Es el modelo, estúpido...
Nada nuevo puede decirse acerca de las divergencias que exhiben el IPC elaborado por los técnicos del Indec y el que surge del relevamiento hecho por los de las consultoras privadas.
Pese a que el actual vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, haya afirmado el año pasado que la inflación solo puede afectar a los sectores de más altos ingresos (frase que ha de quedar en los anales de las máximas “megaburradas” del kirchnerato como una de las más célebres frases de un “economista” al frente de esa cartera, precisamente), la realidad prueba exactamente lo opuesto.
Durante el año 2011, la inflación impactó con mucha mayor crudeza en los sectores más bajos, reflejando en el año una variación superior a los 12 puntos porcentuales.
Es decir, que excedió en más del 3 % al índice general. Aún así, para el Indec, en una familia tipo, cada integrante solo necesitó menos de $ 12 para comer, viajar y vestirse.
A nadie se le cruce por la cabeza pescarse ni un simple resfrío, porque para aspirinas no alcanza.
El propio organismo admite la utilización de indicadores desactualizados, pero aún así, sigue elaborando datos tan falaces como todo el discurso oficial, de un gobierno nacional y popular que solo sabe mentir hasta en cuanto al verdadero estado de salud de la presidente de la República.
Tomando por ejemplo la medición del nivel de indigencia mediante la CBA —Canasta Básica Alimentaria—, se advierte que ésta subió casi un 10 % en el año.
Para el Indec, la CBT —Canasta Básica Total compuesta por bienes y servicios básicos que determina la línea de pobreza—, superó los $ 1.400 mensuales para una familia tipo.
Mientras el índice general establecía una variación del 0,8 %, para la CBT era del 1,3 %, es decir que arrojaba una diferencia de medio punto, aún considerando las ofertas promovidas desde el Estado al solo efecto de maquillar el inocultable índice de precios.
Por último, cabe señalar que resultan llamativas las declaraciones surgidas del propio FMI acerca de la decisión de no sancionar a la Argentina aunque sus indicadores hayan sido falsificados, fundamentalmente, para pagar menos a sus acreedores.
Contrario sensu, ahora ese organismo internacional muestra vocación de “profundizar el diálogo”.
¿Se vendrá un nuevo endeudamiento externo de la Argentina como consecuencia de la insuficiencia real de recursos fiscales, contradiciendo la información que ofrece mensualmente el titular de la AFIP?
¿O es que el FMI solo ayuda a la administración de Cristina Fernández de manera solidaria y desinteresada?
Probablemente sea lo segundo....
Nidia Osimani
Twitter: @nidiaosimani
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