CORREO DO BRASIL 02/09/2011
Mensaje de alerta para la presidente
Por Paulo Ricardo da Rocha Paiva - de Boa Vista
Muchos se recrodarán. 1957, Brasil negociaba un aeródromo, el antiguo Vengeoamce veterano de batallas de la Royal Navy que se llamó Minas Gerais.
En aquella época, en un contexto de amenazas bien menos clamorosas, el comediante Juca Chavez ironizaba en una canción bastante desafinada pero si patética:
“Brasil ya va a la guerra, compró porta aviones”
Debería haber dicho, en aquella década que aquí existía casi exclusivamente una industria de leve consumo dedicada a la producción de viene perecederos y poco durables.
Pues han pasado 60 años y ya fabricamos petroleros con tecnología náutica de alto nivel de tonelaje superior al Viejo Minas.
De pronto un gigante adormecido se alza como la octava economía del mundo, las amenazas ganan contornos imprevisibles y las fuentes de sus inagotables recursos naturales son proclamadas como “patrimonio de la humanidad”.
La sorpresa es tan grande y él sorprendido queda atónito.
Perdido como un diputado con el currículo sucio que hoy quiere reelegirse.
Sin comando, se mantienen hoy guardadas las debidas proporciones, la misma fragilidad que tenía en los años 50.
Simplemente la potencia de grandes recursos avanzó mucho en relación al grado de seguridad que, aún indispensable, se impone para su garantía.
Lula débil pero abusado, interactuaba con algunos de los que lo precedieron, y muy orgulloso hizo a los poderosos que tomaran su parte de amazonenses.
Luis Inácio Lula henchía su pecho y decía:
“Brasil precisa mostrar los dientes por la causa Amazónica y la reserva del pre-sal”. Para él comprar material bélico en el exterior era como afilar los dientes. Que haya paciencia con tamaña ingenuidad! Si la “Santa Alianza de CS/ONU” mostrara las caries de nuestros dientes se van caer de podridos!
Nuestro “precavido” Luis Inácio también decía que “cuanto más preparados estuviesen los militares brasileños, menor sería el riesgo de una guerra”. Pero, ¿con qué armas se van a preparar? Presidente Dilma, ¡válgame Dios!
Los porta aviones de la 4ta flta/USA tienen mucho más cazas que los que se quieren comprar para las FAB, esto sin hablar de los tres o cuatro submarinos nucleares de aquella fuerza que, además de la propulsión, están dotados de misiles convencionales y atómicos, que pueden ser lanzados aunque la nave este sumergida.
La conclusión a la que se llega es que gobernantes, políticos, y también a la sociedad que no estamos ni ahí.
¡Tiene la palabra la nueva comandante en jefe de las Fuerzas Armadas!
Ciudadano brasileño.
Pueblo de este inmenso país indefenso, es preciso aceptar la realidad.
Las palabras fueron dichas, por un civil de envergadura sin par, es Rui Barbosa quien vaticina:
“Una nación que confía en sus derechos en vez de confiar en sus soldados, se engaña a sí misma y se prepara y prepara su propia caída”
¡Sra. Presidente!
Nuestros guerreros con medidas paliativas no se sustentan.
Ellos carecen de poder definitivo no para hacer guerras, que eso quede bien entendido, sino para que el enemigo desista de la lucha.
Irac, Afganistan, Libia, los ejemplos están ahí, cuando los perros de la guerra resuelven intervenir, “para protección de la población civil”, no hay quien los asegure
¡Que no se dude, sus “bombarderos quirúrgicos” ya mataron en Oriente Medio mucho más mujeres y niños que cualquier sultán mal intencionado.
¡Alerta!
Nuestros “kosovos indígenas” ya están mostrando las uñas!
Y las potencias de baja categoría heredadas por Dilma.
Si, es aquel que quiere un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, con derecho a veto en las mismas condiciones de los “señores de guerra”.
Ah, LA ONU, con seguridad, va a apuntar el “mapa de cambio” para su postulado.
Crea quien quiera.
Paulo Ricardo Paiva da Rocha es un coronel de Infantería y doctor en Ciencias Militares en la Escuela de Comando y Estado Mayor General del Ejército.
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