Las 10 claves por las que el impuesto al cheque es mucho más que un tributo

Por José del Río, director de Apertura.
Especial para Cronista.com

1. Nació en agosto de 2001 como una iniciativa del por entonces superministro Domingo Felipe Cavallo para garantizar ingresos extra que, supuestamente, salvarían al país del default. Por entonces, Cavallo desembarcaba como el "salvador económico" y, tuvo por ello, luz verde por parte del Congreso. Como varios de los tributos que surgieron como "excepción", se convirtió luego en un clásico que se mantuvo año tras año.

2. Qué grava hoy: la ley define como hechos gravables a los créditos y débitos en cuenta corriente bancaria fijando una tasa máxima del 6 por mil y estableciendo que el tributo recaerá sobre los titulares de las cuentas respectivas, actuando las entidades financieras como agentes de liquidación y percepción. O sea que el porcentaje que se aplica es un 0.6 % del monto a debitar o acreditar, en una cuenta corriente y se cobra al titular de la cuenta. La ley no es muy clara en su letra, en su párrafo inicial habla de cuentas corrientes pero luego a lo largo de su redacción solo hace alusión a la palabra cuenta, en su aplicación diaria sólo se hace sobre las cuentas corrientes.

3. En su primera etapa la Nación se quedaba con la totalidad de la recaudación, pero durante la administración de Eduardo Duhalde, un 30 por ciento fue cedido para coparticipar con las provincias. Desde ese momento todos los gobernadores comenzaron a protestar para obtener una mejor distribución del tributo.

4. El impuesto al cheque le permitió sumar a las arcas del fisco $ 20.561 millones en 2009. El 70 por ciento de ese monto va para la Nación y el 30 por ciento para las provincias, aunque de ese 30 por ciento coparticipable, un 15 por ciento se destina a la seguridad social. Su manejo discrecional se había convertido en un "arma política" para el Gobierno.

5. El nuevo proyecto que obtuvo dictamen express en las Comisiones de Presupuesto Hacienda, Economía y Coparticipación, cambia las reglas de coparticipación del impuesto. El proyecto, que se debatirá la semana próxima, planea redistribuir el monto de lo recaudado de la siguiente forma: 42,34% a la Nación, 54,66% al conjunto de provincias adheridas, un 2 por ciento en forma automática para el recupero del nivel relativo de Buenos Aires, Chubut, Neuquén y Santa Cruz y un 1 por ciento para aportes del Tesoro Nacional.

6. La nueva iniciativa de coparticipación seguramente será vetada en forma inmediata por la presidenta de la Nación y luego ratificada por el Congreso. De esa forma obtendría el carácter permanente.

7. Las provincias calculan que por las características de la coparticipación original, resignaron a la Nación unos 43.000 millones de pesos entre 2001 y 2009, período que lleva la segunda etapa de este impuesto que había tenido un primer capítulo en 1976.

8. El "nuevo impuesto al cheque" fue celebrado ayer por las provincias porque se estima que sumarán a sus arcas entre 9.200 y 10.300 millones de pesos adicionales que les permitirán cubrir dos tercios de los 15.000 millones de pesos que tendrán de rojo fiscal durante este año.

9. El nuevo impuesto al cheque generaría también una mayor brecha fiscal en las cuentas públicas de la Nación que tiene, sólo por el déficit del Tesoro vencimientos por $ 20,000 millones este año. Vale destacar que, por su recaudación es el cuarto mayor tributo nacional.

10. Desde el Gobierno nacional aseguran que la batalla no está cerrada y se prevé para los próximos días un contraataque que tiene como carta diferencial la defensa de la caja. “Históricamente Néstor sigue muy de cerca las cuentas nacionales y los superávit gemelos fueron su diferencial. Ya está pensando en un plan B”, aseguró una alta fuente de muy buena llegada a Balcarce 50.