La
revelación de Panamá Papers estuvo precedida hace pocos días por la aparición
de nuevos datos sobre empresas offshore de YPF y Chevron para explotar Vaca
Muerta.
Es grave
que un privado esconda capitales y evada impuestos en empresas en paraísos
fiscales, pero es aún peor que lo haga
el Estado, por más que sea a través de empresas mixtas como YPF.
Panamá
Papers es la mayor filtración de documentos conocida hasta la fecha, salpicando
a personalidades de todo el mundo y evidenciando el perverso mecanismo utilizado
por las élites globales.
El
esquema de formación de empresas genera una compleja ingeniería, anclada en los
denominados “paraísos fiscales”, donde miles de empresarios ocultan bajo llave
sus secretos y bienes de origen poco claros.
Ante
estos hechos, y la misma vinculación del Presidente Mauricio Macri, figuras
destacadas de la oposición y del mismo oficialismo, han criticado la
utilización de paraísos fiscales como mecanismo legal de ocultamiento y fuga.
Ricardo
Nissen, ex titular de la IGJ, afirmó al Diario El Cronista.com que “nadie usa una sociedad offshore con fines
buenos. Están para delinquir”.
Por otro
lado, el titular del bloque de Diputados de la Nación, Héctor Recalde,
coincidió con Nissen e, incluso, llamó de forma urgente a “una sesión especial
para tratar la creación de una comisión investigadora de sociedades offshore”.
A su
vez, buena parte de la oposición demandó la renuncia de la titular de la
Oficina de Anticorrupción, Laura Alonso, quien defendió al Presidente de forma
automática y no basada en una investigación previa, como debería debido a su
rol y responsabilidad.
Queremos
saludar la búsqueda de transparencia y rendición de cuentas por parte del arco
político.
La
gravedad del tema, como la recurrencia del mismo Macri en esta práctica, vuelve
necesario poder movilizar diferentes mecanismos que aporten una efectiva
claridad en el asunto.
Y, al
mismo tiempo, queremos recordar que, en la búsqueda de la verdad, no sean
olvidados otros paraísos fiscales y actores, también importantes para el
devenir de los asuntos públicos.
En este
sentido, insistimos con que a YPF se le han descubierto empresas offshore
destinadas para el desarrollo de Vaca Muerta, hecho que no estaría motivando el
mismo grado de repercusión.
Someramente,
la lista es la siguiente:
Para la
explotación con Chevron se han creado YPF Shale Oil Invesment I, II, III, IV en
Delaware, e YPF Shale Oil Invesment II, YPF Shale Oil Holding, en Bermudas.
La
explotación de tight gas en las áreas frutícolas de Allen, Río Negro, entre
otras diez concesiones, se realiza a través de YSur (de YPF) relacionadas con
subsidiarias como YPF Europe BV en los Países Bajos,
YSUR
Argentina Investment S.à r.l.
e YSUR Argentina Holdings S.à r.l. en Luxemburgo
y, por último,
YSUR
Argentina Corporation en las Islas Caimán.
A
diferencia de los casos de Panamá Papers, donde se resaltó a personas, aquí ha sido el mismo Estado quien se
hizo cargo de la formulación de los entramados jurídicos.
Las
primeras son producto del acuerdo con Chevron, sobre el cual YPF niega su
acceso y ha apelado nuevamente en los días pasados, incumpliendo el fallo de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Esperamos
que las comisiones investigadoras puedan ampliar el foco y, para este fin,
reiteramos la necesidad de que se conozca de forma integral el acuerdo
celebrado con Chevron.
En suma, los datos que se
publican de un paraíso fiscal y de un estudio jurídico deben motivar a que se
siga avanzando para componer el conjunto del mapa y actores.
Un mundo
que produce situaciones que, por lo menos, parecen paradójicas:
Dos estructuras jurídicas
subsidiarias de YPF, denominadas YPF Services USA CORP. e YPF Exploration and
Production Overseas Inc., comparten la misma dirección legal (Orange Street
1209, Delaware) que las de Paul Singer y el Grupo Clarín...
Por
ello, una arquitectura más acabada dotará al campo popular y a la sociedad
argentina luz sobre las sombras de las finanzas globales.
Fuente: (OPSur)
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