"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 22 de junio de 2008

¿Hasta dónde puede llegar la depreciaión del dólar?, por Ismael Bermúdez/Clarín

LA DISCUSION POR EL TIPO DE CAMBIO DIVIDE LAS AGUAS ENTRE LOS ANALISTAS Y LAS EMPRESAS
¿Hasta dónde puede llegar la depreciación del dólar?

Economistas y empresarios evalúan el impacto de una mayor baja de la moneda estadounidense. El debate económico del momento.


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Ismael Bermúdez
ibermudez@clarin.com


Si en 2002 en la Argentina se discutía hasta cuánto podía subir el dólar, ahora el debate se invirtió. La pregunta que envuelve a funcionarios, empresarios y economistas es hasta cuánto podría caer, y esto después de haber ya retrocedido durante el 2003 de los 3,40 a 2,90 pesos.

A la caída del valor de la moneda estadounidense se agrega que los precios internos siguieron subiendo, con lo que ahora con un dólar en la Argentina se compra mucho menos que meses atrás. En cambio, se abarató la compra de los bienes importados. Y los que tienen alguna deuda en pesos, ahora deben más dólares y los endeudados en dólares necesitan menos pesos para cancelar sus deudas.

Sin pagos al exterior por la parte de la deuda "en default", con importaciones en ascenso pero todavía por debajo de los niveles históricos, con exportaciones favorecidas por los precios internacionales récords, con tasas internacionales muy bajas y con muchos argentinos con ahorros bajo el colchón, en la Argentina "sobran" dólares. Entonces, todas las miradas apuntan al Banco Central. ¿Qué hará Alfonso Prat Gay: comprará todos los dólares que se ofrezcan o dejará que siga cayendo su cotización? ¿Se trata de un fenómeno transitorio o el peso se irá apreciando en los próximos años? ¿En ese caso, podría frenar el repunte económico o le daría nuevos bríos a la actividad económica?

La cotización del dólar es una variable clave para decidir una inversión, cerrar un contrato de exportación o fabricar un producto. Y también para los acreedores, ya que un peso que se revaloriza, con el mismo superávit fiscal de 3% del PBI, le permite al Gobierno comprar más dólares para cumplir con los servicios de la deuda. A esta cotización, los 15.000 millones de pesos de superávit fiscal de este año, más el de las provincias, se acercan más al 4% del PBI, reclamado por el Fondo, que al 3% ofrecido por el Gobierno.

"Acá tenemos un conflicto entre el tipo de cambio requerido para pagar la deuda, que tendría que ser lo más bajo posible, y el necesario para impulsar el crecimiento de la economía argentina, que debería ser lo suficientemente alto como para incentivar la producción y la exportación", responde de entrada Jorge Schvarzer, director del CESPA (Centro de Estudios de la Situación y Perspectivas de la Argentina), de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

A eso se agrega, dice Schvarzer, la "presión brasileña", sobre todo con productos industriales. "Nosotros estamos acostumbrados a mirar el cambio peso-dólar, y ahora un poco más, como el dólar se devaluó, el tipo de cambio con el euro. Pero la relación peso-dólar no alcanza. Estamos más devaluados respecto al euro pero más o menos equilibrados respecto al real".

Schvarzer opina que el dólar en torno a 3 pesos es el equivalente al tipo de cambio histórico que tuvo la Argentina, en promedio, en la década del 60, 70 y 80. Mientras tanto cambió la productividad. ¿Entonces el nuevo tipo de cambio tiene que ser igual al histórico o acomodarse a las nuevas normas de la productividad de la economía? "Acá hay variaciones de 10% a 20% que a mi juicio se prueban en el mercado", explica.

—¿Y cómo ve el papel del Banco Central?

—El Banco Central propuso una política monetaria en base a metas de inflación. Significa que les preocupa más la inflación que el tipo de cambio. O sea, si hace falta parar la inflación van a ayudar a bajar el tipo de cambio.

Schvarzer se inclina por prioriza el tipo de cambio porque asegurar la estabilidad del tipo de cambio asegura que haya poca inflación también. Y sostiene que hay sectores que ya protestan muy fuerte con la baja del dólar.

Pero agrega: "Estamos en una economía donde no hay información y no se conocen las estructuras de costos. Cuando los textiles dicen que no pueden competir, ¿quieren ganar el 30% o están perdiendo plata?. No lo sabemos Lo mismo pasa con el resto".

Schvarzer cuestiona, como sostienen algunos economistas, la idea de que si se aprecia el peso se fortalecería el mercado interno. " No, favorecería la importación y no al mercado interno", responde.

