Intendentes kirchneristas han vuelto a postularse testimonialmente a cargos legislativos que no asumirán, en un nuevo intento por burlarse del electorado
Como si no hubiera pasado el tiempo y no hubieran arreciado demandas sociales en reclamo de mayor transparencia y compromiso, buena parte de nuestra dirigencia política prefiere seguir anclada en prácticas de un pasado electoralmente vergonzoso.
Nos referimos al estrafalario y burdo experimento ideado en 2009 durante la era kirchnerista, consistente en que se presentaran a comicios candidatos a legislador que se encontraban ejerciendo cargos ejecutivos y que, de antemano, sabían que no iban a asumir en sus bancas en caso de ganar. Por eso, se los llamó "testimoniales".
Y no fueron pocos.
Sólo en la provincia de Buenos Aires, el Frente para la Victoria (FpV) presentó entonces 42 candidaturas testimoniales.
Cerca de la mitad de quienes ganaron se quedaron en sus cargos ejecutivos.
Fue una estafa al elector.
Un engaño, una farsa de la que, entre otros muchos, participaron Daniel Scioli y Sergio Massa, que ocupaban el segundo y cuarto lugar, respectivamente, en la nómina de candidatos a diputado nacional por la lista del kirchnerismo.
Los dos obtuvieron un escaño en la Cámara.
Ninguno de los dos renunció a su cargo ejecutivo:
Ni Scioli al de gobernador bonaerense, ni Massa al de intendente de Tigre.
Tampoco asumió como diputada Clotilde Acosta, nombre real de la actriz y cantante Nacha Guevara, también postulante en la nómina que lideró Néstor Kirchner.
Aquel papelón sería historia vieja en nuestro largo anecdotario de forzamientos legales, de no ser porque ahora resurgen con fuerza las candidaturas testimoniales con vistas a las PASO del 13 de agosto.
Cuatro jefes comunales bonaerenses que responden a Cristina Kirchner irán como candidatos de Unidad Ciudadana.
Verónica Magario (intendenta de La Matanza) encabeza la nómina a concejales de su distrito;
Jorge Ferraresi (Avellaneda),
Mario Secco (Ensenada)
y Mariano Cascallares (Almirante Brown) también integran listas de concejales distritales, pero como suplentes.
Resultan descabelladas y faltas de toda ética las justificaciones de cada uno de esos candidatos para aferrarse a postulaciones que aseguran que jamás asumirán en caso de ganar en comicios. "Obviamente, me voy a quedar como intendenta, que quede claro.
Pero voy a desafiar a todo el mundo para que plebiscite mi gestión este año", provoca Magario dando por sentado que, para ella, las PASO -que ya ni siquiera cumplen con la función para las que fueron creadas- son apenas un simple referéndum de administraciones públicas.
Ferraresi, Cascallares y Secco, en tanto, critican a quienes los tildan de candidatos testimoniales. Alegan que no lo son porque, en su extraña consideración, los suplentes "nunca asumen".
¿Cuál es entonces la finalidad de incorporar sus nombres a las listas?
"Arrastrar votos".
Dicho en palabras del propio Secco: "Si Cristina bajó para salvar al peronismo en la provincia de Buenos Aires, lo mínimo que podemos hacer en cada distrito es colaborar para traccionar votos poniendo nuestros nombres (el de los intendentes) en las listas".
No hay mejor forma para entender la estafa que a través de las palabras de los estafadores.
Es más, se prevé colocar esos nombres más conocidos con tipografía mayor en las boletas.
Otro condenable reaseguro para convalidar el fraude ético.
En otros partidos y alianzas también figuran nombres de funcionarios de los poderes ejecutivos como aspirantes a cargos de legislador.
Sin embargo, la amplísima mayoría de ellos ha adelantado que asumirá en sus bancas en caso de ganar en los comicios.
Entre otros funcionarios bonaerenses que competirán en las PASO y que han adelantado que asumirán como legisladores si correspondiere, figuran el subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, Alex Campbell, candidato a concejal de Cambiemos en San Fernando;
Evert van Tooren, subsecretario de Tierras, Urbanismo y Vivienda, primer postulante en Esteban Echeverría;
Alberto Czernikowski, director de Juventud, precandidato en Malvinas Argentinas,
y Ezequiel Pazos, actual subsecretario de Promoción de Políticas Sociales, que se postula en José C. Paz.
Como se sabe, varios funcionarios del gobierno nacional se presentarán en las PASO para competir por una banca.
Julio Martínez, actual ministro de Defensa, se postula como candidato a senador nacional por La Rioja; el titular del Plan Belgrano, José Cano, peleará por una banca por Tucumán y el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, será primer postulante a senador por Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
Los tres dejarán sus cargos actuales en los próximos días.
De esa forma, el Gobierno aspira a diferenciarse del kirchnerismo y de otros partidos y frentes que optaron por las candidaturas testimoniales.
Como un paso más en esa diferenciación, el diputado bonaerense Maximiliano Abad (Cambiemos) presentó recientemente un proyecto de ley que propicia que se les exija presentar su renuncia a un cargo electivo ante el órgano correspondiente, para que sea aceptada si ganase en nuevos comicios.
Prevé también que la Junta Electoral, antes de proclamar y diplomar a un legislador, requiera el acta de aceptación de la dimisión al órgano respectivo.
En las últimas semanas se conoció, además, un pedido de impugnación de la candidatura de Magario, presentado por el concejal de la Matanza Miguel Racanelli, presidente del bloque de Cambiemos en ese distrito y primer candidato del oficialismo provincial para los próximos comicios.
Según este dirigente, no se puede avalar la inequidad electoral ni la desnaturalización del sufragio.
Es hora de que la justicia electoral ponga fin a estas pseudo postulaciones de dirigentes cuya misión principal parece ser la de burlarse de los electores!!!
Boletín Info-RIES nº 1102
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Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
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Hace 1 mes
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