Por Miguel Angel Rouco
Nada
de esto fue un error
La alianza
peronista enfrenta horas de definiciones para darle un perfil definitivo a la
administración de los Fernández.
En
las últimas horas, la velocidad que implementó uno de los sectores de la
alianza gobernante sorprendió a todo el mundo.
Más
a la propia tropa.
El
avance sorprendente para algunos en el caso Vicentin es un dato revelador de la
apetencia de los jóvenes -ya no tanto-, de La Cámpora por quedarse con alguna
empresa determinante de la economía, eso sí pagando la Nación Argentina, pero
disfrazando la operación de “soberanía alimentaria”.
El
Presidente Alberto Fernández decidió avanzar con la expropiación de la empresa
ante el fenomenal y sorprendente avance de La Cámpora, en medio de la pandemia,
y ante la pasividad de los dinosaurios del peronismo.
Tal es la
apetencia del sector juvenil que decididamente ya opacó la figura de CFK que
está centrada exclusivamente en sus problemas judiciales.
La
ocupación de cargos clave en la ANSES, en la provincia de BS.AS., en el
servicio penitenciario y la participación del Ejército en determinados
distritos deja entrever una penetración intensa de los jóvenes.
El
escándalo de la compra de alimentos en el Ministerio de Desarrollo Social dejó
el terreno allanado para que las organizaciones sociales que son manejadas por
La Cámpora, se hagan cargo de las compras.
Las
tomas territoriales y la distribución de alimentos con la protección política
de la agrupación son otra muestra del avance Camporista y la peligrosa alianza
creciente con las iglesias neo pentecostales que pululan por el conurbano de
manera creciente y desordenada y que no se sabe de qué manera se financian. ¿Cómo mantener semejante polvorín inestable
en calma?
En
la intervención de Vicentin se vio otra muestra de ese avance.
El
interventor designado es Gabriel Delgado y quien debiera estar al frente de la
gestión.
Sin
embargo, es el sub interventor Luciano Zarich, miembro de La Cámpora, quien se
hizo cargo efectivo del control.
Vicentin es para
La Cámpora, el brazo financiero que le permite contar con una vía hacia el
comercio exterior que le proporcione divisas frescas para financiar su proyecto
político a futuro.
¿Por
qué Vicentin y no otra empresa de otro punto del país?
De
nuevo, empresa en dificultades, es una presa fácil y máxime si maneja comercio
y embarques a granel, salida a la hidrovía y flujo de divisas frescas en una
economía que ajusta por inflación.
¿El
resto de los negocios de Vicentin?
Es
lo de menos, no sirve, puede ir a la quiebra.
Así
se intenta conectar todos negocios.
Desde
la ocupación de tierras y control de villas en el conurbano hasta la terminal
portuaria del norte rosarino, con un seguro ingreso de divisas.
Todo
este avance se hizo al estilo blitzkrieg nazi, rápido y demoledor, ante el
desconcierto de los gerontes peronistas.
¿Qué
hará Alberto?
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