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Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 21 de abril de 2020

Cuarentena y "Quedate en casa": SÍ


Pandemia para la impunidad, NO

El editorial de Luis Majul en Mirá lo que te digo, por LN+
Luis Majul

Si lo tuviera enfrente, si pudiera entrevistarlo hoy o mañana, le preguntaría a Alberto Fernández:
Señor Presidente: ¿de qué manera quiere pasar a la historia?
¿Cómo el presidente que con su decisión de implementar la cuarentena a tiempo evitó miles de muertes, o como el jefe de un gobierno que aprovechó la pandemia para garantizar la impunidad de los corruptos?

Sé que la pregunta lo incomodaría.
Porque tiene un carácter fuerte, explosivo.
Pero también supongo que no tendría otro remedio que responder.
Porque si no, ¿cómo se explica, que el secretario de Derechos Humanos, el hijo de Desaparecidos, Horacio Pietragalla Corti, ignorando que el propio Estado es querellante en ambas causas, pida, por un lado, de trasladado desde la cárcel a su casa de Córdoba, de Ricardo Jaime, y por el otro, la libertad lisa y llana de Martín Báez, el hijo de Lázaro Báez, procesado y preso por lavar dinero mal habido?

La verdad es que a veces no lo termino de entender.
Porque ahora, desde el Gobierno, dicen que Pietragalla se cortó solo.
Que ni siquiera le avisó a su ministra de Justicia, Marcela Losardo, sobre los delirantes pedidos que iba a hacer.
Pero también me acuerdo cuando, en su momento, más precisamente, en la inauguración del período ordinario de sesiones, el Presidente habló de "detenciones arbitrarias".
Ahí muchos nos empezamos a preocupar.

¿No le parece que al hablar de detenciones arbitrarias, de alguna manera, el Presidente abrió la puerta para que algunos funcionarios de su gobierno, como Pietragalla, avanzaran sobre ese concepto difuso, por encima de la Justicia y de su propia autoridad?
El pedido del secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti de trasladar de la cárcel a su domicilio al corrupto confeso Ricardo Jaime en el medio de la pandemia es un escándalo y una barbaridad por donde se la mire.
Una barbaridad que no puede ser ocultada detrás del número de muertos ni el de contagiados por el Covid-19.
Primero, porque, como queda dicho, es una intromisión lisa y llana del Poder Ejecutivo al Poder Judicial.
Segundo, porque sus argumentos son tan sesgados y desproporcionados que no resisten el más mínimo análisis.

Bien.
Si es verdad lo que dicen cerca del Presidente, si es verdad que Pietragalla se cortó solo, la ministra Losardo le debería exigir la renuncia de inmediato.
De otra manera, quedarán parados del lado de la ventajita y la impunidad para los corruptos.
Pietragalla Corti es cristinista, y de La Cámpora.
Nacido el 11 de marzo de 1976, nieto recuperado en 2002, tiene una extensa carrera en el área de Derechos Humanos.
Pero está comprometido con solo una parte de esos derechos.
Pietragalla es hijo de Horacio Pietragalla y Liliana Corti, militantes de la organización Montoneros, y asesinados en 1975 y 1976.
Eso no le da derecho a hacer lo que hizo.
Cinco meses después del asesinato de su madre, fue trasladado a la Clínica Mayo y a la Brigada femenina de San Martín por personal policial.
De acuerdo a la información proporcionada por las Abuelas de Plaza de Mayo, el bebé fue entregado a una mujer que trabajaba como empleada doméstica en el domicilio del teniente coronel Hernán Tetzlaff.
Eso no le da derecho a hacer lo que hizo.

Cercano a Máximo Kirchner y Juan Cabandié, Pietragalla fue designado secretario de Derechos Humanos por la gobernadora Alicia Kirchner en 2016.
En 2017 volvió a ocupar una banca en diputados.
La semana pasada, Pietragalla y Mariano Przybylski, director nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, se presentaron y fueron aceptados como "amigos" del tribunal, amicus curiae, una figura que la Corte Suprema autorizó como un modo de introducir la participación ciudadana en la administración de Justicia.

Pero volvamos a Jaime. Ricardo Raúl Jaime es, junto con José Lopez y Julio De Vido, uno de los grandes símbolos de la corrupción kirchnerista.
Jaime iba casi todos los viernes, con un bolso, una valija o un porta raquetas, al despacho de Néstor Kirchner cuando era presidente.
Un ministro de la época -que hoy forma parte de este Gobierno-, me dijo que adentro de los bolsos, las valijas y el raquetero llevaba platita contante y sonante.
Jaime fue, junto con Julio De Vido y Guillermo Moreno, enemigo declarado del entonces jefe de gabinete Alberto Fernández.
Es más: Alberto le presentó la renuncia a Cristina Fernández luego del conflicto con el campo en 2008, y después de pedirle a que se desprendiera de los tres:
De Jaime, de De Vido y de Moreno.

