Cuando tus fuerzas se resientan, pará, llorá, gritá, puteá sola, pero desenojate, porque las cartas las jugaste vos.
¿Te excediste en voluntarismo?
¿Creias que el objetivo "familia" justificaba sacrificar tu propia vida y te diste cuenta que fue un error hacerlo?
Y bueno, ya está, eliminá las malas compañías, esas que solo te retrotaen a un pasado que es mejor no recordar, porque no importa cuantos años fueron ni cuantas malas acciones perdonaste, importa que pudiste decidir el final de una historia que parecía interminable.
Y a sufrir o a reir pero por vos.
Y no mandes indirectas, mandá a quien lo merezca a la mierda, porque todos tenemos derecho a estar bien, como se nos de la gana o como podamos, porque no se puede pasar por esta vida sin haber aprendido que lo mas importante es ser feliz.
A mi me costó convencerme, y sobre todo darme cuenta que yo valgo mas que un auto, una casa o una supuesta "familia" convencional.
¿Ortodoxia?
Ortodoxia las pelotas...
Buena suerte a todos.
"25 años de Apologética divulgativa en USA". Juan Alonso
-
*Por su interés ofrecemos el enlace al artículo anterior, tomado de la
revista de la Universidad de Navarra, "Scripta Theologica", vol. 47. 2015.*
Hace 3 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario