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Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 25 de septiembre de 2014

Borderline: Personalidad al borde de la locura

Si hubiera que resumir en una palabra a este trastorno mental podría decirse que quien lo padece es un ser extravagante...
Sin embargo, no queda todo ahí, pues debe agregarse que el paciente es agresivo, con tendencia de autodestrucción y no experimenta capacidad de sentir placer o de amar;
¿Conoce usted a alguien así?

Borderline, personalidad al borde de la locura
La Medicina la define como trastorno de personalidad limítrofe o borderline (quiere decir frontera en inglés), dado que se trata de una compleja afección mental que mantiene al enfermo en la línea que divide a la realidad de la locura. 
En años recientes ha tomado gran importancia el término y ha sido motivo de estudio a nivel mundial de Medicina, Psiquiatría, Psicología y Sociología entre otras ciencias que se interesan por el comportamiento humano, ya que cada vez se asocia más a casos de suicidios, violencia intrafamiliar y dependencia de drogas y alcohol.

Su origen es desconocido todavía, pero existen varias hipótesis psicológicas basadas en factores biológicos, sociales y mentales que tratan de explicar las causas del trastorno.
Por ejemplo, algunos especialistas señalan entre ellos problemas de sobreprotección o pérdida temprana de los padres en niñez o adolescencia, abuso físico y sexual (incluso llegando al incesto),
desintegración de la familia y falta de comunicación entre los integrantes de la misma.
Resulta más frecuente en quienes tienen algún pariente cercano que haya padecido esquizofrenia.

Identificar a quien sufre este problema no es fácil, ya que no hay síntomas predominantes o característicos, pero pueden aparecer algunos de los siguientes rasgos:

Apariencia extraña o excéntrica.

Dificultad para las relaciones personales y una tendencia al retraimiento social.
Ideas extravagantes y creencias fantásticas, sin llegar a ser claramente delirantes.
Conducta paranoide, es decir, pensar en cosas que son alejadas de la realidad.
Pensamiento y lenguaje extraordinariamente elaborados, a menudo estereotipados, sin llegar a una clara incoherencia o divagación del pensamiento.
Alucinaciones visuales y auditivas intensas pero ocasionales y transitorias.
Comportamiento impulsivo a provocarse lesiones a sí mismo.
Sin embargo, los especialistas en salud mental (psiquiatras y psicólogos) han identificado signos que denotan que el trastorno ha logrado cierto avance y requiere atención profesional, como los siguientes:

Anhedonia

Se reconoce como tal a la incapacidad de sentir placer o satisfacción y manifiesta una frustración constante, ya que los objetivos que se plantea el paciente nunca llegan a conseguirse, y de lograrlos pierden valor inmediatamente.
En ocasiones el enfermo toma conciencia de su vacío afectivo y sufre por su problema, reaccionando al manifestar sus emociones de manera exagerada,
hace escenas de tipo histérico,

ingiere alcohol o drogas, comete delitos o tiene relaciones sexuales patológicas para librarse de su vacío con sensaciones intensas.

Inestabilidad emocional

Es igualmente palpable al mantener sus relaciones afectivas en un plano muy superficial o cambiando frecuentemente de pareja o lugar de residencia.
El terreno laboral no está exento de su inconsistencia emocional, y a pesar de que puede tener cualidades superiores al promedio, carece de capacidad para concentración y perseverancia.
Igualmente se ve afectado por su baja tolerancia a la frustración,
la hipersensibilidad a las críticas y la espera de alabanzas y recompensas totalmente desproporcionadas, lo que condiciona que sea despedido de su empleo o que él mismo lo abandone... También es destacable la incapacidad para aceptar reglas y rutina.

Cabe destacar que quien tiene una personalidad borderline no manifiesta tristeza y desánimo al no alcanzar sus metas (como lo hace un depresivo), sino que habrá cólera o rabia contra el objeto considerado frustrante.
No es raro que utilice mecanismos protectores, como evasión, negación, malas interpretaciones de la realidad, restar importancia a las cosas, cambiar de tema y otros métodos de disimulo.

Neurosis polisintomáticas
Puede presentar dos o más de los siguientes síntomas:

Fobias múltiples generalmente graves, en especial agorafobia (miedo a estar solo o sentirse atrapado en espacios públicos concurridos o con difícil acceso a la salida; puede ocasionar que quien la padece no salga de su casa sin compañía de un conocido).
Síntomas obsesivo-compulsivos. 
Ejemplo claro es el hecho de intentar caer bien, de ser aceptado por alguien para que no lo abandone.
Hipocondría.
Exagerada preocupación por la salud y temor crónico a enfermar, y no sólo al cuerpo sino también a la mente, por lo que es común el temor a volverse locos; describe minuciosamente sus malestares, reacciones y sensaciones.
Control inadecuado de los impulsos y acciones, lo que puede derivar en drogadicción, alcoholismo, autoagresión, bulimia, compras descontroladas, cleptomanía, entre muchos otros.
Expresiones y movimientos corporales típicos:
Tirarse los dedos de la mano.

Se trata de una persona dependiente, masoquista y manipuladora.
Puede llegar a tener acciones absurdas o alejadas de la normalidad con tal de llamar la atención de alguien y no soporta el rechazo, pudiendo ser grosero y agresivo.
...
NOTA
Cualquier semejanza con nuestra presidente (aunque no la hayamos votado)... es válida.

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