"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 10 de abril de 2010

¿Qué son las TIFs? (Parte II)

¿EL DESCUIDO DEL SISTEMA FINANCIERO?

Como quedara expresado en la Parte I, este tipo de transacciones como el hawala, no son reflejadas oficialmente a modo de aumentos y disminuciones de activos y pasivos respectivamente en la contabilidad nacional, sin embargo, el impacto directo e indirecto que tienen sobre los sistemas fiscales y financieros de los países intervinientes es indudable. Se trata, ni más ni menos que de fondos a los que podríamos definir “invisibles pero a la vista”, ya que no es ilegal el sistema pero parecería que su comportamiento pasa desapercibido, a la vez que sus efectos se pueden advertir con cierta facilidad.

Así como en los países receptores se incrementa la masa de dinero en circulación, lo que en principio podría inducir a pensar en otro de los factores incidentes en la inflación mientras sus administraciones tributarias se ven impedidas de gravar esa riqueza ya que no se puede determinar con certeza su origen, en los países emisores, esos capitales se fugan constituyendo uno de los factores de la contracción de la economía.

Muchos trabajadores en países desarrollados remiten el dinero obtenido a sus países de origen “en desarrollo”, como una forma de ahorro o para mantener a sus familias. Ese dinero no sale solamente como moneda propiamente dicha sino que en ocasiones se envían bienes que también constituyen una forma de inversión, que muchas veces sirven para generar una fuente de producción en el país destinatario, lo que redunda en una incremento del PBI en proporción directa con la frecuencia de estos envíos.

Si pensamos en bienes de capital adquiridos por trabajadores residentes en el extranjero que los compran para enviarlos a sus familias en un país latinoamericano y ésta a su vez montara un taller, una unidad productora de “algo”, por ejemplo, es sencillo advertir que eso también implica expansión económica y altera la contabilidad nacional en alguna medida.

Por otro lado, es importante considerar las exenciones impositivas que, según la política llevada adelante por los países intervinientes, puede favorecer la producción pero desequilibrar la balanza comercial de los mismos.

Así, por ejemplo, si trabajadores extranjeros de un país envían bienes de capital al suyo cuya política fiscal sea bajar las barreras arancelarias a las importaciones, está favoreciendo al país de origen en detrimento del de destino si este fuera fuerte en producción de bienes de capital en tanto promueve el desequilibrio comercial, esto es, que habrá más importaciones que exportaciones, por ende incide en el déficit del mismo.

Si el mencionado país no tiene una industria fuerte en ese sentido no se verá demasiado alterado en términos generales.

Otros emisores son quienes contando con cierto nivel de riqueza quieren evadir impuestos o controles normativos que disminuirían las mismas y encuentran una solución al problema en las transferencias informales hacia paraísos fiscales o inversiones en regiones donde no existen tales.

Si bien es posible mediante datos indicativos del número de inmigrantes o fluctuaciones en las balanzas de pagos, arribar a alguna estimación en relación a los volúmenes transados, en realidad no se conocen a ciencia cierta en función de la naturaleza propia del sistema, ya que por ejemplo, generalmente se suelen remitir pequeñas cantidades todos los meses alternadas con bienes de capital o inclusive llevarlas personalmente entre las propias pertenencias.

La Quinta edición del Manual de Balanza de Pagos elaborado por el FMI define a las “remesas” o “transferencias informales“ como aquellas transferencias corrientes de emigrantes que tienen empleo en la economía nueva y son considerados residentes allí”, entendiéndose por emigrante “una persona que llega a una economía y permanece o espera permanecer allí por un año o más.

Las remesas son transferencias hechas por emigrantes que están empleados por entidades de economías en que los trabajadores son considerados residentes. Las transferencias de emigrantes son asientos de contrapartida al flujo de bienes y a los cambios en rubros los financieros que surgen por la migración de individuos de una economía a otra”.

En Latinoamérica hay un porcentaje importante de empresas que se dedican a esta actividad de transferencia informal.

En la Argentina por ejemplo, los bancos y casas de cambio intermedian en escasa proporción para las transferencias, pero existen una gran cantidad de “correos dinerarios” o “remesadoras” que permiten a los inmigrantes enviar dinero o bienes a sus países de origen de manera directa o tercerizando.

La entidad monopólica parabancaria es la Western Union, a la que siguen Vigo y MoneyGram a nivel internacional, aunque en al década de los noventa y en virtud de la Ley de Convertibilidad primero y la Ley de Emergencia Económica después, comenzaron a formarse en nuestro país otras menos conocidas como Bolivia Services Courier SRL, Jet Perú Internacional SRL, Perú Sercice Courier SRL, Nuestra Señora de la Asunción Argentina S.A. y Rápido Iguazú SRL.

Saliendo de la Ley de Convertibilidad, se siguió con el mismo procedimiento pero desde el exterior hacia la Argentina, y la especulación en la conversión de monedas se incrementó dado que estas empresas hacen diferencias importantes en esas transacciones por ejercicio de la misma en el mercado negro. Esto es posible porque de los libros contables no surge la diferencia de tipo de cambio aplicado ni es posible reconocerlo en la documentación respaldatoria donde los importes aparecen en una sola moneda.

A pesar del abordaje del tema desprovisto de conceptos técnicos, es posible advertir que las TIFs tienen una enorme influencia en las economías globales de los países intervinientes, afectando no sólo el desarrollo del PBI, sino que también a las políticas monetarias, fiscales y balanzas comerciales de los mismos, lo que redunda obviamente en la mejor o peor calidad de vida de sus habitantes.

Nidia G. Osimani / Tribuna de Periodistas

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