“No hay ningún cepo”, Cristina de Kirchner, presidente de la Nación.
“No hay una crisis de credibilidad (del INDEC). Es un mito”, Ana María Edwin, directora del organismo.Hoy quise empezar la columna de una manera diferente. Me pareció propicio rescatar estas dos frases -expresadas entre el domingo y el lunes- para poder decodificar las intenciones de quienes conducen los destinos económicos del país.
En el primer caso, la Presidente –entrevistada por Jorge Rial- aseguró que en el país no existe un cerrojo al dólar. “Acabo de venir de Nueva York. No sabés la cantidad de argentinos que me encontré. De muy buena onda, que estaban afuera, saludándome. Cuando fui a Rusia, argentinos me saludaban cuando veían la banderita argentina. Cepo no hay, de ninguna manera", sostuvo.
A esto agregó que en el país existen 300 maneras de adquirir la divisa. Dentro de estas formas, algunas de las aprobadas refieren a aquellas empresas que emitieron deuda en dólares para financiarse y que ahora tienen que hacer frente a esos pagos. ¿Es usted dueño de alguna de estas empresas? Yo no. Es más, yo viajo asiduamente a Uruguay, a visitar a parte de mi familia, y estoy autorizado a retirar el equivalente a US$ 50 para pasar una semana.
Tras la frase de Edwin, podemos caer en el cliché de citar los números de las consultoras privadas, los que difunde el Congreso, los de las Provincias, las referencias que usted toma cuando va al supermercado, pero sería caer en lo obvio.
Yo lo que me pregunto es que, si no hay desconfianza, si es una “construcción de los medios” como ella señala, si como dijo el director técnico del INDEC -Norberto Itzcovich- las consultoras “miden mal”, ¿para qué estamos pidiéndole al FMI que nos enseñe a hacer un nuevo índice, un IPC país?
¿Qué fue a hacer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, junto a toda su comitiva a Washington? ¿Por qué se reunieron a discutir las nuevas metodologías con el Fondo si somos unos fenómenos calculando?
Le soy honesto. Yo no considero que haya que ir justamente al FMI a pedirle esta clase de asesoría. Me parece que si hasta 2007 (previo a la intervención de Guillermo Moreno) calculábamos bien y la gente encontraba sensatas esas mediciones, no veo por qué ahora tenemos que pedir ayuda.
Calcular el número correcto no es cosa de iluminados ni reservado para genios matemáticos, es un tema de voluntad política.
Hoy, con las elecciones a la vuelta de la esquina un sinceramiento de estos números asoma imposible. Las idas y vueltas con el Fondo parecen una oportunidad para que el Ejecutivo gane tiempo.
DETRÁS DE ESCENA
La campaña política es un momento donde los gobiernos (éste y cualquier otro) no toman aquellas decisiones impopulares, pero necesarias. Sin embargo, más allá del sinceramiento o no de la inflación, hay un tema que empieza a ganar espacio dentro de las prioridades económicas.
El bajo desempleo siempre fue uno de los pilares de este Gobierno. Hoy, empiezan a aparecer algunas luces de alerta sobre este punto.
“El desempleo en el primer semestre fue de 7,6%, 0,4 puntos superior al de los primeros seis meses de 2012. La situación se vuelve más compleja si consideramos el aumento de la subocupación, o sea aquellas personas que trabajan menos de 35hs semanales. Mientras en la primera mitad de 2012 representaban 8,4% de la población económicamente activa hoy llegan a 8,9%. En suma, 16,5% de la Población Económicamente Activa o 2,8 millones de personas tienen problemas de empleo”, señaló la consultora Analytica.
Si bien, en el primer semestre de 2013 se crearon 216.000 puestos de trabajo, 53% correspondieron a trabajos full time (ocupación plena) y 47% a part-time (subocupación). El año pasado esa relación fue totalmente diferente, 72% y 28% respectivamente.
Este deterioro se puede ver claramente en el gráfico a continuación:
Otro punto importante de la calidad de este empleo generado responde al sector que está aportando los nuevos puestos de trabajo. En el primer trimestre del año se generaron 157 mil puestos de trabajo en el sector público, mientras que el privado cayó en 46 mil. Actualmente, la Argentina cuenta con más de 3 millones y medio de empleados públicos. Es una cifra superior a la población de Uruguay.
Para lo que resta del año, las perspectivas son modestas. La encuesta de Expectativas de Empleo que realiza Manpower se mantuvo en +9% para el último trimestre. Esta es la diferencia entre los empleadores que esperan aumentar sus contrataciones y aquellos que planean reducirla.
“Desafortunadamente el optimismo entre los empresarios no ha mejorado bajo ningún indicador. El repunte presenciado en las previsiones del segundo cuatrimestre de este año, cuando la Expectativa Neta de Empleo se encontraba en un +12%, se desvaneció con los resultados para el tercer y cuarto trimestre”, sostuvo Alfredo Fagalde, Director General de ManpowerGroup Argentina.
El problema está. Plantearlo no es caer en el pesimismo, ni de ser opositor, ni de boicotear la cadena de la alegría. Es apenas el primer paso para enfrentarlo…
Para seguir conversando sobre éste y otros temas de la economía nacional, lo invito a seguirme en Twitter: @IgnacioRos.
