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Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 15 de junio de 2021

CARADURA

Por: Rubén Lasagno

“En nombre de tanta gente que no se vacunó por miedo, en nombre de los trabajadores de la salud: por favor, dejemos la vacuna y la pandemia fuera de la disputa política y contribuyamos a que no haya tantos contagios, a que la gente quiera vacunarse”, dijo Cristina Fernández en un acto en La Plata.

Una mujer cuya caradurez, no solo se limita a negar sus delitos ante propios y extraños, sino que se anima a elaborar frases absolutamente en contra de la mala praxis política que ella misma manda a generar en el ámbito social y político del país y de nuestra provincia.

“En nombre de tanta gente que no se vacunó por miedo…”, dijo y la realidad no es la que ella pretende establecer. La gente quiere vacunarse, pero no hay vacunas.

A estas alturas no hay miedo por las vacunas, sino que el miedo es por quienes las manejan, compran y distribuyen.

Su tercer gobierno no ha sabido, no ha podido ni ha querido que el pueblo argentino se vacunara normalmente.

Hicieron las cosas mal, negociaron solo con Rusia que no puede abastecer de vacunas, rechazaron vacunas de otras procedencias, compraron poco y tarde y armaron un affair con Pfizer, donde no están exentos los retornos y seguramente que no se han puesto de acuerdo en las coimas, aunque, claro está, todos lo niegan.

Obvio, es muy raro que el chorro reconozca que roba.

“…en nombre de los trabajadores de la salud…” dijo CFK, sin embargo no rogó por los trabajadores de la salud cuando su gobierno se robó las vacunas, su grupo político “La Cámpora” se vacunó ante todo y todos, defecando sobre el personal de salud del país, a quienes les deben las vacunas, a pesar de ser los que están en riesgo  y no son los ñoquis del gobierno que se vacunan como verdaderos “ventagitas” apañados por el kirchnerismo adúltero y rapaz.

“…dejemos la vacuna y la pandemia fuera de la disputa política…”, prosiguió la vicepresidente;

¡Justo ella!, la autora intelectual del uso permanente de los recursos del estado para afectar a la campaña, a fin de sostener el poder en la Cámara de Diputados en las elecciones de medio término, porque ve el destino final que tendrá la camarilla de diputados K, a quienes el noviembre se les terminará el curro legislativo y temen que la Omertá se rompa.

¿Justo ella, viene a pedir no hacer uso político de la pandemia y la pandémica?, es como si Barreda pidiera que no olvidemos conmemorar y festejar el día de la familia.

El presidente testimonial Alberto Fernández es quien está haciendo desde el principio un uso claro y concreto de la pandemia, tanto para gobernar bajo DNU, como para manipular las instituciones a su antojo, hacer negociados a discreción con las contrataciones directas, los sobreprecios, los planes sociales, los fondos que les dan a “las cooperativas” de Grabois para que se enriquezcan con la plata pública y ni hablar de la compra de las vacunas, una corrupción atroz, que espero algún día sea investigada y vayan presos.

Como si todo lo dicho fuera poco, la caradurez de esta señora llegó al límite de armar la siguiente frase:

“Libertad para mí y que se joda el resto no es libertad, que le vayan a contar a otros”, lo que se dice un verdadero acto fallido.

Precisamente ese principio con el que CFK pretende aleccionar a la oposición y a los que ella considera son “anti vacunas” por oponerse al vacunatorio VIP y a la corrupción con la compra de vacunas en el mundo, es el objetivo fundamental por la cual la vicepresidente ha llegado al poder: para lograr libertad para ella y el resto de toda la sociedad, que se joda.

(Agencia OPI Santa Cruz)

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