The
New York Times habla de "un país dañado" tras los incidentes en el
Monumental
Los
serios incidentes en el Monumental que obligaron a la suspensión de la
Superfinal este sábado llegaron a ser tema de análisis para el diario The New
York Times.
"Mafias",
"negocios sucios" y "desastre" son algunas de las palabras
utilizadas para describir lo que ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires.
El
periodista y escritor Martín Caparrós lamentó en su columna publicada en el
periódico neoyorkino que la Superfinal "iba a servir para demostrar que
somos capaces de hacer algo bien, y demostramos lo contrario: no conseguimos
organizar siquiera dos partidos de fútbol".
En
la cuenta regresiva del desarrollo del G20 en la Ciudad de Buenos Aires, la
columna titulada "Un país dañado" recordó primero la inundación de la
cancha de Boca y las explicaciones que hablaban de "un imprevisto, lo
incalculable", en referencia a las fuertes lluvias de aquel día.
De
inmediato Caparrós agrega que luego de lo sucedido este sábado ya "no
quedan excusas".
Tras
repasar para el público de The New York Times lo sucedido, explica:
"El
fútbol argentino es un desastre hace ya mucho tiempo.
Sus
instituciones son un chiste.
Mafias
lo dominan, negocios sucios lo manejan, la inepcia cubre todo: no son capaces,
siquiera, de montar un partido".
La
columna se hace eco de la vergonzosa imagen que dejó la Argentina hacia el
mundo, y resalta:
"La
FIFA tiene 211 países afiliados.
Hay
210 que son capaces de organizar partidos con hinchadas visitantes…
Hay uno que no
–solo uno que no– y se llama Argentina".
Hay
suficiente cantidad de argentinos que creen que apedrear futbolistas es una
buena idea.
El
análisis no deja de recordar que, hace pocos días, el presidente Mauricio Macri
tuvo "un ataque de entusiasmo" cuando "se levantó con una idea y
dijo que estos dos partidos debían jugarse con público visitante y, sin
reflexiones ni consultas, lo anunció.
Sus
ministros tuvieron que salir a respaldarlo y a pensar cómo hacerlo; dos días
después, los presidentes de los dos clubes les dijeron que ni en broma y todo
quedó en nada: un presidente que habla antes de pensar; que manda y, como manda
tonterías, no se le hace caso".
También
aborda una problemática sociocultural:
"Hay
suficiente cantidad de argentinos que creen que apedrear futbolistas es una
buena idea".
Y
ejemplifica con unas de las tantas tristes imágenes que se viralizaron este
sábado:
"Se
corresponden con esa madre –cuya imagen apareció en los diarios– que decidió
que la mejor manera de meter en la cancha una docena de bengalas era atarlas
alrededor del cuerpo de su hijita".
La
columna de The New York Times lamenta como la pasión por el fútbol en la
Argentina termina cruzando una raya:
"Esa
forma propia de sentir el fútbol consiste en volverlo un drama merecedor de
cualquier violencia, de cualquier sacrificio".
Este
partido parecía la ocasión de mostrar otra cosa.
No
pudieron.
Hoy
el mundo vio cómo está la Argentina
"Sería
bueno encontrar una manera de disfrutar del fútbol sin convertirlo en esa falsa
cuestión de vida o muerte; hay muchas cosas por las que vale la pena pelear en
serio, y el fútbol no es una de ellas.
Pero
no las encontramos porque no queremos buscarlas.
Seguir
así, 'dando la vida por los colores', nos permite creer que somos originales,
diferentes, más intensos, más vivos.
No
que, en lugar de dedicar los esfuerzos importantes a las cosas importantes, los
desperdiciamos en estas tonterías.
El
fútbol es un juego:
"Si alguien se cree que no lo es, se vuelve un gran
engaño", lamenta Caparrós.
Finalmente,
el autor repasa para los lectores la situación general de la Argentina:
Enumera
que "sigue habiendo un tercio de pobres, 45 por ciento de inflación anual,
cada vez menos educación, cada vez menos esperanzas".
La
columna concluye sosteniendo que este sábado la Argentina perdió una
oportunidad para brindar otra imagen ante el mundo:
"Este
partido parecía la ocasión de mostrar otra cosa.
No
pudieron.
Hoy
el mundo vio cómo está la Argentina.
"Ojalá
sirva para algo..."
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