Rumbo al
objetivo en Malvinas
La
flota de ocupación zarpó de la base naval de Puerto Belgrano el 28 de marzo y
se encontraba navegando rumbo al sur seguida de cerca, a manera de protección,
por el porta aviones 25 de Mayo y otros navíos.
Casi
al mismo tiempo el clima se descompuso y se hizo necesario postergar el
operativo durante 24 horas.
-30
de marzo de 1982: El canciller convocó en el Salón Verde del Palacio San Martín
a la primera línea de la Cancillería. Luego de tomarles juramento de mantener
el secreto, expuso sobre la situación en Malvinas; recordó las distintas etapas
de las negociaciones en los últimos años; recordó las magníficas relaciones con
Sudáfrica; mencionó las excelentes relaciones con los Estados Unidos
"grandes defensores de los pueblos jóvenes contra los colonizadores y su
rol en el mundo contra el comunismo"; mencionó la decadencia del Reino
Unido y del gobierno de la señora Margaret Thatcher (quien seguramente perdería
las próximas elecciones); la difícil situación económica de su país que lo
llevaría a vender su único portaaviones y otros barcos de guerra por no poder
mantenerlos y finalmente, de que alguien tenía que tener el coraje de hacer
algo por la recuperación de las Malvinas y no olvidó decir que todo esto
facilitaría la difícil situación política con Chile.
Luego
de hablar formuló una pregunta:
"Señores,
¿hay alguna pregunta?".
El
embajador Carlos Keller Sarmiento, jefe del Departamento Europa Occidental, pidió
hacer unos comentarios, los que no fueron grabados.
Aunque
lo que pensaba lo volcó en un memorando titulado: "Malvinas", de
cuatro carillas al canciller, con fecha 14 de abril de 1982.
"Parto
de la base -escribió Keller Sarmiento- que llevar el conflicto a un
enfrentamiento militar de resultado dudoso para la Argentina es nuestra peor
opción. (Total aislamiento, riesgo de una humillación, graves consecuencias
económicas, institucionales y políticas, destrucción parcial o total de nuestra
Fuerza Aérea, flota y efectivos militares, probable caída del gobierno,
disminución de la capacidad para negociar con el Reino Unido el futuro status
de las Islas, probable creciente intervención de Brasil o Chile como fuerza de
paz y pérdida de credibilidad y prestigio en el ámbito internacional).
Ante la
eventualidad del ataque, una de las primeras decisiones de Thatcher fue
enviarle un mensaje a su amigo Ronald Reagan para que intentara convencer a
Galtieri de que no invadiera las islas
-31
de marzo: a las 12.57, la flota cortó las comunicaciones con el continente,
cambió el curso de navegación y se dirigió a Puerto Stanley, cambió el nombre
de código: de "Operación Azul" pasó a "Operación Rosario".
Ante
la eventualidad del ataque, una de las primeras decisiones de Margaret Thatcher
fue enviarle un mensaje a su amigo Ronald Reagan para que intentara convencer a
Galtieri de que no invadiera las islas.
Luego,
Gran Bretaña pidió una urgente reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas.
El
mismo día, se le envió un largo cable "S" al embajador Eduardo Roca,
instruyéndolo a solicitar el 1° de abril, "en hora que será determinada a
vuestra excelencia telefónicamente", "a fin de llamar la atención del
Consejo de Seguridad la situación de grave tensión existente entre la República
Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte".
En
el mismo texto "Secreto" y "Muy Urgente" -cable 697- se le
ordena a Roca que "simultáneamente con presentación nota a Consejo de
Seguridad, sugiérese a V.E. entrevistar a representantes permanentes de China y
de Unión Soviética fin de imponerlos situación.
V.E.
les señalará que Argentina confía en seguir contando con tradicional apoyo sus
países sobre cuestión Malvinas".
China y la URSS
no votaron por la Argentina.
El 1° de abril de 1982 los diarios ingleses
informaban que dos submarinos británicos habían recibido la orden de dirigirse
a las “Falklands” en estado de alerta
-1º
de abril de 1982: La Nación sacó a la calle la edición nº 39.642, tras 113 años
de reconocido periodismo.
El
ejemplar de ese día costaba 5.000 pesos y en la tapa, a cuatro columnas, se
leía el título "Agravóse la crisis con Gran Bretaña"
y
a dos columnas se mostraba una foto de los diarios The Guardian, The Daily
Telegraph y The Sun de Londres, en los que se informaba que dos submarinos
británicos habían recibido la orden de dirigirse a las Falklands en estado de
alerta.
El "consejo"
de Jorge Rafael Videla para Galtieri
El
1º de abril de 1982, a la mañana, el ex presidente Jorge Rafael Videla
concurrió al Colegio Militar de la Nación del que había sido su director once
años antes. Por invitación del general Alberto Carlos Lucena inauguraba un
ciclo de conferencias para el cuerpo de cadetes sobre las virtudes militares.
Según
me confió años más tarde, llevaba un rato hablando cuando observó que el
director del Colegio se levantaba para atender una llamada urgente en un
despacho cercano.
Cuando
termino la conferencia Videla pasó a otro salón donde se sirvió un
"refrigerio" (palabra preferida de los militares), ocasión en la que
el general Lucena en voz baja le preguntó:
Enviaron
al general de división Antonio Vaquero a informarle a Jorge Rafael Videla de la
recuperación de las islas
-Mi
Teniente General ¿usted ha escuchado algo sobre una invasión?
-¿Una
invasión? ¿Dónde? No sé nada.
Cuando
llegó a su casa tenía un mensaje:
El general de
división Antonio Vaquero, jefe del Estado Mayor del Ejército, vendría a
visitarlo a las 20 horas.
Con
puntualidad castrense, Vaquero se presentó en su living y Videla lo esperaba
vestido sobriamente con saco y corbata, impecable. Tras las palabras de
circunstancias, Vaquero le dijo:
-Mi
general, le vengo a informar de una noticia que va a salir publicada en los
diarios de mañana.
Habrá
un operativo conjunto militar y se ocuparán las islas Malvinas.
El
operativo sufrió un retraso por razones climáticas pero mañana a la madrugada
se llevara a cabo.
“El teniente
general Galtieri me pide si tiene alguna sugerencia que hacerle”, le dijo Vaquero
a Videla luego de informarle sobre la “invasión” de las islas.
El
ex presidente de facto respondió: “Que Dios los ayude”
Jorge
Rafael Videla se quedó helado.
Seguramente
habrá recordado cuando en julio de 1978 el almirante Eduardo Emilio Massera le
propuso a la Junta Militar dar un "paso militar" sobre las islas,
antes de que Videla se convirtiera en el "cuarto hombre".
Estaba
claro que el viejo zorro lo hacía para desafiarlos a Videla y Agosti.
El
almirante Massera -"el sonriente"- pasaba a retiro y estaba hablando
para "la tribuna".
También
pidió publicar una lista de desaparecidos.
A
renglón seguido y antes de despedirse, Vaquero le dijo:
-El
teniente general Galtieri me pide si tiene alguna sugerencia que hacerle llegar
que me la diga a mí.
En
segundos pasaron varios pensamientos por la mente del primer mandatario de
facto del Proceso de Reorganización Nacional.
-
¿Sugerencia?
¿Ahora cuando todo está decidido?
Fijó
su mirada en Vaquero y solo le dijo:
-Que
Dios los ayude…
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