"No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente ” Francis Bacon
¿De Dónde Debe Salir el Buen Ciudadano?
En la escuela pública y, desde luego, en la escuela privada, se debe formar a los estudiantes como personas decentes, con sentido moral y, en el campo cívico, como buenos ciudadanos.
Es decir, no es concebible que salga de la enseñanza primaria y secundaria una persona que quizás fue sobresaliente en ciencias y en letras pero que como ciudadano es sumamente deficiente.
Los que dirigen la instrucción y, sobre todo, la educación que implica algo más trascendental que la información, deben estar claros de la necesidad de que la única escuela metódica para formar ciudadanos es la escuela común y corriente, ya sea privada o pública.
Se dice escuela común y corriente para que no se crea que se trata de una escuela especializada en la formación del ciudadano.
Las autoridades máximas que rigen esas escuelas, tienen el deber de empeñarse en que, al menos en lo que respecta a conocimientos, el que se gradúa en ellas sepa cuáles son los requisitos para ser buen ciudadano, incluyendo para ser buen empleado público o funcionario, si ese es el caso.
Es decir, debe saber en este último ejemplo todo lo necesario con respecto a la honradez, a la manera de servir a la sociedad, tanto en el trato personal como en lo que tiene que ver con la capacidad para el desempeño eficiente de un cargo.
Si en los programas educativos se incluye el estudio metódico de la moral básica –que no está circunscrita a determinada religión para evitar que se diga que eso es prohibido–, la urbanidad necesaria para el trato civilizado entre los seres humanos y mucha instrucción cívica para ser buen ciudadano, se habrá logrado mucho en materia de cultura general para que, además de los conocimientos académicos, los que tienen esos conocimientos sean personas bien educadas, no solamente instruidas.
No hay que olvidar que la educación es un concepto integral que incluye la instrucción.
La instrucción, por sí sola, no incluye la educación, la formación del carácter, el estímulo a la moral, a las buenas costumbres y a todo lo relacionado con la vida cívica y política de una persona.
Constantemente se escuchan quejas con relación a la conducta de una gran cantidad de personas en cada comunidad, desde el municipio hasta la nación.
Y esto es así, no por falta de escuelas sino por falta de buenos programas en esas escuelas para que los niños y los jóvenes aprendan, además de materias académicas, lo que necesitan saber para ser personas decentes, útiles a sus respectivas familias y a la sociedad y, además, también útiles para el funcionamiento de las instituciones políticas que deben respaldar los buenos ciudadanos.
Diario Las Américas
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 2 meses
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