"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 16 de octubre de 2015

De magias y tuneladoras

Carlos Mira   

Finalmente las cosas en un país terminan decidiéndose muchas veces por la calaña de las personas involucradas.
Cuando hay una mayoría de gente de buena leche, de buenas intenciones y de buen corazón, hay muchas posibilidades de que ese país termine resolviendo sus inconvenientes de una manera u otra.

Al revés cuando en un determinado escenario social lo que prima es la mala leche, la mala intención y los malos corazones, lo más probable es que ese país termine mal, discutiendo acusaciones cruzadas antes que abocarse a la solución de los problemas.

Hace 48hs una tunelera de la empresa Telmex cortó, obviamente sin intención, dos cables de alta tensión de dos subestaciones del barrio de la Recoleta cuando realizaba tareas de conexión óptica para el nuevo centro de convenciones de la ciudad de Buenos Aires, al lado de la Facultad de Derecho.

En lugar de ponerse a disposición para intentar solucionar cuanto antes el problema de los vecinos, ¿qué hizo el gobierno de la Sra de Kirchner? 
Por supuesto acusar y denunciar al gobierno del PRO.

Resulta paradójico sin embrago que haya sido el bloque en aquel momento minoritario del PRO en la Legislatura de la Capital el único que haya propuesto y logrado aprobar una ley que intenta ordenar el “sistema nervioso” de cables y caños que circulan por los subsuelos de la Ciudad.

En efecto, hasta el año 2005, nadie se había ocupado de proponer una medida aglutinadora de todos los planos dispersos que las empresas intervinientes levantan cuando realizan una obra.

Todo ese material era poco menos que una entelequia y lo seguiría siendo de haber sido por la “preocupación” que en el tema pusieron las administraciones de la ciudad anteriores a Mauricio Macri.

Pero claro, una vez más, llega un punto en donde los países se definen por el tipo de gente que tienen o, por lo menos, por el tipo de gente mayoritaria que tienen.

Y cuando esa mayoría es de mala leche, de mala entraña, que está agazapada detrás de un árbol esperando el error del otro para caerle encima, bueno, obviamente mucho de bueno no se puede esperar.

Lo peor del asunto es que lo que hay de por medio es gente con necesidades, con problemas, con dificultades.
Pero todo eso no importa a la hora de hacer especulaciones políticas y de sacar rédito electoral.

En alguna medida, la justicia cósmica no ha funcionado aquí porque resulta evidente que el salpicado por el problema ha sido Macri, un jefe de gobierno del que se podrá decir cualquier cosa menos que no trabaja para el mejoramiento de la ciudad. 
En ese sentido, Scioli, por ejemplo se da el lujo de poner al aire spots publicitarios que hablan de educación…
¡De educación! 
Cuando el gobernador encabeza una jurisdicción en donde en el término de años de una escuela primaria normal (7 años) un alumno de la provincia de Buenos Aires pierde uno entero con relación a un chico que haya cursado en un colegio privado.
¡Y el gobernador habla de educación!
¡Y nadie le dice nada!

Del mismo modo Scioli habla, en otro de los spots, de las economías regionales.
¡Pero hay que tener cara!
¡De las economías regionales, que están todas fundidas y con la lengua afuera gracias a los programas económicos del gobierno que él defiende;
del gobierno del que él dice que será su continuidad
y del ministro de economía que es su primer candidato a diputado por la Capital!

Pero Scioli parece de teflón:
A él nadie lo denuncia como mínimo por incoherente.

Su ministra de economía ayer en un programa de televisión insistía en que había que traer inversiones.
¿Inversiones?
¡Pero con qué dólar!,
¿Con el del cepo que Scioli dice que hay que mantener?
¿Quién va a traer un dólar con un dólar falso de $ 9,50?

Resulta francamente increíble que este hombre mantenga la delantera en las encuestas.
Habría que hacer un estudio muy profundo de la psiquis argentina para encontrar la explicación.
No sé qué mas tiene que pasar para que la gente se dé cuenta.

Ahora la presidente se ha enamorado de su propia frase “no fue magia”.
Y otros, como Juliana Di Tulio la canyengue jefa de bloque de diputados del FpV se tatuó esa frase en la nuca:
Está bien se trata de una verdad que quedará en la piel de Di Tulio por siempre.
Magia no fue;
Claro que no.
Fueron 7 puntos del producto de déficit fiscal, 30% de inflación, 
28% de pobreza, 40% de emisión monetaria al año, 
un BCRA quebrado, 
100 mil millones de pesos de deuda del Tesoro con el Banco Central, 
2 millones de hectáreas sin sembrar, 
100000 productores agropecuarios desaparecidos, 
95000 tambos fundidos… 

No, no, está claro que magia no fue.
Habrá sido cualquier otra cosa (impericia, ignorancia, dogmatismo, capricho, burrez, venganza, odio…) pero magia, no.

Los argentinos necesitamos mirar nuestro interior.
Vaciar nuestro espíritu en un frasco transparente y mirarlo desde afuera.
Hay muchas cosas malas allí.
De lo contrario este país no podría estar tan al revés.
Y mucho menos sentir orgullo por ello.

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