Por Malú Kikuchi
Para hacer política se necesita plata, decía Néstor K
Cristina va por
todo.
Rápido.
La Justicia se
le acerca.
Necesita con
urgencia cambiar el poder judicial y sobre todo el Ministerio Público.
Quiere manejar a
los fiscales y al Procurador General de la Nación.
Si lo consigue,
se acabó la República.
Como dice el diputado Waldo Wolff(JxC), el gobierno, léase Cristina, “está a 7 votos en diputados de conseguirlo”. La ley tiene media sanción del Senado, igual sucede con la ley de super poderes.
Hasta
ahora, se pudo frenar en diputados.
Pero
para hacer política se necesita plata, decía Néstor K. Mucha.
La
inflación es feroz, lo mismo que la pobreza.
Las
cajas se agotan, la emisión debería tener un límite.
¿Entonces?
Cris
es creativa, y las obras sociales y las prepagas, ¿por qué no?
Lunes 14/6, La Plata, acompañada por el gobernador Kicillof, insistió contra el sistema de salud.
Y
fue el lanzamiento de la campaña 2021.
Ya
lo había dicho anteriormente.
Divide
la salud en tres, entre la pública, las obras sociales y las prepagas.
El pretexto es
que funcionarían mejor si estuvieran reunidas bajo la tutela del Estado.
El Estado es un
pésimo administrador.
Todos
conocemos personas que deben estar a las 4hs de la mañana para sacar un Nº que
les permita ser atendidos en un hospital público.
Aclarando
que médicos y enfermeros son de 1ª.
Eso no sucede en las obras sociales (inverosímil “regalo” del General Onganía, al PJ a través de los gremios, con la ley Nº 18.610 del 2/1970), ni en las pre pagas.
Y
en estos tiempos de pandemia, los tres sistemas han colaborado entre sí.
Ante
la falta de camas de terapia intensiva las prepagas han enviado pacientes a
hospitales públicos y a sanatorios de obras sociales y estas a su vez lo han
hecho con las prepagas y el servicio público lo ha hecho con prepagas y obras
sociales.
Los
médicos, antes de ejercer su profesión deben hacer el llamado *”juramento
hipocrático”, un concepto ético que los obliga a ante poner la vida del paciente
a cualquier otro interés. Salvo escasísimas excepciones, todos los médicos lo
cumplen.
¿Entonces, por qué?
Porque tanto las
obras sociales como las prepagas deberían generar mucho dinero, que Cris
necesita para la campaña. Nada le basta.
Busca un poder
omnímodo y que “todo” esté bajo su control.
Lo privado
ajeno, la descoloca.
Si el privado ajeno es de amigos, como Hugo Sigman o Marcelo Figueiras (laboratorios de Astra-Zeneca y Sputnik V), esos están permitidos.
Aunque
algunos laboratorios han subido hasta el 1.300% insumos imprescindibles en
terapia contra el Covid.
A
las pre pagas las están ahogando.
No
les permiten aumentos y la inflación, en particular con los remedios, es
demencial.
Desfinanciar las
prepagas es una forma criminal para estatizarlas de hecho.
Si
fuese a derecho, necesitaría una ley del congreso.
Pero
probablemente esa ley no pasaría por diputados.
Hoy.
Depende del resultado de las legislativas.
Si
el FdT consigue mantener los diputados que tiene y sumarle 7 más (y los
aliados), todo es posible.
Un ministerio
Público manejado por Cris, todo el poder judicial manejado por Cris, toda la
salud manejada por Cris, y Argentina financiada por China.
Lo dijo Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS) :
“no
vienen por nosotros, vienen por Ustedes”.
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