Alejandro
Borensztein
Se
terminarían las suspicacias y demostrarían que este gobierno no presiona a los
jueces.
De
ninguna manera podemos permitir que sólo vayan en cana los corruptos del
kirchnerismo.
¿Fueron
realmente chorros? Muy.
¿Burros?
Más aún.
Basta
observar la forma con que despilfarraron la mejor década económica de la
historia.
Por suerte para
ellos, ser un inútil no está contemplado en el Código Penal.
Todo
lo demás, sí.
La
pregunta entonces es:
¿Puede
ser que todos los chorros sean solamente del gobierno anterior?
¿No
hay ninguno del gobierno actual?
¿Cuánto
tiempo vamos seguir hablando de los mismos 30 crápulas de siempre?
Tarde
o temprano se nos van a agotar.
¿Cuándo
aparecerán los nuevos?
No
me vengan con que Aranguren es un corrupto por el hecho de haber tenido
acciones de Shell porque eso no es delito, y si lo fuera no mueve la aguja.
Mi
tía Jieshke tiene 2.000 dólares en acciones de Apple y eso no le impediría ser
ministra de Ciencia y Tecnología.
Ni
siquiera es una cuestión del monto.
Si
mi tía tuviese acciones por un palo verde, tampoco habría conflicto de
intereses.
Acciones
o títulos puede tener cualquiera que haya logrado ahorrar un mango y no por eso
influye en una compañía.
De
hecho, yo mismo compré BONAR 2024 cuando los emitió el kirchnerismo y eso no me
transforma en socio de Kicillof, ni es incompatible con mi libertad para
expresar que la economía kirchnerista fue un patapúfete completo.
Dicho
sea de paso, el BONAR 2024 que emitió la izquierda de Cristina paga una tasa
del 8,75% mientras que el BONAR 2025 que emitió la derecha de Mauricio paga
5,75%, o sea 3 puntos menos de interés.
Viene
raro el tema de las ideologías hoy en día.
Volviendo
al punto, ¿Para qué necesitamos que vayan presos funcionarios de este gobierno,
se preguntará usted amigo lector?
Muy
simple: para terminar con el verso kirchnerista de que el gobierno manda a
encarcelar opositores, y de que en la
Argentina no hay estado de derecho ni libertad de expresión.
Un
par de voluntarios de Cambiemos presos, aunque sea injustamente, vendría muy
bien para terminar con las suspicacias y demostrar que este gobierno no
presiona a los jueces.
Hablemos
en serio.
Tenemos
un déficit fiscal de 4,3 puntos del PBI.
A
eso hay que sumarle 2 puntitos y monedas por los intereses de deuda.
Sumale
1 puntito por déficit provincial, más 1 y algo por las LEBACS y tenés un
déficit real de casi 10 puntos del PBI.
¿Usted
cree, amigo lector, que un gobierno que está metido en semejante quilombo puede
perder tiempo llamando al juez Lijo para que meta preso a un kirchnerista?
¿O
llamar al hermano del Juez Lijo, que vendría a ser como su representante?
Ojalá
fuera así.
Para
esta columna sería mucho más divertido.
Pero
lamentablemente no lo es.
Te
podrá gustar más o menos el gobierno de Cambiemos, pero sin duda es un gobierno
democrático.
Ni
hablar, si lo comparamos con el anterior.
Sin
embargo, el gobierno debería cambiar su política e intervenir de lleno en el
Poder Judicial poniendo un poco de orden en esta situación que ya es caótica.
Ejemplo.
El
miércoles, mientras procesaban a Moreno por aquella matoneada con los guantes
de box, a la misma hora en Nueva York, Burzaco contaba que Grondona cobró 15
palos verdes de coimas.
No
es así muchachos.
La
idea es que si a uno lo procesan el miércoles, el otro se arrepienta el jueves.
No
los dos el mismo día.
Encima
Vandenbroele, que iba a declarar como arrepentido el viernes, lo adelantó
también para el miércoles. Como si fuera poco, en el juzgado de al lado y al
mismo tiempo, Ercolini le tomaba indagatoria a Florencia Kirchner.
¿Nos
están cargando?
Un
día antes, el martes, Aníbal Fernández publicó una carta insultando a medio
mundo.
Igual
que De Vido, quien ya publicó cuatro.
