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jueves, 17 de junio de 2021

La suspensión de las pruebas Aprender

Por Carlos Mira 

El gobierno decidió suspender las pruebas Aprender de este año.

Las pruebas iban a tener lugar en octubre y, como todos saben, se toman para tener un escenario abarcativo del estado de la educación en el país y, en función de los resultados, tomar las medidas que más convengan.

Cómo recuerdan, las pruebas fueron implementadas a nivel nacional por el gobierno de Macri que, en su momento, replicó en el país el experimento que, con marcado éxito, venía llevando adelante la Ciudad de Buenos Aires cuando él era jefe de gobierno.

La justificación de las pruebas no merece mayor explicación: es natural que para saber dónde se está parado en cualquier área es necesario evaluar la situación presente y, acorde a los resultados, aplicar ajustes y modificaciones que, en la próxima medición, mejoren el out come.

Las pruebas siempre fueron resistidas por los gremios (bajo el argumento de que eran la copia de modelos extranjeros-como si eso estuviera mal per se-) porque, como es natural, cuando se detectaba un problema en el aprendizaje la conclusión lógica era que se estaba enseñando mal.

Los gremios docentes jamás aceptarán que ellos enseñan mal.

Desde que asumió el gobierno kirchnerista las pruebas dejaron de existir.

En 2020 la pandemia fue la excusa ideal para interrumpirlas.

Ahora han decidido “suspenderlas” para Abril de 2022, “cuando la presencialidad esté 100% recuperada”, según las palabras del ministro Trotta, el mismo que queda colgado del pincel con cada declaración que emite.

En primer lugar habría que preguntarse -a la luz de los antecedentes- quién le ha asegurado al Ministro que la presencialidad estará recuperada en abril.

Recordemos que hace 10 días (antes de que se conocieran números de encuestas que dejan muy mal parado al FdT en la Provincia de Buenos Aires) el kirchnerismo acusaba poco menos que de asesinos a quienes bregaban por la apertura de las escuelas.

Diez días después y una vez conocidos esas proyecciones electorales los mismos que decían aquellos dislates se han convertido en los militantes de la presencialidad.

Entonces todo lo que los funcionarios de esta bolsa de gatos pueda asegurar respecto del futuro de las clases hay que tomarlo con pinzas.

En segundo lugar, Trotta hizo toda una cuestión sobre la palabra “suspender” diciendo que las pruebas Aprender no se habían suspendido sino que se habían “robustecido”.

No sé si el ministro está interesado en seguir tomándonos como pelotudos, pero cuando algo tenía como fecha de realización el mes de octubre y de repente se decide no hacerlo, ¿cómo se le llama a eso en castellano si no “suspensión”?

También la fecha es completamente inútil.

El llevar adelante las pruebas en octubre tenía el sentido de mejorar la prestación para el ciclo siguiente.

Si las pruebas se hacen en abril, con el ciclo comenzado, ¿cuándo se implementarán las eventuales modificaciones para mejorar el servicio educativo?

Lo cierto es que todo esto es una saraza en la que uno se mete solo a los efectos de no dejar de mencionar los escasísimos argumentos que dieron las autoridades.

Pero la verdad verdadera es que a este régimen le conviene el embrutecimiento de la sociedad.

“Brutos y pobres” es la consigna.

Los brutos no piensan y no distinguen cuando se los engaña para robarlos, y los pobres dependen de quien pueda tirarle una migaja para que no se muera de hambre.

Y eso es lo que busca toda dictadura de nomenklatura: la producción en masa de zombies para que trabajen como esclavos para una élite privilegiada que vive como parásitos del esfuerzo de los demás.

Ese molde comienza a construirse en la escuela.

Tanto por el adoctrinamiento como ofreciendo un servicio pésimo que no prepara hombres libres sino siervos.

Es detrás de ese objetivo que está el kirchnerismo.

Todo lo suyo no es más que un enorme envoltorio del mal…

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