"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 18 de diciembre de 2011

Apostasía



SE CONVOCA A DEFENDER LAS CATEDRALES
Por el Dr. Jorge B. Lobo Aragón (*) 

Todos tenemos deberes y obligaciones proporcionados a nuestras fuerzas y capacidades. Los más fuertes, los más valientes, las más lúcidos responsabilidades mayores que la gente común.
Admiramos al héroe, pero ¿todos tenemos la obligación de comportamiento heroico? Pareciera que no; los griegos consideraban al héroe de naturaleza superior a la humana.
Veneramos al mártir, que participando de la naturaleza humana, heredera de la caída de nuestro padre Adán por dar fe de su amor a Jesucristo llega hasta la muerte.
El instinto nos empuja a preservar la vida; el mártir se sobrepone a su instinto en virtud del amor a Dios.
En los primeros siglos la sangre de los mártires fue sementera de cristianismo (sanguis martyrum semen christianorum est”, dice Tertuliano).
Miles de mártires enriquecen el santoral.
Aunque hubo casos en que se eludió el martirio.
Fue en la Revolución Francesa.
En su rechazo a los órdenes y las jerarquías, la revolución quiso liquidar a la religión.
Eran gente de armas llevar y de ánimo pronto y vivo para usarlas con saña; no andaban con chiquitas.

