"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 23 de julio de 2009

La Cafunga Barloventeña

Por Rubén Osorio Canales y su Gastronomía Política

Todo régimen autocrático piensa de manera absurda, por falsa y repetitiva, que su poder es eterno. Una vez dominada las instituciones y con las armas en sus exclusivas manos, se dedican a robar espacios, a matar derechos ciudadanos, a restringir sus libertades y a provocar a la gente todos los días hasta el hostigamiento más agotador.

Eso ha sucedido recientemente en Irán, en Honduras y para no irnos tan lejos en Venezuela.

Zelaya se cansó con la ordinariez que exhibe desde su sombrero hasta su forma de caminar pasando por su discurso postizo, a fastidiar a una población pacífica y a violar su Constitución.

En Irán un fundamentalismo representado por un clero corrupto y arbitrario que ama el poder terrenal por sobre los reinos de Alá, persigue a la disidencia con una brutalidad que ni siquiera los bárbaros de Atila exhibieron en su momento y en Venezuela, no ha pasado nada que pueda diferenciar al régimen nuestro de los anteriormente citados.

Pero hete aquí que los ciudadanos de Irán están en pie de guerra contra los abusos y manipulaciones religiosas de la autocracia fundamentalista; los ciudadanos de Honduras se rebelaron ante los atropellos inconstitucionales del nuevo peón del proyecto castro comunista, con la desgraciada intromisión militar que convirtió un proceso de reivindicación democrática actuado gracias a la división de poderes existente en ese país, en un golpe de estado condenado por las instancias internacionales, más por su forma empiyamada de la salida del presidente traidor a su Constitución, que por su fondo, y en Venezuela vemos cómo las reacciones contra los abusos y los incumplimientos del régimen, son cada vez mayores y más contundentes.

En Guayana hay una población obrera en pie de guerra que no cede ante las amenazas y abusos de ésta preponte autocracia;

< en el mundo petrolero los trabajadores se dejaron de eufemismos y se pararon a reclamar sus derechos;

< los trabajadores informales incluidos quienes están con el proceso andan exigiendo con voz de pocos amigos, el cumplimiento de las promesa con las que una vez los calmaron;

< la ciudadanía toda comienza a desafiar el miedo sembrado por los especialistas del G 2 cubano;

< los empleados públicos han dejado el miedo a un lado y tienen sus protestas montadas las veinticuatro horas del día;

< la gente de los barrios explotan a cada minuto contra la inseguridad, el abandono, los incumplimientos, la falta de agua, las condiciones indignas en que viven;

< las universidades presentan combates cívicos todos los días desafiando con ello las embestidas de la barbarie promovida desde las estructuras del poder;

< los padres, representantes, maestros y alumnos le salieron al frente a una ley de educación comunista que ignora que el futuro de los pueblos depende del conocimiento y que este se adquiere solamente con una educación abierta a todas las corrientes;

< los periodistas y los comunicadores están librando una batalla contra “el sicario de los medios” ante su pretensión de apagarnos la luz de la TV, de la radio del cable, y más adelante la de Internet.

Todas esta batallas han copado los medios y son de vital importancia pero si hay algunas que andan como una espada premonitoria recorriendo todo el país, son las batallas dadas por los ciudadanos de pacificas poblaciones como Caucagua y Curiepe en el Estado Miranda, contra la Guardia Nacional que pretendió desalojar a la fuerza a sus respectivas policías, sin contar con que los ciudadanos de dos poblaciones gobernadas por chavistas recién electos, iban a protestar de tal manera que sus protestas sirvieron para que el mundo entero se enterara de sus respectivas existencias.

Un paisaje, más que caótico, tenebroso, como el que domina la política nacional, exige desempeños mayores de la dirigencia opositora que vayan más allá de los repetidos anuncios de una unidad que no vemos con claridad por ninguna parte.

La ecuación de estos autócratas es muy sencilla: Si no me quieres eres un traidor, un oligarca y un pitiyanqui, y no mereces más que desgracias” y lo peor es que ante esta afirmación los fanáticos del odio gritan: “Así es que se gobierna”

EL PLATO

En homenaje a los pueblos de Barlovento va esta receta de La Cafunga Barloventeña, bollitos dulces envueltos en hoja de plátano que se hacen de la siguiente manera, coloque en una batea la masa de una docena de cambures titiaros algo maduros pero firmes, rallados o molidos, añada un poco de harina, la pulpa de un coco rallado y un buen toque de anís dulce, otra de clavo y otra de canela en polvo.
Mézclelos bien y vaya colocando bolitas de esta masa en hojas de plátano previamente asadas.
Proceda como si estuviese haciendo nuestro clásico bollito, amárrelos bien y llévelos a un horno a temperatura más que media por espacio de cuarenta minutos. Sáquelos y llévelos a la mesa, ábralos, úntele mantequilla y acompañe con queso blanco y un buen guarapo de papelón con limón.

Cómalos en amena tertulia pensando en que cuando los pueblos se cansan del hostigamiento, protestan de verdad y dan la pelea.

EL CONVITE

Casos como los de Curiepe, Caucagua y los que se dan en los barrios y en cada rincón de Venezuela nos hacen recordar la famosa obra de Lope de Vega, Fuenteovejuna, pieza teatral de urgente lectura en todas las casas de nuestro país.


Rubén Osorio Canales / roc1934cor@gmail.com

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