"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 1 de octubre de 2010

La incorregible malicia anti - K

Carlos M. Reymundo Roberts
LA NACION

Son malos. Son venenosos. Son incorregibles.
No hablo del Gobierno, sino todo lo contrario:
"Hablo de los detractores de los Kirchner, que insisten, con afán destructivo, en quitarle mérito al paso del matrimonio por Nueva York, de donde vuelve, estoy seguro, después de haber puesto a reflexionar al planeta y de sembrar contactos, relaciones y, lo que es más importante, inversiones".
Porque es bien sabido que todo el mundo se muere por invertir en este país, considerado hoy el paraíso de la seguridad jurídica.

La primera crueldad consistió en mostrar la foto en la que se veía que Cristina hablaba en la Asamblea General de la ONU ante una platea escuálida de, digamos, unas 40 o 50 personas, probablemente miembros de la delegación argentina.

La interpretación maliciosa es que la palabra de nuestra Presidenta no le interesa a nadie, cuando es bien sabido que en ese foro, salvo que uno se llame Obama o Merkel, los discursos son tanto o más temidos que la bomba neutrónica.
Y los detractores por supuesto ocultaron que la pieza oratoria de 20 minutos, "Patria sí, colonia no", fue de tal profundidad, originalidad y contundencia que la versión escrita que distribuyó después la ONU fue reclamada por embajadas de los cinco continentes.
Además, una cosa es llenar el Salón Blanco de la Casa Rosada o un acto en el conurbano, donde la sola promesa de que hablará la señora hace agotar las entradas, y otra, muy distinta, es completar el enorme auditorio de la Asamblea General, para peor sin el concurso de La Cámpora, Moyano o D´Elía.
¿Cuánto se tardaría en llevar los ómnibus llenos de gente a Nueva York? Y los choripán llegarían fríos y la Coca, caliente.

Los críticos se ensañaron también con la vueltita, ciertamente modesta, que le hicieron dar a la Presidenta por el recinto de la Bolsa de Comercio, donde ni siquiera la invitaron a tocar la campana que marca el comienzo de la rueda de operaciones, honor que sí tuvo años atrás su marido (su marido y cuanta figurita, modelo o jugador de fútbol ande por allí)
"Un cigarrillo y tocar la campana no se le niegan a nadie", ironizaron.

A ver: es verdad que el paseo de la Presidenta se pareció al que hace cualquier turista que llega hasta ese ámbito.
Pero ¿por qué no ver los aspectos positivos?.

Cristina, abanderada del progresismo, quiso ir a caminar por el corazón de Wall Street, es decir, por las entrañas mismas del capitalismo más salvaje, y lo hizo ocultando detrás de su sonrisa franca la incomodidad que seguramente sentía.
Otro aspectos del viaje sobre los que repararon los ponzoñosos y malintencionados fue que
. no se hizo el habitual almuerzo con empresarios en el Waldorf Astoria
. que Susan Segal, presidenta del Consejo de las Américas, sólo logró llevarle a Cristina un puñadito de ejecutivos
. que la agenda del presidente de Chile, Sebastián Piñera, fue mucho más calificada y activa,
.y que Néstor Kirchner no habló en la prestigiosa Universidad de Columbia sino en la New School University, un reducto progresista de menor relieve.

La respuesta a esos ataques es que el matrimonio, que a esta altura ya conoce Nueva York como nadie (ella ama sus restaurantes y sus boutiques; él, sus hoteles), esta vez se propuso una misión diferente, como de hecho lo demuestra el que ambos se hayan pasado todo el fin de semana enclaustrados en su suite y mandando mensajitos sobre política argentina por Twitter.

Los caminos de la diplomacia 2.0 del canciller Héctor Timerman pueden resultar inescrutables, pero los frutos están a la vista:
< Un ejemplo es haber sido recibidos por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, un funcionario de cuya influencia planetaria a esta altura no pueden quedar dudas;
< otro, pasar a encabezar el G-77, un grupo tan importante que los últimos países que lo presidieron fueron Yemen, Sudán y Antigua y Barbuda, tres voces de extraordinario peso en el concierto de las naciones.
La Argentina llega a ocupar esta jefatura después de ganarle la pulseada a otro titán: la Venezuela de Chávez.
Si además de todo eso la delegación argentina vuelve al país con promesas de inversiones en turismo y energía, debe decirse que la misión a Nueva York estuvo más que justificada.
Pero claro, la realidad es invisible a los ojos de la perfidia.

Para enterarnos de lo que verdaderamente pasó allí no hay que leer la prensa canalla. Hay que leer los tweets del canciller.

© LA NACION

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