"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 2 de marzo de 2012

¡Basta de violentos!

¿No montarán una colecta para pagarle el coche a la pobre señora?
Son unos céntimos por estudiante

PILAR RAHOLA / La Vanguardia.com

Es bueno que los estudiantes se manifiesten por sus derechos.
Es malo que lo hagan de cualquier manera, cortando autopistas, creyendo que la ocupación de la calle es un derecho sin reglas.
Es bueno que los estudiantes tengan conciencia crítica.
Es malo que no proyecten también esa conciencia crítica hacia sus propios errores.
Es bueno que quieran cambiar el mundo.
Es malo que reduzcan esa voluntad de cambio a consignas simples generalmente más vistosas que profundas.
Es bueno que vivan sus luchas con pasión.
Es inaceptable y delictivo que la pasión comporte cualquier tipo de violencia.
Es bueno que se desvinculen de los brotes violentos.
Es malo que minimicen dicha violencia criminalizando a la policía.
Es bueno que se sientan solidarios con sus compañeros.
Es malo que consideren compañeros a los provocadores callejeros.
Es bueno que tengan valores e ideales.
Es malo que no se sensibilicen por las víctimas colaterales de las acciones que protagonizan.
En este sentido, la falta de sensibilidad hacia la mujer a la que le han quemado el coche –que acababa de pagar– ha sido desgraciadamente muy notoria.
Es bueno que sus dirigentes sindicales organicen manifestaciones.
Es malo que no tengan la madurez de asumir sus responsabilidades, como mínimo éticas, si dichas manifestaciones se tuercen.

Y finalmente, es bueno y necesario que los estudiantes amen la libertad.
Es malo y preocupante que desprecien las leyes que garantizan dicha la libertad, la de ellos y la de todos. Porque intentar cambiar el mundo arrasando con la sociedad democrática que hemos tardado siglos en construir, no es ir hacia delante, sino hacia atrás.

En paralelo, los matices.
El primero: la absoluta mayoría de estudiantes protestan pacíficamente.
Segundo: la absoluta mayoría desprecian a estos violentos que aprovechan cualquier acto público para reventar y destruir.
Tercero: la absoluta mayoría de estudiantes quieren mejorar las cosas y por eso se movilizan.
Y cuarto, la mayoría de sus dirigentes se mueven por causas nobles.
Sin embargo, también la mayoría creen que la calle es suya, y que puede ocuparla sin pedir permiso.
La mayoría se deja llevar por conceptos tan simplistas que pueden llegar a la caricatura de organizar una sentada contra el Mobile World Congress, convocando a la gente por móvil.
¡Abajo el capitalismo, pero viva el capitalismo!
Y una amplia mayoría ha digerido mal los viejos libros revolucionarios.

Finalmente, unas preguntas:
¿No deberían coordinarse con la policía, en lugar de criminalizarla, para controlar a los violentos?
¿No deberían asumir su responsabilidad ante las víctimas?
¿No deberían montar una colecta para pagarle el coche a la pobre señora? 
Si son miles, tocará a unos céntimos por estudiante.
En cambio, sólo he oído desprecio, insolidaridad e indiferencia.
Y con esa actitud no se cambia el mundo, solo se hace más ruido

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