"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 29 de noviembre de 2013

El siniestro aventurero Artur Mas

Mas dejará una herencia de aventurismo, radicalidad, intolerancia, demagogia y ruptura social que ya se puede percibir. Sin la destrucción intelectual creada por el pujolismo no habría sido posible.
En ambos casos, el instrumento es el control mediático y social, incluso con formas de repudio a lo castrista, mientras que uno de los objetivos puede bien ser el amparo de la corrupción.

Alfons Quintà Viernes, 29 de noviembre de 2013 - 07:56
Estamos en la recta final del sainete centrado en la pregunta de la consulta.
Todas las fuentes están agobiadas.
Ven a Mas prisionero de los monstruos que él mismo ha creado.
La pretendida y nada elegida Assemblea Nacional Catalana hará un acto de presión el fin de semana. Lógicamente quiere una pregunta rupturista, como ERC.

Desde UDC me dicen que no lo aceptarán, pero ya veremos.
Respecto a Mas, continúa estando en la India, sin que ni la servil TV3 encuentre cómo poder decir que hace algo de interés.

De una manera u otra habrá "choque de trenes" porque es lo que deliberadamente ha buscado el independentismo.
Les da igual el daño que puedan causar, mientras que Mas sólo cuenta las horas que todavía podrá estar asentado en su poltrona y tratar de que el ridículo no sea sólo personal sino tan colectivo como pueda.
No conseguirá ser tomado por un personaje de tragedia griega. Pasará como el que ha abierto la puerta a todos los males, empezando por los que él encarna.

Mitterrand y Mas, dos aventureros

Georges Suffert (1927-2012) fue un importante periodista y escritor francés.
En un libro de memorias (Mémoires d'un ours, 1995) explica que preguntó al presidente Georges Pompidou si creía que el entonces futuro presidente François Mitterrand era un hombre de derechas (había recibido la condecoración más importante de régimen colaboracionista del Mariscal Pétain) o bien de izquierdas.

Pompidou, escribe Suffert, le contestó que Mitterrand no era de derechas ni de izquierdas, sino un "aventurero".
Hace cerca de veinte años, estuve de acuerdo y no he cambiado de opinión.

A Jordi Pujol hace años que lo veo como un amo rural, comparable a Sebastián, el terrateniente de Tierra baja.
A Artur Mas le he comparado sobre todo con el demagogo peruano Víctor Raúl Haya de la Torre y el también demagogo, pero argentino, Juan Domingo Perón.
Ambos eran muy de derechas pero optaron por la demagogia de izquierdas y a la vez fascistizante, sobre todo por parte de Perón.
Dejaron sus respectivos países mucho peor de cómo los habían encontrado.
En esto Mas es calcado.
Para Cataluña será un nuevo Atila.

Hace pocos días una gran encuesta, que si tiene alguna parcialidad es en favor de Mas, por ser hecha desde la Generalidad, situaba a Mas en el quinto lugar en cuanto a popularidad, o sea, muy poco popular. Quedaba por debajo de Oriol Junqueras (ERC), Alfred Bosch (ERC), Joan Herrera (ICV-EUiA) y David Fernàndez (CUP), todos ellos ubicables en la extrema izquierda. Este hecho tiene mucho interés.

Populismo y rupturismo

Queda bien claro que con su política populista y rupturista Mas ha trasladado hacia la extrema izquierda a toda la política catalana, a pesar de que él encarna la peor derecha parasitaria.

Mirando TV3 la cosa se aclara un poco.
Por un lado esta cadena (o grupo de cadenas) es esencialmente una arma chapucera de propaganda.
Pero no sólo eso.
Así, en política internacional continúa activo el soviet que, bajo el tripartito, denunció el diputado socialista en el Parlamento autonómico catalán Joan Ferran.

Se entiende: entonces ERC pesaba mucho en TV3 y ahora, también.
Su ignorancia y mala baba todavía han incrementado.
La democracia sólo es mostrada como una formalidad, por no decir un estorbo.
Esto alimenta todos los radicalismos, cosa que efectivamente desean.

Este resultado final es favorable a la ruptura social.
El determinismo social y el identitario se alimentan el uno al otro.
Pero Artur Mas no tiene capacidad intelectual para entenderlo.
Como tampoco entiende que él podrá ser acusado de ser el que ha abierto la puerta al fascismo, barnizado de lo que sea, quizás de radicalismo identitario o de populismo pretendidamente social.

El gran intelectual francés Alain Touraine, un socialdemócrata independiente, cercano al antiguo primer ministro Michel Rocard, ha estudiado el problema de los tontos útiles, que diría Lenin, que desde la derecha ignorante abren la puerta al fascismo o a tiranías izquierdistas.
Meterlo todo junto no es ningún ejercicio retórico, ni ninguna recuperación tardía del infecto pacto Hitler-Stalin.

En efecto, por poner un ejemplo entre mil posibles, nadie puede negar que los dos extremos se encuentran dentro del peronismo, un populismo estatista que continúa destrozando Argentina.

Fascismo y unidad cultural

"Si convenimos -afirmó Touraine- en denominar fascismo a todo llamamiento autoritario a la unidad cultural y estatal de la nación como recurso contra los movimientos populares que una clase ya no puede contener más, la Nueva Derecha (movimiento de derecha radical surgido en Francia a finales de los setenta) es verdaderamente un fascismo...
Lleva en sí misma una lógica de represión social que es mortalmente peligrosa para la democracia".

No hay que ser un genio para encontrar afinidades con aquel fallido movimiento por parte del magma pujolista u otros afines, precursores o continuadores, a pesar de que para Mas afinar ideologías no es su especialidad.
En todo caso, Pujol y otros dirigentes actuales de CDC y de la Generalidad todavía osan expresar entusiasmo a favor de Emmanuel Mounier, que ya son ganas.

Ahora bien, Mas se caracteriza, más que nada, por su vacío intelectual y moral, a pesar de la cual destroza todo pensamiento que le pueda hacer estorbo.
Además de haber convertido a CDC en un movimiento más radical que nunca, el vacío que ha creado abre la puerta a todas las barbaridades.

Ya no se le puede ver como sólo un ente con el cual una buena parte de la familia Pujol se enriqueció, sin que nadie haya mostrado ni una pizca de arrepentimiento.
Es un magma multiforme que da miedo.
Si alguien quiere salvar algo, de entrada tiene que echar a Mas.

Los perros pastores de Mas

El gran y maldito trabajo de Mas habrá sido liquidar límites morales y crear vacíos, en base a atacar todas y cada una de las limitaciones y contenciones que surgieron en Europa después del justo fracaso de los dos totalitarismos.
Él ha instaurado el repudio generalizado contra todo aquello que no tenga relación con su muy simple concepto de Estado-nación: aquel donde él mande y donde la corrupción pueda ser acusada de ser un mito periodístico.
¿Hace falta ejemplos concretos?

Tampoco hace falta poner ejemplos concretos de falsos intelectuales, muchos de ellos eran de extrema izquierda hasta el día en que Mas llegó a la Generalidad, donde están las subvenciones y un imperio mediático.
Ahora son los perros pastores -pero más feos- de Mas.
No tienen perdón ni dignidad.
No hace falta dar nombres.

Que nadie dude de que Mas, con su atrevimiento moral está abriendo el camino y justificando atrevimientos políticos hoy imprevisibles, pero muy preocupantes.

No tiene vergüenza porque sólo piensa en él, y en hacer el mínimo ridículo personal posible.
Esta última tarea tiene que serle muy pesada, por no decir imposible.

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