Por Gretel Ledo (*)
Las medidas de estatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) adoptadas por el gobierno argentino significaron una luz amarilla para la Unión Europea (UE).
El pasado 20 de abril se aprobó en Estrasburgo, la Resolución del Parlamento Europeo sobre seguridad jurídica de las inversiones europeas fuera de la Unión.
En la base de los considerandos se encuentra la Resolución de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat) del 19 de mayo de 2011, sobre las perspectivas para las relaciones comerciales entre la Unión Europea y América Latina por la que se expresa la intensificación de las relaciones económicas y comerciales.
La UE se ha convertido en el segundo socio comercial más importante y en el principal socio comercial de Mercosur y Chile.
Sumado a ello, los países de la UE constituyen la mayor fuente de inversión extranjera directa (IED) en la región, sobre todo en Brasil, Chile y Venezuela.
Se resalta que
"la UE y los países de América Latina deben contribuir a reducir los obstáculos que distorsionan el comercio a fin de facilitar los intercambios."
Por su parte la Declaración conjunta de la Organización Mundial del Comercio (OMC) del 30 de marzo de 2012, sobre las políticas y prácticas restrictivas de Argentina en materia de importación firmada por Australia, la Unión Europea, Israel, Japón, Corea, México, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Suiza, China, Taipéi, Tailandia, Turquía y los Estados Unidos, afirma que las medidas adoptadas por nuestro país implican una distorsión del comercio para las importaciones y atentan contra los derechos de miembros de la OMC:
"We would like to express jointly our continuing and deepening concerns regarding the nature and application of trade-restrictive measures taken by Argentina, which are adversely affecting imports into Argentina from a growing number of WTO Members.
These measures include the overly broad use of non-automatic import licensing trade balancing requirements, and pre-registration and pre-approval of all imports into Argentina?
The lack of transparency in Argentina's implementation and administration of its import licensing regime creates profound uncertainty both for exporters and potential exporters to Argentina, as well as for investors in Argentina...
The import-restrictive measures and practices that Argentina has put in place are unbefitting any WTO Member, particularly a member of the G-20 who has committed to refrain from raising new barriers to trade and investment. In light of the shared goal of making every effort to sustain global economic growth, Argentina's measures, which clearly limit the growth-enhancing prospects for trade, are particularly troubling."
Asimismo se consideran los Acuerdos de Protección y Promoción Recíproca de Inversiones entre Argentina, España y varios Estados miembros de la UE; las negociaciones para un Acuerdo de asociación interregional entre la UE y Mercosur, y en particular el acuerdo de libre comercio y la Resolución del 5 de mayo de 2010 sobre la Asociación estratégica birregional entre la UE y América Latina.
La estatización de YPF no es una simple medida sino el nacimiento de un temor generalizado para la UE que ve avanzando a un gobierno de manera firme y sin precedentes: "... otras empresas europeas podrían verse afectadas por acciones similares o por la injerencia política en el libre mercado por parte de las autoridades argentinas...".
Quizás lo más anecdótico es la contrariedad.
Por un lado, nuestro país, en cuanto miembro del Mercosur, está negociando en la actualidad un acuerdo de asociación con la UE.
Por el otro, los obstáculos al comercio y a la inversión, han motivado la redacción de una serie de informes de la Comisión Europea afirmando que la Argentina con las medidas proteccionistas adoptadas ha deteriorado el clima comercial para los inversores de la Unión además de afectar a un número creciente de países que forman parte de la OMC.
Resalta asimismo que la República Argentina se ha venido beneficiando tradicionalmente del sistema de preferencias generalizadas concedido unilateralmente por la UE y en cuanto miembro del G-20, se ha comprometido en todas las cumbres a luchar contra el proteccionismo y a mantener los mercados abiertos al comercio y las inversiones.
El resultado de cerrarse sobre sí trae como consecuencia un idéntico espejo de quien se tiene al frente.
Así el Parlamento Europeo instó a la Comisión Europea y al Consejo
"... a que estudien y adopten en defensa de los intereses europeos cuantas medidas sean necesarias para evitar que se reproduzcan situaciones como las actuales...".
El objetivo de máxima que expone la resolución en cuestión es el llamado de atención a un gobierno que navega mar adentro, perdiendo la brújula de la integración económica y el diálogo político entre ambos bloques.
Pareciese claro que desde la adopción de la resolución de 2010 sobre Asociación Estratégica Birregional UE- América Latina al presente, hubo cambios de ambas partes que provocaron un final no feliz para este claro incumplimiento del pacta sunt servanda.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Gretel Ledo (Abogada en Derecho Administrativo, Politóloga en Estado, Administración y Políticas Públicas) por gentileza de su autora.
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