Si los Kirchner siguen adelante y el Congreso rechaza el DNU 298, la Corte tendría la última palabra

Por Carlos Tórtora / El Informador público

El gobierno apeló el fallo de la jueza Claudia Rodríguez Vidal que suspendió la aplicación del DNU 298.
Pero CFK planteó públicamente la desobediencia a la justicia y aseguró que el gobierno seguirá pagando la deuda pública con las reservas.
El Congreso, a su vez, rechazará el DNU 298, lo que, aparentemente, tampoco modificará la postura de los Kirchner de seguir adelante, aun desconociendo a los otros dos poderes. Si éste continúa siendo el rumbo, puede preverse el siguiente itinerario judicial del conflicto.

Siguiendo lo resuelto por la Sala Cuarta al elevar el recurso extraordinario a la Corte Suprema sin modificar la suspensión del DNU 2010 dispuesto por la jueza María José Sarmiento, la Cámara se expresará probablemente en el mismo sentido con la apelación oficial por el DNU 298.
De ser así, pronto llegará a la Corte un nuevo recurso extraordinario del kirchnerismo por el nuevo DNU.

El anterior recurso -por el DNU 2010- fue declarado abstracto por el alto tribunal, porque la norma había sido derogada, precisamente para dictar el 298.
Pero el gobierno piensa ahora en ejecutar contra viento y marea el 298.

Sin salida

En su discurso de inauguración del año judicial, Ricardo Lorenzetti planteó la doctrina de la Corte para el actual conflicto de poderes.
Se trata de problemas políticos que deben resolverse a través de resortes políticos. Ahora bien, si el Congreso rechaza el DNU 298 y el gobierno sigue aplicándolo, los mecanismos políticos se habrían agotado.
¿Intervendría entonces la Corte para restablecer la vigencia de la Constitución, declarando nulo el DNU suspendido por la justicia y rechazado por el Congreso?

La situación sería límite

A esa altura no habría forma de devolverles el paquete a los políticos, porque la vía del Congreso estaría agotada.

De negarse entonces los Kirchner a toda negociación con la oposición, la crisis se revertiría casi automáticamente sobre la Corte.
Porque además, Lorenzetti quedaría comprometido por otro de los párrafos del
discurso antes citado. El que dice que dice que la función de la justicia es ponerles límites a los excesos del poder.

Un llamativo silencio

La andanada de agresiones y desafíos presidenciales al Poder Judicial no tuvieron hasta ahora respuesta pública por parte de la Corte, lo que revelaría un acuerdo de los ministros para no agravar la crisis con sus réplicas.

Todos esperan, usando el sentido común, que los Kirchner finalmente entren en razones y acepten discutir una ley sobre el uso de las reservas.
Entonces el conflicto se descomprimiría y volveríamos a la racionalidad.
Pero nada indica que esto vaya a suceder.

En la lógica de Olivos, ceder ante la nueva mayoría legislativa es perder la guerra. Con el riesgo de que empiece una ola de desobediencia generalizada en el peronismo bonaerense, los gobernadores y hasta los propios legisladores kirchneristas.
Si la inflexibilidad continúa, sería entonces inevitable que el conflicto escale nuevamente hasta la Corte, llevado por el gobierno, por la oposición y posiblemente por ambos.
En ese caso, la Corte podría tener que firmar una sentencia que bien puede ser la sentencia fatal para los Kirchner.