Las situaciones de alto riesgo social de la infancia sometida a trabajo infantil, violencia intrafamiliar, explotación sexual, situación de calle, exclusión, desatención, marginación, consumo y abusos, se constituyen como violaciones de Derechos Humanos, vivencias cotidianas que adulteran y profanan su dignidad.
Y mientras continuamos estancados en la indagación de las causas, el tiempo transcurrido decidirá si se el desarrollo esperado, deseado, se concretará.
La Convención sobre los Derechos del Niño ubica a l@s niñ@s como sujetos, prioridad y garantía que no implica igualdad de oportunidades cuando el destino y ejecución de políticas focalizadas no encuentra responsables, cuando se permite una “adultez precoz” imperdonable, cuando el impacto de la imposibilidad de acceder a la estructura de oportunidades se extiende producto del letargo e instaura el síndrome del abandono que afecta directamente la construcción de ciudadanía.
El cumplimiento de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes no puede separarse del avance ético-político...
Son deberes de “inversión social” aún omitida en ausencia de planes de acción efectiva, de intervención y prevención integrada, de escasos dispositivos de reducción de daños, que contemple la vulnerabilidad como único eje posible de desarrollo sostenido, acciones o inacciones que permiten observar cómo cada comunidad acciona hacia la consolidación democrática.
L@s niñ@s que hoy viven en situación de vulnerabilidad son incapaces de interpretar la perspectiva de distorsiones y canjes políticos, ocultamiento de la realidad que los hace depositari@s y frágiles emergentes de causas y consecuencias, valores agregados que les impedirá discernir qué parte de las intervenciones fueron verdaderas y cuales falsas, cuando las visiones son parcializadas.
Y en el mientras tanto ell@s, aún esperan...
Mara Martinoli
http://apgargentina.blogspot.com
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