Derecho a la vida...

Generalmente asociamos “proyecto de vida” con objetivos, con cuanto aspiramos realizar pero el individualismo y las actuales concesiones llevan a hacer una lectura exclusivamente subjetiva, que olvida la dimensión vincular del hombre como realidad constitutiva en su libertad de proyectar.

Es archi sabido que es libertad sólo en el orden de la vinculación con otros y que tomar conciencia del límite de nuestra libertad es justamente una determinación personal que no lleva implícito sobrepasar límites obviando al otro.

Ahora bien, si la “persona” incluye al “ser”, porque la persona solo “es”, si libre y regida por estructuras, el proyecto de vida, ése que es vida que se inicia en un exquisito e irrepetible instante, nos permite reafirmar y continuar reconociendo – aunque el énfasis roce el absurdo – que también es libre, en sucesivas etapas, de fijarse proyectos de vida y objetivos, por persona y porque “es”

Contradictoriamente a nuestro “ser persona”, se solicita por doquier la libertad para despedazar, torturar, silenciar, suprimir y negar, corriendo detrás del objetivo “aborto”, es decir de la degradación de la ética reducida a una medida personal de los deseos, justificando la dis-culpa en la complicidad, en la inconciencia del error por omisión, en la razón de la violencia, en hechos que traicionan la presencia para convertirla en ausencia, máxima expresión de injusticia, de intolerancia y de oportunismo hacia un ser que, en desventaja, queda fuera de toda razón social.

“Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las personas; y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido…” – Código Civil de la República Argentina, Título III, Art, 71.

Es decir que, titular de derechos tiene el “Derecho a la Vida”

Mara Martinoli
http://apgargentina.blogspot.com