"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 9 de febrero de 2014

La S.A. de los esclavos de blanco

 
       
Ramona Rodríguez – Médica de Cuba en Brasil.

“Me sentí una mercadería”
Característica de aquellos  que tuvieron que aprender desde jóvenes  en el silencio de las dictaduras, la médica Ramona Rodríguez no está a gusto cuando se le pregunta  sobre los detalles de lo que vivió en los últimos días para escapar de la vigilancia  del régimen cubano en pleno territorio brasileño.
Mira a los costados, controla su celular como si alguien estuviese siempre oyendo.

V: ¿Cuándo la señora comenzó a planificar la fuga?
R: Desde el momento que llegué y descubrí  cuanto ganaban otros médicos y cuanto ganaban los cubanos. Me sentí una mercadería.
Pienso que fui engañada por Cuba.
Nos dijeron que Brasil pagaba 10.000 reales por el servicio de los médicos extranjeros.
Fue ahí que comencé a pensar en eso.
Mi mayor preocupación era evitar que las otras cubanas percibieran mis intenciones.
En momentos a ellas yo las veía desconfiadas, porque notaban que yo estaba extraña y temía que llegaran a llamar al supervisor.

V: ¿Cómo consiguió pedir ayuda a otras personas?
R: Para no llamar la atención de ellas, yo decía que tenía que hacer caminatas, para ejercitarme porque no estaba bien de salud.
Era en esos momentos que estaba lejos de los ojos de las otras cubanas y aprovechaba para hacer contactos y hacer los preparativos.
Quince días ante de decidir huir compré el pasaje de avión.
Dije que iba a visitar un campo y no volví más.
Sé que tomé una decisión seria que podría cambiar la vida de mucha gente en Cuba.

V: ¿Los otros cubanos están insatisfechos como usted?
R: Nosotros los cubanos hablamos pocos pero pensamos mucho.
Cuando llegué a Brasilia en un grupo de 400 pasé tres semanas de entrenamiento.
En ese periodo, muchos cubanos reclamaban en particular al enterarse cuanto iban a ganar los otros médicos extranjeros.
Ellos también se están sintiendo usados y engañados.
Creo que muchos están esperando que es lo que va a pasar conmigo.

V: ¿La señora teme a represalias?
R: Desde que salí de casa en Pacajá con la única persona con quien hablé  fue con mi hija Beatriz.
Cuando le dije que había huido, ella lloró mucho, pero me apoyó.
Los cubanos que fueron a Venezuela a Zimbabue y Angola resolvieron hacer lo que yo hice y están tranquilos, hasta hoy.
Sólo que los parientes que se quedaron en Cuba sufrirán, tienen vigilancia reforzada y pasarán a tener una vida más angustiante por el gobierno de Cuba.
Mi hija, que es médica también, está en formación, es residente y puede perder el empleo y hasta ser perseguida.

V: ¿Qué orientaciones recibió la señora del gobierno cubano de cómo comportarse en Brasil?
R: Cuando llegué a Brasilia me dijeron que había un reglamento disciplinario.
Fuimos informados de que esas reglas serían pasadas, verbalmente, nada por escrito, nada documentado. Fuimos también advertidos de que estamos prohibidos de hablar con la prensa, dar entrevistas y teníamos que pedir autorización  a un supervisor cubano para ir a un lugar.
Si quisiese visitar a alguien o conocer alguna cosa, tengo que informar.
Hasta en los días libres para salir de casa por cualquier motivo, es preciso informar.

V: ¿Hasta conversar está prohibido?
R: Podía hablar, atender, pero no querían que hablase mucho con los brasileños ni que haga amistad con ningún vecino. Estaban vigilando permanentemente.

V: ¿Qué podría suceder si la señora no respetase las reglas?
R: Iría presa.

V: Usted ya participó de misiones en otros países. ¿Cuál sería la diferencia?
R: En Bolivia, era más tranquilo, no tenía esa vigilancia que hay  aquí en Brasil.
El dinero era remitido directamente por el gobierno boliviano a Cuba que eran más de 200 dólares como ayuda de gastos, pero era una misión humanitaria, no tenía salario, era una ayuda para poder cumplir con la misión.
Pero, en Brasil no.
La gente tiene un contrato con salario definido para Mais Médico (Más Médicos).

V: ¿Cómo la señora fue invitada en Cuba para participar del plan Más Médicos?
R: En Cuba me dijeron que la propuesta era de una misión humanitaria como en la que ya había participado en Bolivia, sólo que ahora había un contrato con salario.
Pero, no nos dijeron  nada del salario.
Cuando nos dieron el contrato para firmar fue que supe que serían 400 dólares.
Como en Bolivia yo ganaba 200 daba para poder vivir, pensé que sería bueno ganar 400.
Pero nunca me dijeron que Brasil era un país tan caro y que ese dinero no daba para nada.

V ¿Ellos hablaron sobre el contrato con esa empresa cubana?
R: Ese contrato nos fue presentado dos días antes de viajar a Brasil.
Yo nunca había oído hablar de esa empresa comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A.
No sé dónde está ni que hace en Cuba.
No nos explicaron nada.
Sólo nos decían que llenemos el formulario. No conocía a esa empresa.

V: ¿Cómo es el trabajo en el plan Más Médicos?
R: Las enfermeras y los auxiliares son personas muy buenas, pero no había equipamiento y medicamentos para hacer muchas cosas.
Yo pensé que el puesto de salud estaba más bien equipado y con más medicamentos.
Pero mucha gente trabaja, indica medicación y no hay remedio para distribuir.
Las personas reclaman mucho la falta de estructura en los hospitales.

V: ¿Desde octubre la señora está en Brasil. En algún momento sintió la diferencia de vivir en un país libre? 
R: Me sentí más deprimida que en Cuba, pero no por causa de Brasil, por culpa de Cuba.
No podía hacer nada aquí.
Era vigilada las 24 horas del día.
Ni en Bolivia era tan riguroso el control como aquí en Brasil.

V: ¿La presidente Dilma Rousseff es una mujer como usted. Si tuviese la oportunidad que le diría a ella?
R: Le diría que pienso que la presidente es una mujer muy inteligente.
Sé que en algún momento de la vida ella también fue presa y oprimida por otras personas.
Sé que fue torturada por defender sus posiciones y luchar por su libertad.
Entonces, espero que tenga compasión  y ayude a resolver mi problema.

Nota de: Robson Bonin  y Hugo Marques
Traducido de la revista VEJA  Edición 2360  Año 47  Nº 7
Del 12 de febrero de 2014

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