Urgente24 ha destacado, en varias ocasiones, que Dilma Rousseff tiene virtudes de las que carece Cristina Fernández.
Por ejemplo, Dilma es economista, tiene un equipo experimentado y conoce muchas de las necesidades de Brasil para competir en la economía global.
Cristina es abogada que nunca ejerció como tal (algunos dudan hasta de que ella sea licenciada en Derecho), tiene un equipo muy cuestionado y no le importa integrar a la Argentina a la economía global.
Las diferencias son importantes, y los resultados mucho más.
BRASILIA (O Globo) -
En su discurso del jueves 06/09, la presidenta
Dilma Rousseff anunció la reducción promedio de 16,2% en las facturas de
electricidad de los hogares y de 28% para las industrias. Dilma afirmó
que la reducción del costo de energía volverá al país más competitivo y
permitirá reducir los precios en el mercado interno y en las exportaciones,
además de ayudar a las industrias en dificultades, evitando el despido de
trabajadores.
Las medidas serán publicadas el próximo martes 11/09 y entrarán en vigor a
principios de 2013. Para Dilma, el paquete representa "la mayor reducción de
energía eléctrica conocida en el país".
"Los consumidores particulares tendrán una reducción media de 16,2%. La
reducción al sector productivo alcanzará un 28% por los costos de distribución
son menores, ya que operan en alta tensión. La caída en el costo de energía
volverá al sector productivo más competitivo. Las ganancias se utilizarán, sin
duda, para reducir los precios para el consumidor brasileño y para el las
exportaciones brasileñas, que abrirán más mercados. La reducción también ayudará
a las industrias en dificultades, evitando despidos de empleados", dijo la
Presidente.
Reducir las tasas de interés de los bancos
Dilma dijo que Brasil entró en un nuevo ciclo de desarrollo, con cambios
estructurales, tales como tasas de interés más bajas, cambio más competitivo y
reducción de la carga tributaria. Ella dijo que no estaba satisfecha con las
tarifas cobradas por los bancos, que no reducen sus ganancias.
"Estamos consiguiendo, por ejemplo, una marca sin precedentes de
reducción de tasas de interés constante y fuerte en la tasa básica Selic -a
cerca de un 2% anual en términos reales-, que hizo que el tipo de interés a
largo plazo cayera a menos del 1% anual, también en términos reales. Eso me hace
feliz, pero confieso que todavía no estoy satisfecha, porque los bancos, las
compañías financieras y, de forma muy especial, las tarjetas de crédito pueden
reducir aún más las tasas cobradas al consumidor final, disminuyendo a niveles
civilizados sus ganancias", argumentó Dilma.
Para ella, esta "no es una pelea fácil". Dilma prometió no
descansar "hasta no ver que esto se haga realidad."
También dijo que ella trabaja para reducir los impuestos y
aranceles públicos "sin causar desequilibrio de las cuentas
públicas y sin perjudicar la política social".
Según dijo Dilma, Brasil ha creado un modelo de desarrollo sin precedentes,
basado en el crecimiento con estabilidad, equilibrio fiscal y
distribución del ingreso. Para ella, este modelo "produjo poderosos
efectos que ni la mayor crisis financiera de la historia podría perjudicar
fuertemente" al país. La Presidente reconoció que la crisis ha hecho que el
Brasil crezca menos de lo esperado.
"Nuestro exitoso modelo se ha basado en 3 palabras mágicas:
estabilidad, crecimiento e inclusión. Con ellas, Brasil ha logrado crecer y al
mismo tiempo distribuir el ingreso. Ha logrado, como pocos países del mundo,
reducir la desigualdad entre las personas y las regiones. Para que nuestro
modelo sea más riguroso y abrir el nuevo ciclo de desarrollo, incorporaremos una
nueva palabra a ese trípode: a competitividad", afirmó.
La Presidente dijo que, aumentando la competitividad, se puede
reducir el costo de producción y los precios, para generar empleos e
ingresos. Dijo que la mejora de la competitividad sólo se puede lograr
con la mejora de la infraestructura, de la producción y "distintos niveles
de Educación, saber y conocimiento".
Dilma también citó la creación de la Empresa de Planificación Institucional
y Logística (EPL) para reformar el sistema de transportes, mediante la
integración de carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. La Presidente
afirmó que el gobierno invertirá R$ 133.000 millones (US$ 65.533 millones) en
carreteras y vías férreas. La inversión, dijo, llegará a 10.000 kilómetros de
ferrocarriles y 8.000 kilómetros de autopistas.
"A diferencia del modelo viejo y cuestionable de privatización de
ferrocarriles, que despilfarró el patrimonio público para pagar deudas y aún así
generó monopolios, privilegios, flete elevado y baja eficiencia, nuestro modelo
de concesión fortalecerá el poder regulador del Estado para garantizar la
calidad", dijo la Presidente.
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