Saludos cordiales,
Ignacio.
“No hay una crisis de credibilidad (del INDEC). Es un mito”, Ana María Edwin, directora del organismo.Hoy quise empezar la columna de una manera diferente. Me pareció propicio rescatar estas dos frases -expresadas entre el domingo y el lunes- para poder decodificar las intenciones de quienes conducen los destinos económicos del país.
En el primer caso, la Presidente –entrevistada por Jorge Rial- aseguró que en el país no existe un cerrojo al dólar. “Acabo de venir de Nueva York. No sabés la cantidad de argentinos que me encontré. De muy buena onda, que estaban afuera, saludándome. Cuando fui a Rusia, argentinos me saludaban cuando veían la banderita argentina. Cepo no hay, de ninguna manera", sostuvo.
A esto agregó que en el país existen 300 maneras de adquirir la divisa. Dentro de estas formas, algunas de las aprobadas refieren a aquellas empresas que emitieron deuda en dólares para financiarse y que ahora tienen que hacer frente a esos pagos. ¿Es usted dueño de alguna de estas empresas? Yo no. Es más, yo viajo asiduamente a Uruguay, a visitar a parte de mi familia, y estoy autorizado a retirar el equivalente a US$ 50 para pasar una semana.
Tras la frase de Edwin, podemos caer en el cliché de citar los números de las consultoras privadas, los que difunde el Congreso, los de las Provincias, las referencias que usted toma cuando va al supermercado, pero sería caer en lo obvio.
Yo lo que me pregunto es que, si no hay desconfianza, si es una “construcción de los medios” como ella señala, si como dijo el director técnico del INDEC -Norberto Itzcovich- las consultoras “miden mal”, ¿para qué estamos pidiéndole al FMI que nos enseñe a hacer un nuevo índice, un IPC país?
¿Qué fue a hacer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, junto a toda su comitiva a Washington? ¿Por qué se reunieron a discutir las nuevas metodologías con el Fondo si somos unos fenómenos calculando?
Le soy honesto. Yo no considero que haya que ir justamente al FMI a pedirle esta clase de asesoría. Me parece que si hasta 2007 (previo a la intervención de Guillermo Moreno) calculábamos bien y la gente encontraba sensatas esas mediciones, no veo por qué ahora tenemos que pedir ayuda.
Calcular el número correcto no es cosa de iluminados ni reservado para genios matemáticos, es un tema de voluntad política.
Hoy, con las elecciones a la vuelta de la esquina un sinceramiento de estos números asoma imposible. Las idas y vueltas con el Fondo parecen una oportunidad para que el Ejecutivo gane tiempo.
DETRÁS DE ESCENA
La campaña política es un momento donde los gobiernos (éste y cualquier otro) no toman aquellas decisiones impopulares, pero necesarias. Sin embargo, más allá del sinceramiento o no de la inflación, hay un tema que empieza a ganar espacio dentro de las prioridades económicas.
El bajo desempleo siempre fue uno de los pilares de este Gobierno. Hoy, empiezan a aparecer algunas luces de alerta sobre este punto.
“El desempleo en el primer semestre fue de 7,6%, 0,4 puntos superior al de los primeros seis meses de 2012. La situación se vuelve más compleja si consideramos el aumento de la subocupación, o sea aquellas personas que trabajan menos de 35hs semanales. Mientras en la primera mitad de 2012 representaban 8,4% de la población económicamente activa hoy llegan a 8,9%. En suma, 16,5% de la Población Económicamente Activa o 2,8 millones de personas tienen problemas de empleo”, señaló la consultora Analytica.
Si bien, en el primer semestre de 2013 se crearon 216.000 puestos de trabajo, 53% correspondieron a trabajos full time (ocupación plena) y 47% a part-time (subocupación). El año pasado esa relación fue totalmente diferente, 72% y 28% respectivamente.
Este deterioro se puede ver claramente en el gráfico a continuación:
Otro punto importante de la calidad de este empleo generado responde al sector que está aportando los nuevos puestos de trabajo. En el primer trimestre del año se generaron 157 mil puestos de trabajo en el sector público, mientras que el privado cayó en 46 mil. Actualmente, la Argentina cuenta con más de 3 millones y medio de empleados públicos. Es una cifra superior a la población de Uruguay.
Para lo que resta del año, las perspectivas son modestas. La encuesta de Expectativas de Empleo que realiza Manpower se mantuvo en +9% para el último trimestre. Esta es la diferencia entre los empleadores que esperan aumentar sus contrataciones y aquellos que planean reducirla.
“Desafortunadamente el optimismo entre los empresarios no ha mejorado bajo ningún indicador. El repunte presenciado en las previsiones del segundo cuatrimestre de este año, cuando la Expectativa Neta de Empleo se encontraba en un +12%, se desvaneció con los resultados para el tercer y cuarto trimestre”, sostuvo Alfredo Fagalde, Director General de ManpowerGroup Argentina.
El problema está. Plantearlo no es caer en el pesimismo, ni de ser opositor, ni de boicotear la cadena de la alegría. Es apenas el primer paso para enfrentarlo…
Para seguir conversando sobre éste y otros temas de la economía nacional, lo invito a seguirme en Twitter: @IgnacioRos.
Saludos cordiales,
Ignacio.
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