"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 1 de agosto de 2012

Un gobierno inmoral...


Es positivo siempre denunciar la inmoralidad de esta sociedad en que vivimos.
Porque lo inmoral ataca las bases sobre las que construimos nuestra convivencia,
destruye a la familia, acaba con vidas inocentes y fomenta lo peor del ser humano. 
  • INTRODUCCIÓN 
Las personas inmorales, son aquellas que no tienen correctamente establecido el orden de los valores éticos que deben regir el comportamiento de los seres humanos para poder conseguir el Bien Común y el orden en que éstos deben ser respetados. Una persona inmoral descree de esos valores importantes y la inmoralidad es mayor, si el valor supremo: la Dignidad, no ocupa el primer lugar.
Cuando una persona es inmoral, para vivir, tiene que mentir. Primero a si mismo y luego, a los demás.
Los que viven de la mentira, los Inmorales, obtienen el dinero de 3 formas diferentes:
1.- Mintiendo a los demás.
2.- No diciendo la verdad.
3.- Trabajando para personas que mienten a los demás, a cambio de un sueldo.
Para reconocer a un Inmoral, basta con fijarse en dos características de su comportamiento:
1.- No es capaz de dar la vida por ninguna idea o principio ( o dicho de otra forma, para estas personas, conservar la vida es mas importante que conservar su dignidad).
(Pero sólo con este requisito no basta, pues un terrorista sería entonces persona ética. Falta pues un segundo requisito).
2.- Tampoco respeta la Dignidad de los demás (o dicho de otra forma, no respeta la opinión de la mayoría, ni por tanto las normas y leyes con las que esa mayoría ha decidido dotarse).
Una persona Inmoral, es en definitiva, aquella que no sitúa la Dignidad como primer valor en su escala ética.
Hay varios tipos de Inmorales. El más común, es el Cobarde, que rinde culto a la conservación de su vida.
El siguiente, es el codicioso, que sitúa el Dinero como valor principal.
Por último, y éste es el peor, el Soberbio, que rinde culto al Poder.
  • LA CULPA SIEMPRE ES DE CLARÍN
Si alguien pensaba que CFK iba a eludir durante la presentación del próximo torneo del "Fútbol para todos" que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno, el tema del día objeto de agudas críticas desde todos los sectores de la oposición sobre la presencia de presos en los actos que organizan la muchachada "K", se equivocó de medio a medio.
Fundamentalmente, porque el gravísimo hecho revelado ayer por Clarín, en primera instancia justificado con la ambiguedad de atribuir esas presencias "para reinserción de los presos en actos culturales", es una nueva transgresión ética y moral producto del modo de hacer política de la presidente y de la idea que tiene acerca de la justicia.
Duele decirlo, pero Cristina Fernández ignora lo que está bien y lo que está mal, atribuyendo las culpas de los dislates que todos los días producen sus funcionarios o ella misma, a la difusión de los mismos por la prensa independiente, en este caso, representada por el diario Clarín
De manera que no extrañó que calificara lo publicado por este diario -que dio cuenta de la participación de reclusos en eventos organizados por la agrupación "Vatayón Militante"- como "una mentira absoluta" y defendió las salidas de Eduardo Vásquez, el ex baterista de Callejeroscondenado por quemar a su mujer, Wanda Taddei.
Es difícil creer que se trate de una mentira, porque, por lo menos, Vázquez, estaba tocando el bongó en un acto público. Habilitado o no por un permiso judicial, la responsabilidad de haberlo sacado fuera del penal, deriva en el funcionario a cargo del Servicio Penitenciario que es Julio Alak.
Como si se tratara de un ataque a las instituciones del país, la jefa de Estado hizo una enérgica defensa del Servicio Penitenciario Federal y resaltó que "el 70 por ciento de los presos del SPF tienen trabajo adentro de la cárcel". Y aseguró que la Argentina es el "único país de América latina que no tiene superpoblación" en las cárceles federales".
Precisamente, esta última frase, puesta en boca de la presidente a modo de confesión de parte, es el nudo de la cuestión: no hay superpoblación en las cárceles porque los delincuentes están sueltos, matando y robando a los ciudadanos, esto cualquier argentino lo percibe y sabe que la sociedad está indefensa en materia de seguridad.
Se sospecha que la labor que realizan organizaciones no gubernamentales en programas de"reinserción social" de los detenidos y que por primera vez es motivo de un comentario oficial, es parte de un avanzado programa de reclutamiento que jóvenes "K" vienen realizando en cárceles y villas desde al menos dos años atrás. El objetivo se cree que está bastante alejado de los eventos organizados por la agrupación K "Vatayón Militante"  , que el ministro de Justicia, Julio Alak -asegura- cuentan con las autorizaciones judiciales para la salida de reclusos que asisten a actos culturales.
Naturalmente, en este río revuelto, el territorio bonaerense es un tembladeral de un tiempo a esta parte; bandas y gavillas de todo tipo se desplazan por los más recónditos lugares del mapa provincial. A simple vista, se trata de una avanzada generalizada con el objetivo de hacerle la vida imposible al gobernador Daniel Scioli, declarado "enemigo público" por la presidente.
Estar apagando incendios todo el tiempo, con la escasez de dinero que hay en las arcas provinciales sumado a la inseguridad, a los crímenes atroces y al espanto cada vez mayor de los habitantes por carecer de protección policial, no solo es una bomba de tiempo, sino que trae como consecuencia un desgaste que puede llevar a un estado de gravedad institucional que amerite una intervención federal a la provincia.
Algo, que, por supuesto, desde hace rato está siendo analizado por la jefa de estado y su núcleo de asesores.

Eduardo Vázquez ensayando un paso de baile en San Telmo. Tan mal no la pasa...
A Cristina no le toquen los jóvenes "k", es capaz de liberar a los presos para defenderlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente, muy claro, ojala haya mas en breve.