Luciano Laspina, economista de Macrovisión, tiene otra opinión. "Tanto para Economía como para el Banco Central, dólar alto es sinónimo de crecimiento y estabilidad cambiaria. Pero algo de apreciación real del peso es razonable dado que la Argentina está en niveles regionales e históricos superdepreciados. Y sería bueno para la reestructuración y sustentabilidad de la deuda. Además, la recuperación basada en la sustitución de importaciones está agotada y ahora el consumo doméstico, y algo de inversión, está empujando la rueda. Así que más apreciación, que podría implicar suba del salario real y más consumo, también es deseable".


Colchón de reservas

El economista Marcelo Lascano estima que 2,80 pesos por dólar sería hoy una cotización razonable. "Descontada las retenciones se aplican a las exportaciones, da un dólar efectivo más bajo, muy cercano en términos reales a la convertibilidad".

Lascano plantea que "el Banco Central tiene que seguir comprando porque, además, hay que hacer colchón con reservas genuinas ya que las cosas no andan bien en la escena internacional". Y enumera: EE.UU. está en serios problemas por Irak y la Argentina tiene serios problemas con Chile y va en camino de tenerlos con Uruguay. "Estamos muy aislados y el Gobierno pareciera que perdió el libreto. Agotado el tema de las reivindicaciones morales, el gobierno pareciera que está indeciso. Y con la crisis energética, no hay ninguna advertencia a la sociedad para que cuide el consumo de gas y de energía", explica Lascano.

"Los mismos que meses atrás decían que el dólar no tenía techo, ahora dicen que no tiene piso", arremete Héctor Valle, director de FIDE, quien considera que hay un problema estacional y el Banco Central no emite todo lo que sería preciso y no quiere absorber la emisión adicional para que no suba la tasa de interés. Valle cuestiona la estructura oligopólica de la oferta que no permite que el retroceso del dólar se traduzca en una reducción de los precios internos.

También Miguel Bein, ex Secretario de Política Económica, advierte que "dejar bajar demasiado la cotización nominal no es una buena señal para quienes tienen que tomar decisiones de inversión a mediano plazo. Argentina tiene un problema de falta de dinamismo en las exportaciones de productos diferenciados: las mejoras tienen que ver o bien con el precio del petróleo o con el boom de la soja. Si bien el tipo de cambio no es el que decide la suerte de las exportaciones, porque depende del dinamismo de las economías a las que se exporta, introducir señales de que el dólar se va a apreciar en términos reales muy rápidamente, no me parece conveniente para esta etapa de la economía argentina".

No obstante, Bein explica que "hay un problema puntual en este segundo trimestre: hay 9.000 millones de dólares de exportaciones y 5.000 millones de importaciones, o sea un excedente de 4.000 millones de dólares". El año pasado pasó lo mismo pero "se pudo absorber porque la fuga de capitales no se había frenado y el precio de la soja estaba en plena suba y los productores retuvieron la cosecha para venderla varios meses después. Además, el Banco Central recién había empezado su política de expansión monetaria y los agregados monetarios todavía estaban en niveles un poco bajos".

Bein observa que como en el segundo trimestre habrá un superávit fiscal de 5 mil millones de pesos, el Tesoro podría comprar unos 1.800 millones de dólares y el Banco Central otros 1.000 millones vía expansión monetaria. Aún así, quedaría un desfase. La clave pasa por una intervención muy fuerte del Banco Central y de la Tesorería.

—¿Cuál es el dólar de equilibrio?

—La estabilidad macroeconómica en la Argentina —dice Bein—, en épocas de incertidumbre requiere de un dólar un poco más alto que el de equilibrio que, en este momento, no existe porque hay una parte de la deuda en default, y no están entrando capitales. Recién en el 2006 podríamos tener una balanza de pagos normalizada.

Bein no cree que en el corto plazo EE.UU. aumente la tasa de interés. "Y si se diera, la suba sería moderada. Para la economía argentina el nivel de impacto sería muy bajo. Distinto es el caso para Brasil, porque está plenamente inserto en el mercado de capitales y necesita renovar permanentemente su deuda importante".

Javier Alvaredo, de MVA Macroeconomía, para quien el problema de la cotización del dólar es estacional, de 3 o 4 meses, considera que está bien que el Banco Central intervenga para tratar de morigerar un poco las oscilaciones típicas de este mercado. "De acuerdo al Programa Monetario, lo podría mantener en un nivel no más bajo de 2,75 pesos, con tranquilidad, y aflojar las restricciones que hay para los movimientos de fondos al exterior, pero sabiendo que es un camino de ida, además, porque la regularización de la deuda también puede generar una fuente de demanda de divisas".

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