"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 18 de julio de 2011

Importante Informe del brazo político "VOTARUN"

En vísperas de una pronta definición del candidato a Elecciones Primarias, Obligatorias y Abiertas para el próximo 14/08/2011, el Centro Votar Unidos, informa

LA HORA DE LOS NÚMEROS

Queridos  amigos:

Bella frase esa que expresa que “las matemáticas no son una opinión”.
Tampoco son una evaluación ni una encuesta.
Los números tienen la fuerza de la verdad y la virtud de terminar con ciertas discusiones que no se resuelven con argumentos.
Así podemos afirmar que en la semana que pasó, Uruguay eliminó a la Argentina de “su” Copa América por cinco penales contra cuatro y que Mauricio Macri le ganó la primera vuelta a Filmus (candidato del Frente para la Victoria) por 19,3 puntos en las elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ambos resultados eran previsibles aunque por distintas razones sorprendieron a muchos.
En el campo deportivo porque evaluamos que teníamos el “mejor jugador del mundo”, que disfrutábamos de la ventaja de ser locales y de un grupo de excelentes jugadores (en su gran mayoría delanteros) pero olvidamos que una suma de individualidades no hace un equipo, que hace falta equilibrio, que el público es voluble y que además no juega.
Nuestro equipo potenció sus fortalezas en ataque  y descuidó sus debilidades defensivas.
Se trató de conformar a todos poniendo los jugadores más amados pero olvidamos considerar el potencial de los oponentes.
Resultado: eliminados en cuartos de final.
Como un reflejo de lo que sucede en otros ámbitos, el deporte nos muestra que se necesita trabajo, organización, planeamiento y humildad para alcanzar los objetivos buscados.

En el campo político la fórmula del éxito no es muy diferente pero los factores de confusión son más sutiles. 
Un número importante de encuestadores vaticinaron que la diferencia entre Macri y Filmus sería pequeña y reversible en una segunda vuelta.
Confiaban en la atracción que supuestamente despierta la señora presidente entre los votantes y en el poder de la propaganda.
Pero olvidaron que los ciudadanos piensan, evalúan y deciden.
La magnitud de la diferencia descolocó a las encuestadoras que fueron contratadas por el gobierno pero fue bien apreciada por las que son independientes, lo que demuestra que los errores no fueron producto de un súbito cambio de humor del electorado sino de una metodología errónea o de un deliberado intento de influir en la voluntad de los votantes.
Como esas mismas encuestadoras son las que hablan de un triunfo presidencial en la primera vuelta electoral, todo el andamiaje de propaganda subliminal para desalentar a la oposición entró en zona de tembladeral.
Peor aún, la insólita reacción de funcionarios y figuras del espectáculo que apoyan al gobierno sin disimulo y que criticaron duramente a los votantes de la Ciudad Autónoma por la forma en que votaron hace pensar que en el oficialismo hay quienes creen sus propias mentiras o que se enojan mucho cuando estas se hacen evidentes ante el peso irrefutable de los números.

El tema de la revelación de las mentiras es  un factor de gran influencia electoral y moral  porque afecta la credibilidad de personas e instituciones y porque llama a pensar en cuantas situaciones similares a las descubiertas pueden estar viciadas de falsedad.
Esto se ha hecho evidente a medida que el cotejo de las muestras de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) de los hermanos Noble, hijos adoptivos de la dueña del diario Clarín, ha demostrado que no son hijos de personas desaparecidas durante el gobierno militar.

La persecución que sufrieron estos hermanos por parte del gobierno actual, utilizando el prestigio de la fundación Abuelas de Plaza de Mayo, fue imperdonable.
En primer lugar por no respetar la voluntad de los protagonistas, cuyo derecho a decidir si querían que fuera indagada su identidad fue vulnerado.
Pero si a ello le agregamos que las sospechas de los querellantes eran infundadas  y que todo se agravó con los ataques a la señora de Noble, que dirige un diario que no se allana a las presiones del gobierno, el tema ya alcanza los ribetes de un escándalo que demuestra la utilización espuria del gobierno de las cuestiones vinculadas a los derechos humanos.

Esto también afecta a las organizaciones que se prestaron al juego como es el caso de las Abuelas de Plaza de Mayo que al igual que  un sector de las Madres de Plaza de Mayo se han unido políticamente al gobierno con lo cual han perdido objetividad y credibilidad y se ven arrastradas por el desprestigio gubernamental.

