La Pedagogía puede ser clasificada como enmendadora, especial, terapéutica, normal, atípica, de avanzada, subdesarrollada o irregular, no por ello deja de ser la ciencia que se ocupa de la educación, ni pierde su meta en la clasificación.
Tal vez la innovación en sus medios, que se confunde con una aplicación temporaria que olvidó la atención adecuada en una acción improvisada, nos haga suponer que existe una Pedagogía antigua. Pero el ideal del hombre y su educación no cambian con el tiempo (o no debieran cambiar).
Es una parte del todo, como el hombre mismo, íntegra, única herramienta para la subsistencia de la sociedad en la que deseamos y necesitamos vivir, bien común de la civilización humana y patrimonio nacional, ideal que se ubica entre el amor y el sentido de los valores, arte de instruir, creación, aplicación y realización al servicio de cuanto la naturaleza da para constituir la realidad social. Para Durkheim, una sociología particular porque la educación es un fenómeno social y reflexión práctica entre ciencia, técnica y arte.
Pedagogía, educación o reeducación pueden concebirse como sinónimos, convergentes, concurrentes o auxiliares para conocer, reconocer y evitar las perturbaciones de todo orden durante el desarrollo. Solo así podremos afinar el concepto de persona y extender posibilidades, legitimidad, límites y necesidades, es decir, garantizar el Derecho a la igualdad de oportunidades en la acción educativa, centro del problema del desarrollo.
Si bien nuestra realidad social nos lleva a adaptar los contenidos “normales”, hoy inadecuados ante el producto de la insalubridad, la violencia, el analfabetismo y la ignorancia generalizada, no podríamos desplazar su fin único y supremo: el hombre y su inmanente posibilidad de alcanzar la perfección única de la que es capaz., punto de confluencia, reunión y concreción de valores, de ética, de Verdad.
Educar es una orientación que implica la “educabilidad”, virtud y acción humana deliberada que supone un plan y una finalidad a futuro, una modificación que se armará en vocación y reunión. Y como la acción educativa es vertical y horizontal, abarca todas y cada de las manifestaciones del hombre para la concreción de sus fines trascendentes, esenciales para el desarrollo.
Es una “concepción de vida”, por lo tanto retomemos su alcance antes que se vea totalmente desplazada, para que cada protagonista se proyecte en reflexión, fuera de toda imposición o coacción. Sin educación no hay continuidad histórica; sin contexto educativo, no hay verdadera educación. ¿Tiene en claro hoy el Estado qué sociedad tenemos y hacia donde llegar? La ausencia de marca es una marca.
El hombre es tiempo mientras está en este mundo fenoménico y el tiempo corresponde a los hechos, su vida, duración; si escatimamos su educación, no se integrará en el espacio que le pertenece y entonces lo detendremos en el tiempo. Y hay realidades que el tiempo y el espacio no modifican: los valores humanos presentes en una Pedagogía que debiera considerarse Perennis para forjar nuestro destino.
Aclaración necesaria: educere = alimentar, nutrir, criar (la inteligencia y la voluntad en integridad)
Mara Martinoli
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
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