Por Carlos Mira
El jefe de gabinete ha demostrado tener una muy particular visión de la división de poderes.
Enérgico, hasta con cierto tono de ofendido, Jorge Capitanich comentó hoy el fallo de la Corte Suprema que manda al poder ejecutivo a incluir a Canal 13 en el reparto de la pauta oficial de publicidad.
En efecto, el gobernador del Chaco (en uso de licencia) dijo que el fallo significaba una flagrante violación a la división de poderes y que la Corte se arrogaba las prerrogativas de los legisladores.
Cuando ocurren estas cosas uno empieza a entender por qué la Argentina está tan separada del progreso que indica el camino de la ley y, fundamentalmente, del que debería surgir de un respeto irrestricto a la Constitución y al diseño social que de ella surge. (1)
Quien lleva la cinta de capitán en la tarea de pulverizar la división de poderes, en arrogarse las facultades de los otros y en avanzar sobre terrenos que la Constitución a reservado a los legisladores o a los jueces es precisamente el poder ejecutivo, en nombre de quien supuestamente habla Capitanich.
La Argentina viene siendo gobernada desde hace 11 años por la llamada “emergencia económica” por vía de la cual el Congreso ha pasado a ser prácticamente una dependencia administrativa del presidente. El decreto o el proyecto de ley del ejecutivo al que no se le acepta ni una coma de modificación han pasado a ser las piezas legales por las que el país se gobierna.
Cuando la Justicia ha tratado de ejercer el control de constitucionalidad de las leyes, el gobierno la ha embestido como con un bulldozer, como quien la emprende contra un edificio al que hay que demoler. Así ocurrió con el llamado “proyecto de democratización de la justicia” cuyo objetivo no era otro que el de coparla para asegurarse que los jueces no fueran a controvertir la vigencia constitucional de las ocurrencias de la Sra. de Kirchner.
Habría que preguntarle al jefe de gabinete, qué entiende qué hacen los jueces cuando controlan la constitucionalidad de una norma o qué cree que los constituyentes tuvieron en vista cuando diseñaron ese esquema de control.
A ver, Capitanich, si no es para que los jueces contrasten la validez constitucional de una ley o de un decreto y los fulminen con su fallo si los encuentran contradictorios, ¿para qué cree Ud. que es?
Cuando los jueces -y en especial la Corte Suprema- producen un fallo de esta naturaleza es cuando, precisamente, el sistema de división de poderes está funcionando.
Es cuando los jueces revisan las decisiones de los legisladores y del presidente que la Constitución funciona.
Es muy posible, sin embargo, que Capitanich tenga en mente la convicción propia de las democracias de masas en donde se supone que el presidente resume todo el poder del pueblo porque se parte de la premisa que quien gana las elecciones ES el pueblo.
Este mecanismo de pensamiento es una falacia.
El pueblo es la parte que votó a los ganadores y TAMBIEN la parte que votó a los perdedores.
Solo un sistema balanceado que contemple la defensa de los derechos de TODO el pueblo puede ser llamado un Estado de Derecho o una democracia constitucional.
Los demás son sistemas aluvionales que pretenden aplastar los derechos de las minorías enrostrando un resultado electoral parcial.
La mayoría NO ES el pueblo, Capitanich y el sistema de división de poderes y de control de constitucionalidad de las normas existen para recordarle eso a personas como usted.
Está claro que para un gobierno que se ha pasado por las tumbas etruscas lo que la Corte ha decidido en casos similares anteriores, toda esta teoría es un bla bla que lo tiene sin cuidado.
En efecto ya con anterioridad la Corte decidió que el gobierno -este gobierno- debía incluir a Perfil en la pauta oficial de publicidad.
Y allí sigue esa editorial esperando de brazos cruzados que el fallo se cumpla.
Del mismo modo, en seis ocasiones, diferentes la Corte decidió que el gobierno de Santa Cruz (de Néstor Kirchner) debía reponer en su cargo al Procurador General de la provincia, Eduardo Sosa.
Como Kirchner después de echarlo inconstitucionalmente había decidido directamente disolver el cargo, la Corte mandó indemnizarlo (más allá de que Sosa había adelantado que donaría esos valores).
Kirchner nunca cumplió ni una cosa ni la otra, y allí sigue todo el mundo, como Pancho por la vía.
De modo que escuchar estas expresiones provenientes de un referente de un gobierno que se ha reído y ha ridiculizado el sistema constitucional de control de las leyes y la división de poderes es absolutamente normal.
Lo que no es normal es que una sociedad pasiva siga aceptando esta realidad.
Que un conjunto de personas que, en otros sentidos se muestran muy cócoras y altaneras, acepten que un gobierno de fuerza destruya uno de los principios naturales por los cuales un sistema de gobierno puede llamarse democrático.
El jefe de gabinete evidentemente tiene una concepción populista de la democracia y con cara de enojado pretende hacernos creer que los que atentan contra el Estado de Derecho son los demás.
El mejor consejo que podría dársele cuando esos pensamientos lo arrebaten es que corra al espejo más cercano y pierda unos minutos contemplando la imagen que el espejo le devuelve.
...
(1) SECCION TERCERA
Del Poder Judicial
CAPITULO PRIMERO
De su naturaleza y duración
Artículo 108.- El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación.
Artículo 109.- En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas.
Artículo 110.- Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, ...
Boletín Info-RIES nº 1102
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Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
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