El caso de las irregularidades en la construcción de casas sociales encarada por la fundación Madres de Plaza de Mayo, que dirige Hebe de Bonafini, ha continuado su escalada de denuncias judiciales y laborales. Hemos visto a trabajadores que reclaman por las deudas que tiene con ellos la fundación, enrostrar a la señora Bonafini sus incumplimientos y a ella pretender defenderse derivando la culpa en el apoderado, Sergio Schoklender, tratando de acallar esas voces en nombre de su cruzada por los desaparecidos y de la edad de las señoras que dirigen la fundación. Todas esas cuestiones que no impidieron que se animaran a manejar cientos de millones de pesos con absoluta incompetencia y probables delitos en perjuicio de los sectores sociales más necesitados.

Se torna evidente que la utilización espuria que tanto el actual gobierno como estas instituciones han hecho del tema de los derechos humanos  requerirá de parte de un futuro gobierno una revisión integral de lo actuado y un cambio profundo en el enfoque, que lo despolitice y que termine con las persecuciones ideológicas disfrazadas de búsqueda de justicia y equidad.

Ese futuro gobierno deberá también pensar en un programa nacional integrador que busque armonizar los intereses de los distintos sectores que componen a nuestra sociedad en contraposición a la política de enfrentamientos selectivos que utiliza el actual gobierno para consolidar su poder.
En primer lugar necesitamos para nuestro desarrollo una vigorosa política de integración física, punto por el que comenzaron todas las grandes naciones, promoviendo la construcción de una red de autopistas federales que ahorren vidas, tiempo y combustible, reconstruyendo nuestra red ferroviaria, explotando todas las posibilidades de nuestra red fluvial y abriendo los cielos para los vuelos de cabotaje. En segundo término tenemos que impulsar la integración virtual, brindando las condiciones para que la comunicación por telefonía celular e Internet alcance todos los rincones del país.

En forma simultánea es necesario promover la integración económica de una  Argentina  desequilibrada y centralista que debe comenzar por una reforma impositiva que modifique en beneficio de las provincias la coparticipación federal y que permita la percepción de impuestos al nivel municipal para acercar el control de gastos a los ciudadanos.
Esa Argentina debe ofrecer las condiciones de seguridad jurídica para que los capitales nacionales y extranjeros se arriesguen a despertar con capacidad empresarial las potencialidades dormidas de un país con extraordinarios recursos naturales y humanos.
Finalmente, el cuarto y más importante ámbito de integración es el de la integración afectiva.
Tenemos que querernos y respetarnos mucho más.
Tenemos que dejar de lado las falsas antinomias entre pueblos originarios, inmigrantes antiguos e inmigrantes contemporáneos, habitantes de Recoleta o del sur de la ciudad, ciudadanos de la zona norte del conurbano y ciudadanos de las villas, santiagueños y tucumanos, unitarios y federales,  nacionalistas y liberales, civiles y militares y tantos otros fantasmas antiguos y modernos que conspiran contra la construcción de una nación grande  y generosa organizada, como el equipo de futbol ganador y equilibrado que tanto añoramos ver.

Lograr esa integración nacional nos permitirá aspirar a integrarnos también a nivel regional y desde allí  a un mundo globalizado, diverso y conflictivo, en el que necesariamente tenemos que ocupar un espacio consolidando nuestros derechos y asumiendo nuestras responsabilidades como nación.

El obstáculo para un programa de tal naturaleza es la mentalidad de  un gobierno que nos desune con el único objetivo de acumular poder  y disfrutar de él en forma solitaria y personalizada.
Hemos llegado al extremo de que se clausuran puntos de venta de periódicos en el Mercado Central porque venden el diario que disgusta al oficialismo o que se persigue a los golpes a una candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el pecado de ser opositora.

En el Congreso los pocos proyectos de ley que se presentan buscan despenalizar el consumo y venta de drogas y despenalizar el aborto.
Nada encontramos que sume a la causa de la vida y la familia y que promueva los auténticos valores que nos dieron forma como nación.

Pero los números son los números  y el 14 de Agosto, a través de las primarias obligatorias, abiertas y simultáneas (PASO), diseñadas por el gobierno para desarticular a la oposición y convertidas por obra  y gracia  del devenir político en una verdadera encuesta ordenadora nacional sin proyecciones ni datos amañados, sabremos cuanto de cierto hay  en las encuesta y cuales son las esperanzas de que el voto meditado y criterioso de nuestra ciudadanía nos permita pasar del paradigma de la revolución a la filosofía del consenso.
Tenemos que poner los ojos en ese acontecimiento y evitar que sea anulado o distorsionado.
Nuestro futuro va en ello.

Un abrazo para todos.
Juan Carlos Neves, presidente de Nueva Unión Ciudadana

www.nuevaunionciudadana.org

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