¡Error!
Ese martes, el
Banco Central emitió LEBACS por 330.000 palos al 29% de interés.
Solo
esa medida, ya requería dejarnos libre el resto de la semana para poder
cortarnos las pelotas sin que nadie nos distraiga.
Pero
apareció Aníbal con su prosa y lo arruinó todo.
En
realidad, él debería haber esperado una semana, no pisarse con las LEBACS y
publicar su carta este próximo martes así la gente la comentaba el miércoles y
el jueves ya se olvidaban todos y no le importaba más a nadie. Recién ahí,
jueves a la tarde digamos, deberían procesar a alguno nuevo así tiramos hasta
el fin de semana.
Pero
la falta de coordinación genera este caos que no te deja vivir en paz.
¿Quién
se ocupa de todo esto?
Nadie.
Una
vez más, la ausencia del Estado.
El viernes no
pudimos terminar de disfrutar viendo como volaban al juez Freiler porque en el
mismo momento, Vandenbroele volvía a Comodoro Py para seguir arrepintiéndose.
Igual
que Burzaco, que va todos los días al juzgado en Nueva York a arrepentirse, en
cuotas.
Deberían
hacer como en Netflix que ponen todos los capítulos juntos así cada uno los
puede ver cuando quiere.
Hay
que buscar la manera de organizar todo esto.
Para
mí, ahora hay que concentrarse únicamente en procesamientos y detenciones.
A
lo sumo uno o dos arrepentidos.
Nada
más.
Todo
lo referido a cartas con insultos entre kirchneristas, declaraciones de la
señora Minnicelli, acusaciones cruzadas, gente que pone manos en el fuego,
nuevos arrepentidos y notas sobre Nelly, la cocinera de De Vido, hay que
patearlo para enero que es cuando empieza la feria judicial y no vamos a tener
de que hablar.
Después
en febrero, más tranquilos, arrancamos de vuelta con los cascos negros y los
chalecos antibalas.
Como
parte de su responsabilidad, el gobierno debería ocuparse de este asunto,
incluyendo la búsqueda de algún corrupto propio para entregarlo a la justicia y
así neutralizar el reclamo kirchnerista.
Y
si no aparece ninguno, hay que buscar un par de voluntarios inocentes para que
los chorros kirchneristas no sigan diciendo que todo esto es una persecución
política.
Por ejemplo, en
diciembre comienzan las indagatorias sobre el caso Odebretch.
Es
una buena oportunidad para que haga su aporte el primo Calcaterra, aunque el
tipo esté limpio.
Unos
días nada más, hasta las fiestas.
Después
lo soltamos.
Para
que todo sea aún más ordenadito, habría que ir fabricando algunos cascos
amarillos, así los movileros y los fotógrafos podrán diferenciar a unos
procesados de los otros.
Chalecos
amarillos ya sería mucho porque se van a confundir con las chicas y los chicos
de la policía de tránsito.
Una vez que
salga Calcaterra, ya en enero podríamos mandar a Angelici aprovechando que es
el receso del campeonato y no lo necesitamos.
De
paso nos salvamos de que, justo cuando se abre el libro de pases, el tipo ande
suelto por ahí comprando troncos para el equipo.
En
febrero lo liberamos a Angelici para que vuelva al club y si hasta ese entonces
no apareció ningún chorro en serio, buscamos otro voluntario.
Preferentemente
un pez gordo que vaya en cana hasta que empiece el Mundial.
Después,
una vez que ya estamos en manos de Messi, lo soltamos y que el kirchnerismo
putee todo lo que quiera, total no le va a importar nada a nadie.
Queda
un bache de dos semanas de acá a diciembre.
Yo
no soy de Cambiemos, ni del PRO, pero algún independiente tiene que hacer su
aporte patriótico.
Ok, voy.
Como
están haciendo los gobernadores y los sindicalistas, todos tenemos que ceder
algo por el bien común.
Amigo
lector, vamos a cortar la comunicación por dos semanas.
Los
presos no tienen computadora y yo escribir a mano como De Vido, ni loco.
Y
si la cosa se me pone muy pesada, la segunda semana me arrepiento y listo.
No
me traigan fasos porque no fumo.
Prefiero
milanesas.
Nos
vemos en diciembre.
Que
el próximo voluntario vaya preparando el bolsito…
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