Por Vicente Crupi
De
los 44 millones, unos 8,6 millones viven de la actividad privada y unos 20
millones vive de un cheque del Estado. Y
estamos viendo que esto no es sustentable.
¿La
cuestión es como desarmas esto y sin dolor…?
Y
ya comprobamos, que con gran parte de
esta clase empresarial, protegida, obsoleta y socia del peronismo (en todas sus
variantes…), no hay posibilidad de que haya inversiones: imprescindible
para crear empleo.
Mientras no terminemos abruptamente con esta pandemia, avanzamos hacia la disgregación.
Estamos
como el 2001, pero sin recursos y aislados del mundo.
Este gobierno no tiene retorno.
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