Inventan la guillotina para ser más fríamente eficaces y la aplican, no sólo en pescuezos aristocráticos sino también en los de revolucionarios caídos en desgracia.
Octubre de 1793 es tiempo de especiales violencias.
Se decapita a la antigua reina, se decide abolir la era cristiana reemplazada por la revolucionaria; se comienza a guillotinar a los Girondinos.
Hebert y Chaumette, jefes de la Comuna, idean aniquilar toda religión.
Y el 7 de noviembre de 1793 el arzobispo de París, acompañado de su clero, es obligado a abjurar de Cristo frente a la Convención.
Son hombres de carne y hueso, débiles como nosotros, y tienen terror porque ven a su lado las consecuencias del odio desatado.
Abjuran formalmente de la fe. Posiblemente no sea verdadera apostasía, ya que guardarían la fe en sus corazones.
Mientras tanto miles de sacerdotes en toda Francia sufrían valerosamente el martirio,
En aquellos días, en el mismo París, los revolucionarios descontrolados matan una comunidad entera de monjas carmelitas.
La persecución religiosa era activa.
Tres días después de la abjuración del clero se decreta obligatorio el culto a la diosa Razón, En Francia los libros eclesiásticos eran destruidos, destruidas las imágenes, los ornamentos sagrados, las reliquias de los santos, las campanas.
Se derrumbaban campanarios por considerárselos opuestos a la igualdad que idolatraban; Esos sacerdotes conocían la enseñanza del Señor, “No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar", y que  “Al que me confiese delante de los hombres, yo también Té confesare delante de mi Padre que está en los cielos, Y al que me negare delante de los hombres yo también le negaré delante de mi Padre".
Tremendo  seria  el  terror  para  olvidar  estas  admoniciones evangélicas.
Hoy esa amenaza sigue tristemente viva y se  convoca a defender las Catedrales de Buenos Aires, La Plata, Rosario, Mar del Plata y Chubut el 17/12/11 ante intentos de profanación el día 17 de diciembre próximo.
La convocatoria es la de  pararse frente a las Catedrales de dichas ciudades, impidiendo el paso de quienes buscan la profanación de los Templos, mientras dure el intento de dañar cada Catedral.
Por tal motivo, diversos grupos convocaron a todos los católicos coherentes a acudir en Defensa de la Santa Iglesia, el día  arriba puntualizado desde las 9 de la mañana,  en conocimiento de  que un grupo de ateos bajo el nombre de "apostasía colectiva" planea atacar las catedrales mencionadas.
El grupo ateo, afirma en su comunicado que realizara una presentación colectiva a la Iglesia Católica donde le harán llegar solicitudes de apostasía.
Acciones, que tendrán lugar simultáneamente en los templos especificados de la República Argentina y en varios países de Latinoamérica, y que se lleva a cabo desde el año 2009,  en donde alegan que miles de personas han decidido renunciar colectiva e individualmente a la iglesia católica, en un acto de repudio público a la manipulación ideológica y material de la Iglesia Católica en la vida ciudadana.
Es para ellos una forma de divulgar el desacuerdo con la política social, sexual y económica dejando en claro que  la Iglesia no los representa ni  quieren que la misma reciba del Presupuesto del Estado Nacional, subsidios ni privilegios en  su nombre.
Hacen mención a que despliegan amparados en la ley de Habeas Data (Ley 25.326 de Protección de Datos Personales),en el art. 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el art. 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantizan la libertad de conciencia y de religión.
El objetivo de este grupo es la destrucción total de la Iglesia Católica aspirando a la Derogación de Los Concordatos del Vaticano con el Estado Argentino, a la eliminación del Artículo 2 de la Constitución Nacional y retiro de Símbolos Religiosos de espacios y oficinas públicas entre otras exigencias.
O sea un Estado laico, separado de la Iglesia Católica.
En suma, lo que persiguen no es un Estado “separado”, sino un Estado que persiga a la Iglesia, que destruya todo vestigio público de la Fe que fundó la Patria.
A su vez, el grupo “Apostasía Colectiva en Argentina”, según informó en su propio comunicado, tiene la adhesión de las organizaciones “Asociación Civil Ateos de Mar del Plata; Hijos Mar Del Plata; Colectivo de Varones Anti patriarcales; Arga tea; Cael; Coalición Argentina por un Estado Laico; Rima; Red Informativa de Mujeres Argentinas; Federación 7 Argentina GLBT y Asoc. Madres de Plaza de Mayo”
En objeción  a las admoniciones proferidas, se destaca claramente que la apostasía es un acto de la inteligencia y voluntad humana desviada de Dios, que se dirige a repudiarlo y a preferirse a sí misma o al mismo Lucifer, guiada por el diabólico “non serviam”.
Así pretenden fundar una sociedad sin Dios, que será indefectiblemente contra el hombre. Tal acto de repudio, mantenido hasta el último momento de la vida condenará el alma del apóstata a una vida perdurable sin Dios, que es Amor, es decir, vivirá por los Siglos de los Siglos sin Amor, y en la perpetuo dolor por conocer que su situación será no sólo justa sino misericordiosa por parte de Dios a quien en vida han repudiado.
La apostasía es un acto intelectual y volitivo, no un papel o una declaración, y que depende de la misma persona que la elige, afrontando sus consecuencias.
Ni Dios ni la Iglesia Católica obliga a las personas a salvar su alma, a vivir en Gracia de Dios, o a ganar la Bienaventuranza.
Quienes redactaron el comunicado de prensa  en sus aspiraciones de intimidar se declaran como un desierto a la Palabra de Dios, un terreno infértil donde la semilla jamás podrá germinar, tal como San Juan Bautista se definía, se convertía en una voz en el desierto, una voz a la que nadie oye.
¿Para quién predicaba entonces?
La respuesta es simple: Para Dios, para ese Dios Persona, que es el Amor Infinito, a Quien los apóstatas declaran no amar.
El eufemismo del “poder pastoral” de la Iglesia Católica, se refiere específicamente a la Evangelización y la prédica de la Tradición Católica.
¿Por qué no existen estos grupos entre los islámicos? Es necesario esclarecer que el apóstata del mahometanismo es condenado a muerte, y cualquier persona lo puede ejecutar…
¿Acaso se quejan de eso?
Si no se sigue a Dios ¿a quién hay que seguir?
¿A un apóstata que afirma con fuerza dogmática que Dios no existe?
Y si Dios no existe ¿hay que hacer lo que a uno le venga en gana?
Si se rechaza a Dios, que es la Vida fuente de la vida, sólo queda la muerte y la cultura de la muerte.
La virtud de la humildad y de la aceptación de la Palabra de Dios es llamada por estos agrupaciones “operación de dominación”, que se enfrentan a sus “prácticas cotidianas de liberación”.
¿Qué liberación practican los apóstatas?
¿Cómo piensan liberarse de la muerte y de sus consecuencias?
Esto que exteriorizan, implica confundir el Sacramento con un registro del mismo, ya que el Sacramento no se borra.
La relación de una persona con Dios no se elimina borrando el nombre de un papel, del mismo modo que la Historia en sus hechos concretos no se puede anular.
La Iglesia Católica sólo manifiesta en su Magisterio cómo es el deber ser de la sociedad, conforme la Doctrina Social de la Iglesia Católica, y defiende a los ciudadanos en su condición de católicos.
Los católicos somos ciudadanos, aunque ciertos grupúsculos pretendan negarnos tal condición.
Pretenden que no hay pecado, y por tanto no hay de qué confesarse, ni modo de solucionar las ofensas a Dios (a quien niegan).
Y si no hay pecado, los apóstatas se consideran los “perfectos”, frente a los católicos en la Iglesia, que está formada por pecadores arrepentidos.
Los “perfectos” no van a la Iglesia, porque la Iglesia Católica es para los que reconocen sus defectos, pecados e imperfecciones.
Esos “perfectos” son los que creen estar autorizados a arrojar “la primera piedra”.
El objetivo de este grupo es la destrucción total de la Iglesia Católica.
Es un grupo injustamente discriminatorio por materia de la Fe religiosa.
Nadie les impide que se proclamen (o sean) agnósticos, apóstatas, degenerados, delincuentes, y que llamen a quienes practican tales conductas como “personas de bien” y “de honor”.
Es todo una cuestión de conciencia.
La Iglesia Católica señala el camino para salvar el alma enseñado por Cristo mismo como Dios nacido hombre en la Historia, pero no obliga a nadie a seguirlo.
Apóstatas no se preocupen.
Dios les dará lo que Ustedes explícitamente están pidiendo, porque la Gracia es un Don, y el rechazo de esa Gracia es pura responsabilidad de quien decide rechazarla.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo del Dr. Jorge B. Lobo Aragón (Abogado, ex Juez y Fiscal en lo Penal y ex Legislador) por gentileza de su autor.

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