¿Qué le pasó en el medio a Alberto Fernández?
Yo entiendo que haya cambiado por la unidad y por pelear contra la grieta, ¿pero por la impunidad de los ex funcionarios K?
Jaime, 65 años, está condenado en varios casos de corrupción.
El primero fue por robar las pruebas en un allanamiento.
El segundo por haber admitido el cobro de coimas a los mismos empresarios que debía controlar como secretario de Transporte.
El tercero es por su rol en la tragedia de Once, en la que murieron 52 personas.

En diciembre de 2015 el Tribunal Federal N°2 lo condenó por su responsabilidad en el accidente, al que muchos consideraron una masacre.
Jaime fue detenido en abril de 2016 por orden del juez federal Julián Ercolini.
El motivo fue la compra de trenes chatarra en España y Portugal.
En mayo de 2018, la Cámara de Casación confirmó la condena por Once.
Le fijó una condena de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo.
La determinó teniendo en cuenta que ya había sido condenado en dos oportunidades.
En octubre del mismo año, Casación rechazó un recurso extraordinario presentado por Jaime y otros, en la causa de la tragedia de Once.

Según el periodista Omar Lavieri, autor de una muy documentada biografía no autorizada titulada "El Rekaudador", Jaime debería estar detenido hasta octubre de 2026.
Podría acceder a salidas transitorias pero recién a partir del 4 de octubre de 2022.
Debería obtener a la libertad condicional a partir del 4 de febrero de 2024.
Y recién el 4 de abril de 2024 podría gozar del régimen de libertad asistida.
Es decir: para salir en libertad, le faltarían cuatro años más.

Pietragalla, después de pedir la detención domiciliaria, advirtió que el Estado "podría ser responsable internacionalmente por la obligación de las violaciones asumidas relativas a la libertad, la integridad psicofísica y la salud".
Jaime permanece detenido dentro del programa denominado IRIC, programa para la Reducción de índices de Corruptibilidad.
Los pabellones del IRIC son espaciosos y les permiten a los detenidos libertad de movimiento.
Jaime había tenido un supuesto intento de suicidio.
Digo "supuesto" porque nadie lo vio.
Por eso sus abogados reclamaron la libertad.
El juez del tribunal oral Jorge Gorini consultó por su estado de salud física y mental a los integrantes del cuerpo médico forense.
Los profesionales concluyeron que Jaime podía padecer algún tipo de depresión, pero nada que no pudiera solucionarse con una buena terapia dentro de la cárcel de Ezeiza.
Ahora, sus abogados volvieron a la carga con un informe médico de Jorge Rachid, un conocido militante peronista que, además, es el clínico de Milagro Sala, y pide todo el tiempo por la libertad de los presos políticos.
Rachid mezcla todo.
Los 65 años de Jaime con la privación de la libertad.
Sostiene que es hipertenso desde hace años.
Que no se medica por decisión propia.
Que sufre de tabaquismo y que tiene "nódulo pulmonar solitario calcificado, con episodios de broncoespasmo, taquicardia e ingestión de ansiolíticos que aumentan cada día más, ante la falta de respuesta a la dosis inicial".

La decisión sobre si Jaime puede ir a prisión domiciliaria se debería tomar mañana, cuando los jueces de la sala tercera de la Cámara Federal de Casación Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Juan Carlos Gemignani protagonicen una audiencia virtual y así lo determinen.
El fiscal de la Cámara, Raúl Pleé, ya anticipó su rechazo.
Jaime pidió que lo dejen detenido en la casa de su hija Julieta.
La casa se encuentra en la calle Omaguacas, en Villa Carlos Paz.
La compra de esa propiedad está bajo discusión judicial, en la denuncia donde Jaime y su propia hija fueron procesados por enriquecimiento ilícito.

¿Y qué decir de la prisión de Martín Báez?
Martín Báez no solo se asoció con su padre, Lázaro Báez, para lavar y sacar dinero al exterior.
Además intentó fugar divisas sin declarar en pleno proceso judicial, cuando su padre ya estaba detenido.

La avanzada de una parte del Gobierno para lograr y obtener la impunidad de Julio de Vido, Luis D´Elía y Amado Boudou, y el intento de sacar de la cárcel a Jaime, Martín Báez y Milagro Sala, ¿se pueden enmarcar en esta suerte de loteo de ministerios, direcciones y secretarías que tantos dolores de cabeza le están dando al Presidente?

Me gustaría entrevistarlo para preguntarle este tipo de cosas.
Y para poner en evidencia a los canallas y los oportunistas del coronavirus.
Los que aprovechan la pandemia para pedir y obtener cualquier cosa.
En especial, impunidad.

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