"Si tuviera otra edad, me sumaría a la resistencia contra las fuerzas de Putin, el nuevo Hitler", dice un sobreviviente del Holocausto en Ucrania
Elisabetta Piqué
Corresponsal
de LA NACION
La comunidad judía en la ciudad portuaria de Odessa, brutalmente atacada por el ejército ruso, revive el horror de la Segunda Guerra Mundial con la ofensiva rusa y remarca una paradoja histórica
ODESSA.- Están atónitos, shockeados, incrédulos.
Los
judíos de Odessa, una comunidad histórica, legendaria, de la "perla"
del Mar Negro y el mayor puerto de Ucrania, no pueden creer lo que está
sucediendo.
Las
imágenes de espanto que llegan de la localidad de Bucha, localidad al norte de
Kiev que el ejército ruso ha dejado sembrada de cadáveres maniatados y fosas
comunes, los dejan sin palabras, mudos.
Pero
también las imágenes de destrucción de Mariupol, ciudad portuaria mártir sobre
el Mar de Azov, donde también se han denunciado fosas comunes y otras
barbaridades.
"No
puedo creer que en el año 2022 todavía puede haber semejante terrible
catástrofe como estamos viendo en Bucha...
Pero
no es sólo Bucha, también es Mariupol...
Personas
que salieron de Mariupol me contaron unas historias tan terribles que no podía
creer...
Escucho
lo que me cuentan, veo las imágenes y no lo puedo creer, porque son historias
como las que leí en libros, que están sucediendo hoy!", dice,
gesticulando, el rabino Abraham Wolf.
"¡Es
catastrófico, el mundo tiene que detenerse, llorar y decir 'paren esta
catástrofe'...
Es increíble, estoy shockeado y creo que tenemos que hablar de esto", insiste el líder de la comunidad judía ortodoxa Chabad de Odessa, agarrándose la cabeza, en una entrevista con LA NACION en su oficina del segundo piso de la sinagoga Chabad de la ciudad.
"El
mundo tiene que detenerse, llorar y decir 'paren esta catástrofe'"
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