"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 22 de octubre de 2012

Cristina tiene como hipótesis la pérdida de la Fragata Libertad


La evacuación de la tripulación es la peor y más vergonzosa decisión que podría tomar el gobierno nacional y la tomó.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- 
Decidida que fue por parte de nuestras máximas autoridades la “evacuación” de la Fragata Libertad. 
Una vez más la cruda realidad demostrará que no siempre el mundo está dispuesto a atender los caprichos, necesidades o contingencias de Argentina, dejando de girar en torno al sol para satisfacer a este país.
Es más que probable que quien más desee en estos momentos ver zarpar al buque escuela con sus velas desplegadas y sus más de 300 tripulantes a bordo sean las autoridades ghanesas.
La existencia de una tropa militar invitada por 4 días y que ya lleva casi un mes,  es a todas luces un problema operativo, diplomático y castrense bastante complejo de atender.

Por un lado, las autoridades militares locales no pueden mirar para otro lado y deben darle la necesaria atención protocolar, al buque, su comandante y tripulación.
Por otra parte, la contención de tanta gente -en su mayoría joven- debe abarcar necesariamente la posibilidad que tengan algún problema de salud, accidente o situación conflictiva propia de la permanencia en un lugar no preparado para ello y siendo la Argentina un país sin delegación diplomática en Ghana es de por sí complejo.
La noticia de la evacuación podrá aliviar en parte el manejo del personal, pero abre la puerta otra serie de cuestiones que al menos por ahora, parecen no haber sido tenidas en cuenta por el canciller argentino, Héctor Timerman, ni por el gobierno nacional.

El puerto de Tema no es un puerto olvidado del atlántico africano. 
Es un moderno puerto comercial con 12 muelles mercantes, una dársena exclusiva para barcos pesqueros, muelles para buques tanque, un dique seco importante, un pequeño apostadero naval y 36 pies de calado, bastante más que el puerto de Buenos Aires, además el puerto mueve unos 800.000 contenedores al año.
Esto implica que difícilmente alguna autoridad portuaria pueda ver sin preocupación que un muelle operativo pueda quedar “anulado” por tiempo indeterminado y mucho menos que la Fragata quede en una situación de “Buque Inactivo” esto es, sin sus servicios básicos en funcionamiento y sin posibilidades de poder ser movida llegado el caso.
El gobierno acaba de anunciar que se mantendrán 44 tripulantes a bordo, lo que parece ser un número operativamente factible para atender las necesidades básicas del buque.  
Pero necesariamente deberán las autoridades argentinas sentarse a negociar con los representantes legales de los bonistas, cuestiones tales como provisión de combustible, lubricantes y agua para asegurar el funcionamiento de los servicios básicos del buque, víveres para la tripulación y demás detalles operativos.
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De ninguna manera el buque puede quedar “muerto” en un muelle comercial no sólo por el costo que ello significa sino además por el riesgo para el propio buque y las instalaciones portuarias.
El gobierno argentino difundió la noticia que “se les niega la provisión de combustible” pero esto no es así. 
Lo que el juez ghanés ordenó es que todo lo que tenga que ver con la logística del barco sea consensuado entre las partes y la Argentina no quiere sentar ningún precedente de diálogo con los bonistas.
Al parecer la cancillería argentina parece desconocer la famosa fórmula “sin reconocer hechos ni derechos” que permite en todos los ámbitos judiciales entablar una negociación relativa a cuestiones de forma sin entrar a considerar la cuestión de fondo.
El capricho de mantener la terquedad de negar un reclamo de parte de los fondos de inversores y que ha tenido incluso la aceptación de tribunales internacionales está llevando a Argentina además de enfrentar un papelón internacional sin precedentes a poner en severo riesgo la integridad material de un buque que difícilmente Argentina pueda volver a construir si lo llegara a perder.

Ceremonia de despedida
En las primeras horas del martes (23/10), el Capitán de Corbeta Eduardo Llambí ordenará a los jefes de brigada que los guardiamarinas que se presenten en formación, de espaldas a la proa del buque por riguroso orden de promoción, de babor a estribor.
Rogelio Cari, suboficial mayor veterano de la Guerra de Malvinas, hará formar al personal de suboficiales y marineros de la nave. 
Ellos lo harán sobre una banda y sobre la otra formará la banda de música.
Cuanto todo esté listo, la banda ejecutará "honores" y el comandante de la Fragata ARA Libertad, Capitán de Navío Pablo Lucio Salonio, ingresará a la ceremonia seguido un paso atrás por su segundo, Capitán de Fragata Carlos María Allievi.
Tras los saludos militares correspondientes, el oficial de ceremonia pedirá permiso para "iniciar la ceremonia". 
Sin dudas ese será uno de los puntos de mayor emoción, al entonar las palabras del Himno Nacional Argentino.
Tras la entonación, un guardiamarina argentino y uno en representación de los invitados extranjeros harán uso de la palabra, mientras el Capitán Salonio se prepara para las suyas, en que despedirá a sus cadetes. Palabras que intentarán confortar a una dotación que será diezmada.
Las palabras del Comandante finalizarán con la última orden: "Desembarcar". 
Tras ello, la dotación entonará la "Marcha de la Armada" y se dará por finalizada la ceremonia.

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