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Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 22 de febrero de 2015

Cristina inaugura lo viejo y finge batallas

Por Jorge Oviedo | LA NACION
Mail: joviedo@lanacion.com.ar  

Les Luthiers en su "Cantata del Adelantado" contaba la falsa y burlona historia de un falso conquistador genialmente interpretado por Ernesto Acher, que pretendía ganar glorias de sus aventuras en el Nuevo Continente.
"¡Fundé Caracas!", se envanecía.
"Y acerté a fundarla en tan hermoso valle...", agregaba.
"Tanto acertó que la fundó en pleno centro de Caracas,
¡que ya estaba fundada!", lo corregía el locutor personificado por Marcos Mundstock.
La escena se repitió casi literalmente el miércoles último, cuando Cristina Kirchner "inauguró" Atucha II... por tercera vez.

Podrá decirse que lo que anunció o inauguró la Presidenta fue la puesta a máxima potencia de la usina termonuclear. Dejemos al ex secretario de Energía Jorge Lapeña el papel de locutor que hacía Mundstock: "El motivo era celebrar que la central había obtenido de la autoridad regulatoria la autorización para operar al 100% de su capacidad, o sea, 720 MW; la fecha elegida, 18 de febrero, fue sorpresiva y teniendo en cuenta que la autorización fue otorgada en los últimos días de enero de 2015, no parece tener un objetivo técnico".

Nada pudo ocultar que la Presidenta quería tapar la marcha de recuerdo y homenaje al fiscal Nisman con un festival de la alegría. Como los cantantes que no tienen nuevas canciones para editar, hubo un refrito, un "grandes éxitos".

Pero además, como en la cantata de Les Luthiers mientras desde el protagónico se trata de hablar de una bravía conquista, se vierten cantidad de disparates. La Presidenta tiene más suerte que la que tenía don Rodrigo Díaz de Carrera: nadie la corrige en público en medio del acto.

Sigue Lapeña: "La presidenta de la Nación atribuyó erróneamente al General Perón el haber lanzado la central de Atucha I, cuando en realidad cortó las cintas de inauguración siendo presidente de la Nación en marzo de 1974; omitió decir que la central fue iniciada en 1968 y que fue una obra realizada en las «gestiones de facto» de los generales Onganía, Levingston y Lanusse, que precedieron al general Perón, quien asumió el gobierno en septiembre de 1973, cuando las obras ya concluían. El segundo error grueso de la Presidenta consiste en haber validado sin beneficio de inventario todas las decisiones de la dictadura y haber asumido el Plan Nuclear del Proceso como propio, poniéndose ella misma como continuadora del mismo".

Y agrega: "Las decisiones de construir la central nuclear de Atucha II, la Planta Industrial de Producción de Agua Pesada y otros proyectos de reprocesamiento de combustibles irradiados y enriquecimiento de uranio fueron tomadas en el más absoluto secreto por el régimen militar". Tal vez, sea injusto haber rebautizado Néstor Kirchner la nucleoeléctrica tan demorada. Quizá lo más justo hubiera sido honrar al recientemente fallecido ilusionista René Lavand, famoso por su latiguillo sobre sus inolvidables trucos: "No se puede hacer más lento".

También la Presidenta dijo que ahora el sector energético está en gran porcentaje en manos estatales, y pidió a los ciudadanos porque ahora son, según ella, los propietarios de esas compañías en un sector que es deficitario y está en una profunda crisis.

Es curioso que el Gobierno quiera usar obras energéticas como una pantalla cuando su gestión en el sector ha sido desastrosa y llevado a un déficit monumental de la balanza comercial. En el acto, Cristina Kirchner se preció de que con Atucha II se ahorrarán US$ 400 millones, cuando el déficit de balanza energética fue calculado en US$ 7400 millones para 2014.

Y habrá que ver qué cuenta hace, porque hasta ahora la oferta de electricidad generada con energía nuclear aumentó muy poco en los últimos 12 meses. Llegaba a 880 MW de potencia en el caluroso enero de 2014. Fue de 1065 MW el miércoles último. A medida que subía la potencia de Atucha II descendía la aportada por Embalse, que debe ser sacada de servicio para extenderle la vida útil. De momento, lo que ahorra importaciones es la caída del consumo por las menores temperaturas promedio que un año atrás y la baja de los precios internacionales.

Justamente, la construcción de Atucha II fue abandonada en la década del 90, cuando el petróleo valía muy poco. Otros países hicieron lo mismo. Pero la Presidenta dice que hubo un intento extranjero de mantener al país sometido. Pareció que por poco no nombró a los Estados Unidos.

Mientras el petróleo valió mucho, la mayor compañía del sector se dedicó a sacar todo lo que pudo y a pagar colosales dividendos, mientras progresivamente se quedaba sin reservas. Todo, aprobado por los veedores del Estado, que ahora aplauden los discursos plagados de errores y de falsas victorias.

Cuando el petróleo se abarata, los consumidores locales pagan más caros los combustibles líquidos para recuperar las reservas perdidas en los tiempos de dispendio, y se recurre a la costosa energía nuclear para remplazar la deteriorada producción de los yacimientos de fuentes tradicionales.
Apelación a la Patria

Pero también la Presidenta apeló a opacar y ningunear la marcha del 18 con un discurso beligerante y patriotero. "Estoy con mucho orgullo, porque puedo ir a cualquier país del mundo, aun a aquellos países que de repente tienen cárceles clandestinas y a gente detenida sin proceso; puedo ir a países donde lanzan misiles contra poblaciones civiles, donde mueren niños, ancianos y mujeres, puedo ir a cualquiera de esos países, pararme enfrente y decirles que en la Argentina impera la ley, y que ningún argentino puede ser encarcelado si no es por orden de juez competente o condenado con sentencia firme", dijo. Un día después se deleitó en Twitter con los saludos por su cumpleaños, enviados, entre otros, por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien ese día apresó y encarceló a un alcalde opositor. Aunque por la ausencia de juicio y procedimientos legales podría decirse que lo capturó, secuestró y mantuvo desaparecido al menos por unas horas.

¿Qué conspiración o medida geopolítica hegemónica podría haber dejado a la Argentina sin carne, leche, trigo suficientes para exportar y aprovechar un fenomenal auge de precios internacionales que ya ha tocado a su fin? ¿De dónde salió la conspiración extranjera que hizo al país perder posiciones como proveedor de carne vacuna al mercado internacional a manos, entre otros, de Paraguay, Brasil y Uruguay?

La misma gestión ruinosa que dejó al país con una fortísima dependencia de la energía importada promete ahora el "milagro nuclear", con la provisión de nuevas centrales chinas. Según la Presidenta, en Atucha II el 88% de la obra fue nacional. Otra vez, Lapeña corrige y calcula: "Es muy difícil que la participación de la industria nacional haya superado en Atucha II el 50% del total" y advierte sobre los faraónicos planes: "No hay peores decisiones que las de un gobierno apurado y cerrado a la crítica".

joviedo@lanacion.com.ar.

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