LAVADO DE DINERO, MAFIA DE LOS MEDICAMENTOS Y UN PUNTO EN COMÚN
En diciembre de 2004, a Verónica Díaz, se le indicó una dosis letal: debía suministrarse Yectafer, un complemento de hierro para poder curar una leve anemia.
El día 23, fue la primera víctima de esa dosis letal, la cual había sido adulterada.
Tiempo más tarde murieron otras cuatro personas y 30 quedaron con graves secuelas.
La dosis provenía de Buenos Aires.
La noticia causó conmoción y estupor en Río Negro, lugar de donde era oruinda la joven.
Todo quedó en manos del Juez Federal Norberto Oyarbide, quien investiga la denominada “mafia de los medicamentos”, y está convencido que hay actores, como los que ya hemos venido nombrando, que durante muchos años se dedicaron a la comercialización y adulteración de medicamentos, y esta es una prueba de ello.
Luciano Laudissi, es una pieza clave en esta trama, sabe quiénes fueron los proveedores de esta dosis letal.
Ahora llama poderosamente la atención otras vinculaciones de este joven oriundo de La Matanza, y tal como ya adelantó Tribuna, también tenía relación con el asesinado Sebastian Forza, acribillado en General Rodríguez junto a Leopoldo Bina y Damián Ferron.
Laudissi le proveía medicamentos a Forza, como así también innumerable cantidad de troqueles adulterados.
Este periódico desde hace varios meses viene resaltando que fue quien entregó a Forza la Grand Vitara Bordo que apareció totalmente incinerada en las cercanías del Policlínico Bancario.
Como así también, que participó en las maniobras para tratar de ayudar al hermano de Damián Ferron para deshacerse del Mini Cooper verde que Lonco Hue trató en vano de esconder en Valentín Alsina.
Laudissi es un conocido de muchos de los hoy procesados en la mafia de los medicamentos:
Magallanes, De Marco, Maffini, Gornes, Mancusso, Abasto, Hendler, Di Marco, Martino y Bruno.
No en vano en un allanamiento realizado por la Policía Federal en la Inmobiliaria Melita, un apéndice de la empresa constructora Zetace SRL, encontraron dos operaciones inmobiliarias que llamaron la atención.
Una realizada por el mismo Laudissi, donde efectúa la compra de un departamento y los paga con cartulares de Idea Farmacéutica S.A., Cyamed S.A. y Global Healt Consulting S.A.
La otra es realizada por Ricardo Bruno, quien también abona dicha operación con valores de Cyamed S.A.
Ricardo Bruno está procesado, hay pruebas que llevaron al Juez —como escuchas telefónicas, seguimientos, tareas de inteligencia e innumerables allanamientos— que lo hacen parte de una gran asociación ilícita.
Ahora nadie se explica por qué habiendo tantas conexiones, Laudissi nunca fue llamado a declarar.
Hoy no solamente debe pensar en aquel caso fatídico de diciembre de 2004, lleva en sus espaldas numerosos secretos que muchos no quieren que dé a la luz.
Seguramente se debe arrepentir de no haber seguido los pasos de su familia, la cual como buenos italianos, se dedican a fabricar zapatos.
Carlos Forte
Fuente: Tribuna de Periodistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario