El
castigo a veces satisface simbólicamente una necesidad de justicia.
Si se ha
hecho justicia el perdón se ofrece con la sensación de que ha habido una
necesaria reparación.
La justicia es equilibrio
Contribución de Carlos Martínez
Bouquet
Introducción
En
el libro del Génesis se cuenta la historia de José y sus hermanos.
Jacob
su padre, tenía predilección por José, su hijo de la vejez, y sus hermanos lo
envidiaban.
Un
día que José fue a buscar a sus hermanos al campo, ellos resolvieron matarlo, y
arrojarlo a la cisterna, diciendo a su padre que una bestia lo había devorado.
Rubén,
uno de sus hermanos, se opuso, y en lugar de matarlo lo echaron a la cisterna,
pero pasando unos mercaderes de Egipto resolvieron venderlo por 20 piezas de
plata.
José
en Egipto descifró unos sueños del Faraón estando en la cárcel y fue llevado a
la corte y llegó a ser vice faraón.
Se
produjo una gran sequía y hambruna en Israel, y como había alimentos en Egipto,
Jacob mandó a sus hijos a buscar trigo a ese país.
José
reconoció a sus hermanos, pero no les dijo nada.
Pero los viajes se sucedían y
José no pudo más….
“No
podía José contenerse delante de todos, los que estaban delante suyo, y clamó:
Haced salir a todos, y no quedó nadie con él excepto sus hermanos, y se dio a
conocer.
Entonces lloró a gritos y dijo a sus hermanos:
- Yo soy José, ¿vive aún
mi padre?
Y sus hermanos no podían responderle porque estaban turbados.
José
les dijo:
- Llegaos a mí, yo soy José vuestro hermano, el que vendiste para
Egipto.
Ahora pues, no os entristezcáis, ni os pese el haberme vendido aquí,
que para preservación de la vida me envió Dios delante de vosotros.
Que ya hubo
dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años más. Y Dios
me envió delante de vosotros para que quedaseis en la tierra, y para daros vida
por medio de un gran salvamento.
Así pues, no me enviasteis vosotros acá sino
Dios, que me ha puesto por padre al Faraón y por señor de toda su casa y por gobernador en
toda la tierra de Egipto.
Daos prisa, id a mi padre y decidle:
- Así dice tu hijo
José, Dios me ha puesto por señor de todo Egipto, ven a mi no te detengas, y
habitarás en la tierra de Gosén y estaréis cerca de mi, tu y tus hijos, y los
hijos de tus hijos, y tus ganados y tus vacas y todo lo que tienes….
Y besó a
todos sus hermanos y lloró sobre ellos…” (Génesis 45, 1/15)
Hay
un viejo dicho: Errar es humano, perdonar es divino, pero
¿qué hace al hombre
perdonar?,
¿qué hace implorar perdón?,
¿quién debe pedir perdón y quién debe
perdonar?, y ¿por qué se perdona?
Siempre
se han hecho estas preguntas, con respuestas variadas o a veces sin respuesta,
pero el perdón es un componente inherente a toda sociedad o grupo humano.
Forma
parte intrínseca de la educación.
No hay conjunto de normas que no incluya el
perdón, bajo forma de indulto, amnistía, prescripción por el transcurso del
tiempo.
La
literatura, el arte, la filosofía hablan del perdón.
Es
un fundamento angular de las religiones.
Es el símbolo de la bondad en la
autoridad, y se encarna en la figura del padre.
Un
padre perdona.
¿Y cuánto perdona?
Siempre. Sin límites.
Cuándo
le preguntaron a Jesús si había que perdonar siete veces, el dijo no siete sino
setenta veces siete, que para los antiguos significaba siempre...
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