho, con los dedos entrelazados y levemente inclinada hacia el presidente con la vista clavada en el orador, daba la sensación de la profesora que está esperando el yerro del alumno y al presidente esforzándose por dar una lección de dureza partidaria, elevando la voz, enojándose y esforzándose por quedar bien con la dama, fue la imagen más patética de la política oficialista, comparable a la de Fernando de la Rua, cuando golpeaba la mesa en el programa de Mariano Grondona, luego que el conductor le dijera que le gustaría ver a un presidente que golpeara la mesa para imponerse.
El Presidente Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof
Sin
duda el actual gobierno kirchnerista es el peor de las 4 etapas que les tocó
estar en el poder (aunque la de los 12 años fue una cleptocracia) y Alberto
Fernández el peor presidente de la democracia.
Con esto claro, visualizando la canibalización del propio cuerpo partidario que llevan a cabo La Cámpora y Cía, en la desesperación por retener el poder, ya lograron retrasar las elecciones, ahora pretenden conseguir que el Congreso les otorgue poderes especiales para reforzar el madurismo que llevan adelante y han dicho sin bozal mediante que el único “plan” es sostenerse con la emisión y el déficit, es decir, están llevándonos a una hiper, de la cual ya tenemos no solo experiencia sino conocimiento empírico de cómo termina.
Ni Fernando De La Rúa se animó a tanto dislate, desmanejo y corrupción.
Y
el presidente Alberto Fernández en la foto de Ensenada, donde están todos
amontonados y Carla Vizzoti diciendo que “es la persona que más sufre estas
situaciones”, es la imagen del propio gobierno, cayendo en sus mentiras, sus
simulaciones y sus patéticas contradicciones.
A
estas alturas podemos decir que el más fuerte contendiente que tiene el Frente
Para La victoria en las próximas elecciones, es el propio Frente Para la
Victoria.
El auto canibalismo
los condena, la corrupción los visibiliza y la ineptitud los eyecta.
Por
eso la foto del presidente que mostramos en portada, quien ya no disimula sus
hilos, es una postal de que este gobierno nacional no es bicéfalo, lo conduce
una sola persona: Cristina Fernández.
(Agencia
OPI Santa Cruz)
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